Definir la cantidad a cobrar por nuestros servicios o por los productos que comercializamos es uno de los retos más difíciles a los que nos afrontamos los empresarios. Lógicamente cada sector es un mundo y no existe una estrategia válida para todos ellos, si que existen algunas claves que considero importantes y que nos pueden ayudar en ésta decisión.

1. Posicionamiento:

¿Cómo se encuentra posicionado nuestro producto en el mercado? ¿El precio es una parte clave de éste posicionamiento? Si nuestra empresa se fundamenta en ofrecer descuentos, promociones, ofertas, etc. siempre vamos a estar tratando de mantener los precios bajos o lo más bajos posible.

Si nuestro servicio es de lujo, exclusivo, Premium, bajar el precio puede dañar nuestra imagen. Por ejemplo, en los períodos de rebajas, las tiendas enfocadas a ésta clase de público no mencionan nunca la palabra “rebaja”. Hablan de precios especiales, de oportunidades, etc.

El precio tiene que ser coherente con nuestro posicionamiento. Los clientes creen que obtienen aquello por lo que pagan, o incluso más. Nunca menos.

2. Demanda:

¿Cómo puede afectar la demanda de nuestros productos o servicios la demanda? Nos tocará en éste punto hacer un poco de investigación de mercado, obviamente, al nivel de nuestra empresa. Por ejemplo, podemos realizar una simple encuesta dónde preguntaremos: “¿Compraría usted éste producto a un precio A? y B?

Si nuestra empresa ya tiene cierto volumen tendremos que realizar lógicamente un estudio más riguroso, incluso contratar a una empresa de investigación de mercado. Sea como fuere, deberemos tener una mínima curva básica de demanda dónde podamos ver reflejado que porcentaje aproximado de clientes van a comprar a un precio concreto.

3. Coste:

¿Cuál es el coste de nuestro producto/servicio? Tocará calcular los costes fijos y variables asociados. Ya lo he comentado en anteriores artículos e insisto en éste: sin conocer nuestros costes es imposible definir una estrategia adecuada para el resto de áreas de nuestra empresa.

4. El entorno:

¿Existen regulaciones legales sobre nuestro producto/servicio? Es importante que sepamos identificar aquellos factores externos que pueden afectar a la fijación de nuestro precio. Por ejemplo, en el sector de la automoción es frecuente disponer de ayudas para la compra de vehículos. También en el sector de las energías renovables, en la implantación de nuevas tecnologías de la información, etc.

FUENTE: todostartups.com