La psicología positiva es una corriente psicológica que se centra en estudiar las bases del bienestar psicológico y felicidadasí como las fortalezas y virtudes de las personas y que, a pesar de ser una de las corrientes más jóvenes, ha transformado el mercado laboral actual, y la manera de desenvolvernos en él.

Son diferentes estudios los que vinculan las aportaciones de la psicología positiva con el mundo laboral, pero para explicar esto me voy a centrar en el estudio de Seligman.

Seligman entendía una experiencia positiva como la vivencia subjetiva de experiencias positivas que se producían por haber logrado una meta autopropuesta por el individuo

Aunque todas las personas, a lo largo de nuestra vida, atravesamos momentos de felicidad y de tristeza, se descubrió que los sujetos con una personalidad en la predominaban aspectos como la capacidad para amar y trabajar, el coraje, la comprensión, la fuerza y resistencia ante la adversidad, la creatividad, la curiosidad, las habilidades sociales, la integridad, el auto-conocimiento, entre otros, predominaban las vivencias de experiencias positivas.

Es por esta razón, por la que se empieza a profundizar en el estudio y conocimiento de los recursos personales de cada uno.

Se entiende como recursos personales Aquellas características que se valoran como centrales por derecho propio (ej. autoestima, relaciones personales estrechas, salud, paz interior, etc.), o que actúan como medios para obtener valores considerados como centrales (ej. dinero, apoyo social, reconocimiento, prestigio, fama, etc)”

Los principales recursos personales que tienen que ver con el ámbito laboral son:

  • El engagement o compromiso con el trabajo: entendido como el estado óptimo para desempeñar una tarea laboral
  • Las fortalezas personales o características estables y positivas de la persona
  • El capital psicológico o conjunto de estados mentales positivos que son de indudable relevancia para el afrontamiento y resolución de los problemas en el trabajo. Ejemplos de estas serían: Optimismo, esperanza y resiliencia.
  • La idea de control personal, basada en procesos de auto-determinación que hacen sentir a la persona autonomía y capacidad de organización
  • El bienestar y las emociones positivas, que sirven como antídotos para los problemas psicológicos

Otro aspecto fundamental, además de los recursos personales para favorecer la inserción profesional, es la iniciativa.

Se define la iniciativa laboral como una conducta que se lleva a cabo de manera autoiniciada, es decir, sin que nada ni nadie diga que hay que realizar esto y que no esté contemplada como una obligación o una tarea del trabajador. Además debe tratarse de una conducta que se mantenga sostenida en el tiempo y no se trate solo de algo temporal o que responda a una demanda en un momento concreto, la persona debe demostrar que es persistente y que puede superar las dificultades que surjan. Y esta conducta debe tener un objetivo final que sea pro-organización, es decir, que beneficie positivamente a la organización.

Ser conocedores de estos aspectos, tan valorados hoy en los perfiles profesionales, no solo ayuda a insertarse en el mercado laboral, sino a mantener el puesto una vez se ha conseguido, ya que cada vez menos, se tiene esa idea del trabajo eterno que dura para toda la vida, sino que las generaciones más jóvenes que se insertan ahora al mercado laboral tendrán varios trabajos a lo largo de su vida. Debido a la crisis que estamos sufriendo en los últimos años, el concepto de trabajo ha cambiado y el mercado también, los trabajos dejan de ser mecánicos para convertirse en continuas resoluciones de problemáticas. Motivo por el cual, los conocimientos, habilidades y destrezas que deben tener los trabajadores también son diferentes y hay que tener mucho más cuidado que nunca ante el riesgo de que un trabajador se quede desfasado. No solo, porque cada vez más, se introducen nuevos aparatos tecnológicos o métodos para el trabajo diario, sino también a nivel de técnicas y novedades que vayan saliendo en nuestras respectivas profesiones.

Igual que el trabajador se debe adaptar al mercado laboral, las empresas también deben hacerlo, por eso se buscan perfiles con iniciativa, que faciliten y quieran trabajar por la mejora organizacional, ya que si el trabajador aporta y se mantiene actualizado, actualiza a la empresa, esta tiene mucho menos riesgo de quedarse desfasada, perder clientes, desaparecer y dejar a sus empleados sin trabajo. De esta razón, surge la importancia de que tanto trabajadores, como aspirantes a ello en búsqueda activa de empleo, se mantengan constantemente actualizados a través de cursos de formación.

Otro de los motivos por los que me parece fundamental que seas conocedor de la importancia que tienen los recursos personales para encontrar trabajo es el autoconocimiento.  En España, se tiende a relacionar identidad con puestos de trabajo. Normalmente cuando le preguntas a alguien quién es, siempre te responderá con la profesión que desempeña, sin tener en cuenta que eso no es quién es, sino a qué se dedica. De manera que cuando una persona no encuentra trabajo, porque le han despedido, o porque todavía no ha encontrado tras acabar sus estudios, no tiene identidad, en el primero de los casos porque la ha perdido y en el segundo porque abandona su identidad de estudiante para convertirse en un “búsqueda activa de empleo”, sólo hay que darse un paseo por Linkedin para poder comprobar que en la mayoría de titulares aparece la frase “en búsqueda activa de empleo” pierden su rol profesional: médico, abogado, arquitecto, etc para ser un médico, abogado o arquitecto en búsqueda de empleo.

Finalmente, en una situación de búsqueda de empleo, y más con los tiempos con los que jugamos hoy en día en el que la duración es bastante larga hasta que una persona se inserta o reinserta en el mercado laboral, me parece fundamental que cualquiera de los desempleados tengáis una herramienta para empoderaros y abandonar esa posición de indefensión aprendida, pensando que: “Haga lo que haga nunca voy a encontrar un empleo”. Y ya no solo para ellos, sino también para los orientadores laborales, como yo, que día a día tratamos de transmitir todos los ánimos que somos capaces para evitar que se rindan y entren en el circulo vicioso de la indefensión aprendida: no hay trabajo, para qué voy a buscar si no hay, como no busco no me sale nada y solo me reafirmo en que no hay trabajo.

Me parece que hacer hincapié y hacer que los demandantes de empleo tomen conciencia de sus recursos personales y de la importancia de la iniciativa en el mercado laboral actual, va a subir el ánimo de muchos, empoderándolos y motivándolos para seguir adelante con la búsqueda de empleo.

Estela Brugada

FUENTE: http://www.lanuevarutadelempleo.com/