¿Eres joven, no tienes experiencia y te cuesta conseguir trabajo? ¿Te cuesta llegar a las entrevistas de trabajo? ¿Piensas que vas a tardar mucho en acceder al mercado laboral? Pues esta entrada es para ti.

En esta entrada vamos a hablar de una fuerza laboral a veces olvidada, pero con mucho potencial: los jóvenes sin experiencia profesional. Es algo que hemos tenido en cuenta a la hora de diseñar nuestra metodología de orientación, ya que sois muchos los que nos preguntáis por esto. Te voy a dar una serie de consejos que utilizamos con los jóvenes a los que damos orientación profesional, pero sobre todo que he experimentado en mí mismo durante mucho tiempo, así que confía en mis recomendaciones, porque se de lo que hablo.

Primer consejo: no vale todo para empezar

Muchos de los jóvenes con los que hablo, y lo que me pasó a mí, era que como no tenía experiencia profesional en el campo de los RRHH, tomé una decisión que me haría perder mucho tiempo: buscaría trabajo de lo que sea. Esto es como decir, me da igual todo, y no se ni a donde voy. O como diría nuestra madre: el que mucho abarca poco aprieta. Como no tengo experiencia en nada, y para mis estudios no me dejan entrar, voy a ir a donde sea, esto es lo que solemos pensar equivocadamente.

Recuerda que lo que diferencia nuestra orientación de las demás es el foco que ponemos en la inteligencia ejecutiva, y ésta tiene una función que es fundamental: dirigir la atención.

Elige uno o dos sectores o tipos de empresa donde te vas a dirigir. Como eres consumidor habitual, observa negocios o empresas en las que haya gente igual de joven que tu, e incluso habla con ellos y pregúntales cómo llegaron a entrar ahí. Si un porcentaje de más del 25% de la plantilla es muy joven, es que esa empresa apuesta por el talento joven, o está renovando su equipo. ¡Es tu oportunidad!

Segundo consejo: conócete a ti mismo

Te preguntarás como esto te puede ayudar a encontrar trabajo, pues bien es determinante. Cuando uno no sabe que es lo que hace mejor, suele tender al primer punto: ir a lo que sea y donde sea.

Aquí entra en juego de nuevo una función de la inteligencia ejecutiva súper importante: la metacognición. Es decir, somos capaces de hablarnos a nosotros mismos, pensar sobre quiénes somos y condicionar nuestra propia imagen a través de nuestro diálogo interior.

Piensa en qué tipo de organizaciones podrías aportar más según lo que sabes, los voluntariados que puedas haber hecho, o simplemente los que te interesen. Yo hice esta observación cuando era joven, y pensé que tenía de valioso pese a mi falta de experiencia, y me di cuenta de una cosa: sabía ingles mejor que mis amigos. Por ello aproveché esta ventaja y me fui a un sector donde se necesitaba mucho el inglés: el turismo. Sigo trabajando desde entonces como Director de RRHH para una organización, pero llegué a ella conociéndome a mí mismo.

Tercer consejo: quítate la vergüenza

Aquí de nuevo las madres tienen una frase para describir este consejo: quien tiene vergüenza ni come ni almuerza. Me suelen contar los más jóvenes, y yo mismo también lo sentí: que vergüenza ir a una empresa si no tengo experiencia que ofrecerle. Me siento un pollo desnudo sin nada que aportar. Esto es una creencia limitante que no te aporta nada en tu búsqueda.

Si te frena la timidez, o la vergüenza porque piensas que no van a valorar tu perfil te equivocas, y además hazte esta pregunta: ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿qué puedes perder si vas a visitar a esas empresas? Sólo puedes perder tiempo, y si tienes mucho disponible, pues adelante.

Si te dicen 10 veces que no, piensa que estás más cerca de conseguirlo por una cuestión estadística. Piensa que la oportunidad está en otro sitio, sólo tienes que seguir buscando, pues hacer esto también forma parte de tu experiencia profesional.

Graba este pensamiento en tu día a día: soy una persona apta y valiosa, con mucho que aportar a cualquier empresa, personal y profesionalmente. Sólo necesito una oportunidad, que me enseñen y desarrollaré todo mi potencial.

Cuarto consejo: aprovecha la tecnología

Si eres joven, seguramente estarás todo el día enganchado al móvil. Pues bien, debes aprovechar que vienes de una generación 100% tecnológica y digital para tu búsqueda de un trabajo. Existen multitud de opciones para mejorar esa búsqueda de tu primer empleo a través de medios digitales y aplicaciones. De este modo:

.Cada vez hay más Apps para buscar trabajo. ¿Te las has descargado?
.En Twitter puedes buscar ofertas. ¿Tienes un perfil creado?
.Tienes aplicaciones para hacerte notas, alertas y planificar mejor tu búsqueda de empleo.
.Muchas plataformas sacan becas y opciones de trabajo para primeros empleos, como por ejemplo: Universia.

Créate tu set de herramientas para buscar trabajo. Tómatelo en serio porque te puede ayudar muchísimo y ya que estás todo el día con tu amigo táctil, le puedes sacar más provecho.

 


Por Estela Brugada @EstelaBrugada

FUENTE: FUTUREA @Futurea_es

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