Uno de los cambios más importantes en la sociedad española en los últimos años ha sido la precarización y aumento de la temporalidad en los trabajos. Esta evolución –o involución, según se mire– de nuestro mercado de trabajo ha provocado que muchas personas tengan trabajos por semanas, días o incluso horas. Además, con la actual coyuntura laboral, muchas personas piensan seriamente en emprender o trabajar por cuenta propia. Otras no tienen más remedio porque es la única opción en su sector. Sin embargo, los ingresos esporádicos y, muchas veces, bajos hacen que para muchos sea imposible afrontar todos los gastos, además de la cuota de autónomo, el IRPF o el IVA. Muchos, especialmente en estos largos años de crisis, han acabado en el mercado negro.

Sin embargo, sí que existe una alternativa para muchas de estas personas. Son las cooperativas de trabajo asociado o de impulso empresarial.

Ambas figuras, reconocidas por la legislación laboral, ofrecen la posibilidad de cotizar a la Seguridad Social en el régimen general solo por los días efectivamente trabajados. El socio cooperativista puede acceder a la prestación por desempleo, así como al resto de derechos sociales: cobertura sanitaria, pensiones, entre otros.

El Ministerio de Empleo señala que las cooperativas de trabajo asociado tienen por objeto “proporcionar a sus socios puestos de trabajo, mediante su esfuerzo personal y directo, a tiempo parcial o completo, a través de la organización en común de la producción de bienes o servicios para terceros.”

Cómo funcionan estas cooperativas

Lo primero que hay que hacer, lógicamente, es hacerse socio. En ese momento hay que aportar un capital social que va, según los casos, desde los 20 a los 60 euros. Esta cantidad será devuelta en el momento en el que se decida abandonar la entidad. Además, ha de firmarse el contrato de adhesión a la cooperativa.

Algunas exigen recibir una formación en prevención de riesgos laborales y obtener el correspondiente certificado, cumplimentar un documento con la toma de datos del puesto de trabajo y otro sobre vigilancia de la salud, entre otros trámites. Una vez realizados estos formalismos ya se es socio de la cooperativa. Sin embargo, hay que solicitar altas y bajas cada vez que se realiza un trabajo.

Normalmente, en el momento de ir a realizar un trabajo el socio ha de informar a la cooperativa. Esta redacta y firma el contrato de servicios prestados con la empresa contratante. También, se encarga de dar de alta en la Seguridad Social por los días correspondientes.

Una vez terminado el servicio, la cooperativa formaliza la baja. A continuación, emite la factura, que puede ser enviada directamente al cliente o al cooperativista para que éste se la entregue.

Asimismo, existen cooperativas que ofrecen asesoramiento laboral, legal y administrativo. Además, en algunas casos, cuentan con un seguro sanitario.

Principales gastos

Además del capital social inicial, en algunas cooperativas existe una cuota mensual. Eso sí, solo deberá pagarse durante aquellos meses en los que se factura. Además, algunas de estas entidades aplican un porcentaje por gastos de gestión en cada factura. Esta comisión oscila entre el 4% y el 6%. Ahora bien, dependiendo del colectivo, esta comisión puede variar: en algunas cooperativas existe una comisión del 3% para estudiantes y otras más altas: un 7% para colectivos y un 8% para reformas. Por otro lado, en algunas cooperativas hay otro pago: el impuesto de sociedades, un 10%, que se devuelve al socio al acabar el ejercicio fiscal.

A esto hay sumarle el IVA correspondiente a la actividad realizada. Algunas, como aquellas cuya contraprestación consiste en derechos de autor (escritores, artistas plásticos y colabores gráficos y literarios, entre otros), están exentas del pago de este impuesto. Por último, ha de descontarse el IRPF. La mayoría de las entidades aplican un 2% inicial, adaptable a las necesidades del cooperativista.

Ahora bien, si el asociado o cooperativista realiza trabajos con otro miembro de la cooperativa podrá ahorrarse el IVA, puesto que son facturas en la misma sociedad y estará exento de este impuesto. Por tanto, pertenecer a una cooperativa con muchos socios es una de las ventajas de estas sociedades, porque da más oportunidades de encontrar trabajo o clientes. Algunas cooperativas, además, disponen de un tablón de anuncios con ofertas de empleo o, incluso, bolsa de trabajo.

De todas maneras, El Autónomo Digital ha elaborado un gráfico donde comparalos gastos de algunas de las principales cooperativas de trabajo asociado de España. La comparativa se centra especialmente en los precios y los paquetes de servicios que ofrecen al asociado estas cooperativas. Sin embargo, además de comparar estos datos, la tabla también ofrece una puntuación media resultado del análisis de esas cifras y de otras variables, como la actividad en sus blogs y en las redes sociales.

Generalmente, no hay muchas ofertas diferenciadoras en cuanto a lo que se puede ofrecer, ya que las cooperativas de facturación online operan al amparo de una ley y los servicios que ofrecen se limitan a ello. No obstante, algunas de ellas sí amplían sus servicios.

VALORACIÓN
6.0
IMPULSE
6%
COMISIÓN
VALORACIÓN
5.5
FREE AUTÓNOMOS
6%
COMISIÓN
VALORACIÓN
4.0
FREELANCE SCM
6%
COMISIÓN
VALORACIÓN
8.5
TRAINING & FREELANCE COOP
6%
COMISIÓN
VALORACIÓN
9.0
FACTOO
4%
COMISIÓN
Inscripción 60€ 20€ 20€ 20€ 30€
Deposito No 80€ 80€ 80€ No
Mensualidad No No 6€ 2€ No
Liberación del pago Primeros días mes siguiente 24 horas No lo indica No intervienen. El cliente paga al socio directamente 48 horas
Gestiones (altas bajas etc) No indica Incluidas Incluidas Incluidas 1 euro gestión
Gestión Riesgos Laborales Incluido Incluido Incluido n/d 1,5%
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FUENTE: EL AUTÓNOMO DIGITAL @FreelanceDiario

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