Posiblemente sean más de siete, pero estos son sin duda una buena base sobre la que trabajar nuestro networking.

1. Tener claro qué es networking.

Networking consiste en dar y recibir. No se trata de conocer personas con la finalidad de que me compren algo o me consigan algo. No se trata de contarles mi historia y pasar a otra cosa. Networking consiste en conocer personas y establecer relaciones con ellas, para que con el tiempo pasen a ser relaciones de confianza y de ahí puedan salir cosas positivas para unos y otros.

Por eso incido, hay que tener claro que networking es dar y recibir, a nadie le gusta pensar que está siendo utilizado por otros, y por tanto esta es la filosofía a seguir: para recibir hay que dar. Si uno gana y otro pierde, malo, eso no es networking ni es bueno a medio y largo plazo.

2. Tener claro tu mensaje.

¿Qué deseas transmitir a las personas que vayas conociendo?, ¿qué impacto quieres causar?, ¿qué tono quieres que tenga tu mensaje?. Esto hay que prepararlo antes, en casa, con calma y detenimiento, de forma que cuando conozcamos o estemos en contacto con alguien no tengamos que pensar mucho en algo que ya deberíamos saber.

Además siempre es bueno saber y practicar tu elevator pitch para toda ocasión en la que sea necesaria una intervención rápida.

3. Estar siempre preparado.

La construcción de una red de contactos está presente en todos sitios y a todas horas. No hace falta que acudas a una reunión específica de networking: podrías encontrar y conocer muy buenos contactos paseando al perro, haciendo deporte o ser la persona que se siente a tu lado en una conferencia o congreso.

Por eso es importante que siempre tengamos la mentalidad adecuada de querer conocer personas que integrar a nuestra red.

4. Más calidad que cantidad.

Esto pasa en LinkedIn: miles de contactos en nuestra red pero solo son realmente interesantes e interactuamos con apenas unos cuantos. Con esta idea en mente sé selectivo y prioriza aquellos contactos que realmente sean positivos para los propósitos de ambos.

Es verdad que nunca se sabe cuándo puede venir una buena oportunidad y que muchas veces vienen de donde menos se esperan, pero quedémonos con la idea de que no se trata de coleccionar tarjetas de visita que guardar en un cajón, sino de contactos que puedan ser importantes para ambos.

5. Los contactos son personas.

Hablamos de contactos como si tal cosa, pero no debemos olvidar nunca que un contacto es una persona, y que como tal debe ser tratada y considerada.

Esto, que parece obvio, se olvida frecuentemente cuando el propósito es querer “conseguir algo” de dicha persona. Recuerda, todos tenemos emociones y sentimientos, no lo estropeemos y demos la importancia que tiene el cuidar el trato con las personas a las que conozcamos.

6. Trabaja con los contactos que vas conociendo.

No te limites a coleccionar tarjetas de visita o nombres apuntados en una servilleta. Cuando llegues a casa repasa uno a uno tus nuevos contactos recordando quién era, qué te llamo la atención de dicha persona y cómo crees que le podrías ayudar en un futuro.

Puedes incluir esta información en un fichero que tengas, y no dudes en contactar muy pronto con estos nuevos contactos para reforzar el primer contacto que ya hubo. Simplemente con un email diciendo hola, que fue estupendo conocerle y dando alguna pista de lo que podrías hacer (que no vender) por dicha persona, será suficiente.

7. Olvídate de tus amigos.

Esto es especialmente importante cuando se asiste a un evento de networking y se acude acompañado de algún amigo, que después cuando hay momentos para conocer a otras personas,centramos nuestra atención en nuestro amigo acompañante y nos olvidamos de las oportunidades que tenemos alrededor. 

Puedes ir con una amistad a un evento o congreso, obvio, pero no olvides lo importante que es no perder la oportunidad de entablar conversación con otras personas y descubrir nuevas posibilidades.