Aunque muchas veces se identifica la figura del emprendedor con los negocios digitales, las que se conocen como startup, las estadísticas nos demuestran que la mayoría de ellos pertenecen a sectores tradicionales, con negocios mucho más terrenales que se alejan de esa idea del joven que monta una red social en su propia casa y en pocos años, se convierte en multimillonario.

Según recoge un reportaje de El Norte de Castilla, las cientos de empresas ‘start-up’ que han aparecido en los últimos meses representan todavía una fracción testimonial del total de emprendedores, donde según los datos del Ministerio de Empleo, 7 de cada 10 tiene más de 40 años.

Los autónomos de mayor edad suelen centrarse en sectores como la agricultura o la industria, mientras que los jóvenes se dedican sobre todo a la construcción y al sector servicios –donde se encuadran las empresas tecnológicas–.

Como intuíamos, la crisis ha obligado a muchas personas a optar por su propio negocio de tal manera que según el informe GEM España, el número de emprendedores que crearon una nueva empresa viendo una oportunidad de negocio detectada descendió un 6% entre 2012 y 2013, mientras que aumentaron en un 4%, aquellos que crearon una empresa por necesidad, al no encontrar trabajo.

Como consecuencia, nos encontramos con pequeñas empresas que oscilan entre 1 y 5 trabajadores y según este informe, «estas empresas, en numerosas ocasiones, no son lo suficientemente competitivas como para prolongar sus actividades económicas más allá de los primeros cinco años críticos de existencia».

A pesar de ello, España registra uno de los niveles más bajos de fracaso entre los emprendedores de toda Europa, una buena noticia para aquellos que quieran montar su propio negocio.

FUENTE: Portalparados