5 consejos para adaptar tu negocio al aumento o disminución de demanda en verano

Conforme entras en tu oficina, ya lo oyes. Ese zumbido, mezcla de ventiladores de ordenador y aire acondicionado; ese zumbido a verano.

Estamos a finales de junio y ya estás echando cuentas:

  • Los días que faltan para irte de vacaciones
  • Los compañeros que se irán al mismo tiempo que tú
  • Cuánto bajará tu facturación estos meses
  • Cuánto vas a tener que facturar de más en septiembre para cumplir los objetivos anuales

O no. Estás encendiendo calderas y preparando la temporada más fructífera del año mientras calculas:

  • Los días que faltan para que los clientes te inunden a pedidos
  • Qué proveedores se van de vacaciones
  • Cuánto va a crecer tu facturación de aquí a agosto
  • Qué personal vas a necesitar contratar

Estamos hablando, por supuesto, de cómo va a fluctuar tu negocio en los próximos meses. Y es que son pocos los negocios que no ven un cambio radical en su operativa y facturación durante el verano. Bien porque tus clientes se van de vacaciones (y tú con ellos), bien porque vienen (y te toca dar el “do” de pecho).

También por supuesto, un cambio de operativa y facturación requiere que te adaptes para mantener o aumentar tu margen de beneficios.

El margen de beneficios de tu empresa lo es todo

Aunque estemos hablando de los tres meses de verano, una variación negativa en el margen de beneficios de tu empresa puede tirarte la rentabilidad de todo el año por los suelos. Y eso puede impactar tus resultados más allá de este ejercicio:

  • Puede dificultarte acceder a renegociaciones de tu deuda, al reflejar un incumplimiento de previsiones o una disminución de negocio
  • Puede afectar la liquidez de tu empresa a corto y medio plazo, al disminuir la entrada de efectivo
  • Puede bloquear tus previsiones de crecimiento al tener que recuperar el margen perdido

De la misma forma, un aumento de tu margen de beneficios no viene “gratis” y, si quieres exprimir toda la rentabilidad que julio y agosto tienen para ofrecerte, vas a tener que tomar una serie de medidas para:

  • Reducir el coste de adaptación de tu operativa
  • Asegurarte de que tienes todos los recursos que necesitas para no dejar pasar ni una oportunidad de negocio

Por eso, desde Sage hemos preparado 5 consejos para optimizar al máximo el descenso o aumento de la actividad de tu negocio en verano.

1. Haz previsiones

El flujo de caja será tu mejor aliado. Aprovecha para pedir a tu equipo contable el histórico de los años anteriores y entiende hasta qué punto tu negocio sufre de estacionalidad veraniega (para bien o para mal).

De paso, revisa tus balances de esos mismos años justo después del verano para entender hasta qué punto lo hiciste bien o mal y sacar conclusiones que te ayuden a mejorar este año.

  • ¿Hubo más negocio, pero los gastos se te fueron de las manos?
  • ¿No pudiste cubrir toda la demanda por falta de recursos?
  • ¿Tu plantilla redujo su rentabilidad por falta de carga de trabajo?

Toda esta información te permitirá pintar el mapa económico que puedes prever para septiembre. No solo si harás más o menos caja (indispensable), también qué puedes anticipar en cuanto a necesidades, problemas y oportunidades.

2. Haz recuento de tus recursos

El anterior mapa económico te habrá dado “insights” más que suficientes para sacar conclusiones sobre qué elementos necesitarás o te sobrarán en verano.

Es momento de decidir si vas a contratar más personal, o quizás toca pedir a tus empleados que piensen en coger un par de semanas de vacaciones en julio/agosto; también si tendrás que modificar tu espacio o maquinaria disponibles.

Básicamente, pon números concretos a todos los elementos que configuran la operativa de tu empresa y establece qué cantidad de cada recurso vas a necesitar. Solo así podrás anticipar su adquisición/contratación.

3. El OPEX nos hará libres

No te líes la manta a la cabeza con contrataciones y compras. No todas las empresas son conscientes de ello, pues hace años, el CAPEX (los activos de tu empresa) era el mantra de todo negocio, pero hoy día, desde los vehículos a los empleados, todo es externalizable.

¿Qué quiere decir esto? Que, si los años anteriores no habías adquirido recursos suficientes para aprovechar el aumento de demanda veraniego por miedo a no saber qué hacer con esos recursos el resto del año, ya no puede servirte como excusa.

  • Si necesitas personal, contrata freelances, temporales o habla con empresas de RRHH tipo Randstad
  • Si necesitas vehículos, puedes hablar sobre alquileres por meses con empresas de renting de coches
  • Si necesitas espacios de trabajo, tienes desde espacios de coworking hasta software en la nube, para permitir trabajar a tus colaboradores desde casa
  • Y así, un largo etcétera.

4. Comunica la adaptación o cambio de tu negocio a tus clientes y proveedores

No dejes colgado a nadie e intenta evitarles las prisas y urgencias. Nunca sabes cuándo van a necesitarte por una urgencia (tus clientes) o les estás haciendo la pascua (a tus proveedores). Comenta con ellos la situación de antemano para que también puedan anticipar tus necesidades o ausencias.

5. Aprovecha para formar o inspirar a tu plantilla

Los aumentos de actividad son tan esperados por las empresas, como temidos por los empleados… y viceversa con los descensos de negocio.

Lo mejor es aprovechar para señalar el elefante en la habitación y hacer un poco de coaching con tus empleados si están a punto de dejarse la piel, además del sudor. Saber que todos remáis en la misma dirección lo hará más llevadero.

Si, por el contrario, tu negocio decae y después de todos los ajustes del mundo aún te sobran manos, no hay mejor momento para programar sesiones formativas que actualicen y revaloricen tu capital humano.


 

FUENTE: BLOG SAGE

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