¿Cómo puedo diferenciarme en un proceso de selección?

Cuando postulemos para un proceso de selección, debemos tener en cuenta que las necesidades organizacionales van más allá de la formación o experiencia que podamos aportar a la compañía. Por ello, hay que poner énfasis en los aspectos que pueden generar un valor añadido en nuestra candidatura y que nos diferencian de los demás candidatos. 

El primer paso para formar parte de un proceso de selección, comienza con la buena lectura y comprensión de la oferta en la que pretendemos inscribirnos. Esto es imprescindible, ya que normalmente aparecen las características y los requisitos mínimos que se requieren para el puesto de trabajo en cuestión y no siempre nos inscribimos cumpliendo dichos requisitos. En tal caso, es posible que, por un lado, aumenten las posibilidades de ser descartados y, por otro, no reflejemos una buena imagen al seleccionador, ya que si se encuentra el mismo curriculum una y otra vez, independientemente de la oferta publicada, puede indicar una falta de motivación y/ o especialización.

Una vez comprobado que nuestra candidatura se adecua al perfil ofertado, es hora de remitir nuestro curriculum. Pero, ¿qué características puede tener para que destaque del resto de postulantes al puesto?

Nuestro Curriculum

Debemos confeccionar nuestro curriculum con la idea de que va a ser un escaparate, en el que mostraremos nuestra formación, experiencia y competencias. Para ello, su extensión debe estar entre 1-2 hojas, ya que más de dos hojas puede resultar intenso en la lectura y hay determinados aspectos que no son necesarios exponerlos hasta el momento de la entrevista (motivos de finalizaciones de contratos, gustos personales, etc).

Además, como hemos mencionado anteriormente, nuestro curriculum ha de ser un escaparate, con lo que debemos personalizarlo y adecuarlo a nuestro carácter, gustos y personalidad. Ya quedaron atrás las hojas en blanco que únicamente contienen texto sin formato alguno. En Internet, podemos encontrar multitud de plantillas que pueden servirnos como base para confeccionar el nuestro propio.

Respecto al contenido de nuestro curriculum, debemos ser organizados, sinceros, claros y concisos. Todo curriculum sigue un esquema básico, que posteriormente se desarrollará en función de lo que queramos o necesitemos mostrar en cada candidatura. Es bueno que además de plasmar nuestra formación y experiencia, destaquemos nuestras competencias, ya que será ahí donde realmente podamos diferenciarnos, en muchos casos, del resto de candidatos.

Pero, ¿y qué son las competencias?. Las competencias son un conjunto de actitudes, conocimientos y habilidades que nos distinguen del resto y que hemos adquirido a lo largo de nuestras vidas. Ejemplos de competencias, que en la actualidad se demandan en las empresas son: Orientación hacia los clientes, comunicación, liderazgo, flexibilidad, orientación hacia los resultados e Innovación, entre otras.

Por último, es recomendable que acompañemos nuestro curriculum con Cartas de Recomendación de las empresas en las que hemos trabajado con anterioridad y una breve carta de presentación en la que el seleccionador pueda llevarse una primera impresión del nuestro perfil. 

La Entrevista

Cuando nos citan para una entrevista, es recomendable que previamente realicemos un pequeño trabajo de investigación acerca de la empresa en la que postulamos. Conocer su cultura, su misión, sus valores y sus líneas de actuación es imprescindible para saber si podemos sentirnos identificados con ella y además, aporta un valor añadido si acudimos a la empresa mostrando interés por trabajar en ella.

Debemos cuidar la imagen personal. Acudir bien vestidos y aseados, acordes con la filosofía del lugar donde vamos a entrevistarnos, es imprescindible si queremos causar una primera buena impresión.

La puntualidad es otro aspecto que debemos tener en cuenta. Podemos llegar unos 30 minutos antes, para prever posibles imprevistos y calmarnos si estamos algo nerviosos. No obstante, con entrar con 10 minutos de antelación es suficiente y correcto, ya que vamos a un centro de trabajo en el que si nos han citado a una hora concreta, probablemente no puedan atendernos antes. 

Una vez inmersos en la entrevista, es muy positivo que seamos sinceros en nuestras exposiciones, manteniendo una actitud asertiva con escucha activa y facilitando que fluya la comunicación. Si conseguimos crear una situación cómoda y relajada, a la vez que transmitimos seguridad e interés, es muy posible que proyectemos en el seleccionador una muy buena imagen de nosotros mismos.

Por supuesto, debemos tener muy claro quienes somos, qué podemos aportar y dónde queremos llegar. No debemos olvidar que estamos en una entrevista y que tenemos que diferenciarnos de los demás postulantes, transmitiendo porqué estamos interesados en trabajar en esa compañía y qué valor podemos aportar que probablemente otras personas no posean.

Una vez finalizada la entrevista…¿sólo nos queda esperar a que nos llamen?.

La Carta de Agradecimiento.

El último paso que podemos dar cuando nos han preseleccionado y realizado una entrevista, es remitir unacarta de agradecimiento a la empresa, mostrándoles nuestro interés y gratitud por el tiempo que le tomó conocernos.

Me gustaría terminar este post con un vídeo sobre Reclutamiento y Selección de Personal muy interesante y con el que creo que podemos aprender mucho, con entrevistas a expertos de Google, Globant, Ghidini Rodil, Sanofi, Chandon y IAE Business School.