No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy

No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy

¿Te ocurre a menudo encontrarte con tiempo a tu favor para realizar una tarea pendiente, buscar un trabajo o cosas que deberías hacer en casa y, en lugar de ponerte a terminarlo ahora que puedes, decides relajarte y dejarlo para otro día?

 Al final siempre te ves nervios@, agobiad@ y sin tiempo para hacer lo que podrías haber hecho tranquilamente unos días atrás.

 En este nuevo tema del mes vamos a hablar de la “procastinación” y de cómo superarla. ¿Qué no sabes lo que significa este término tanraro? ¡Pues te animamos a continuar leyendo!

 ¿Qué es la procastinación?

 Pues bien, este hecho de posponer tus obligaciones para más tarde, se denomina “Procastinación” y, tranquil@, no eres el únic@ al que le ocurre, a mí misma me ocurría antes y no sabía por qué siempre me decía “esto no me va volver a ocurrir” y sin embargo, caía en lo mismo una y otra vez.

No te agobies, por suerte podemos corregirlo para que no nos vuelva a ocurrir. Es simple y puedes hacerlo.

Si quieres saber más sobre este término, pica aquí.

¿Cómo evitarlo?

Cada vez que tengamos una tarea pendiente y nada de ganas de hacerla, podemos pensar que cuanto antes terminemos, antes nos la quitamos de en medio y que, en realidad tenemos que entregarla, realizarla o terminarla sí o sí. Además, de ella puede que dependan muchas otras personas o acciones posteriores de tu vida, por lo que querrás que salga bien, si no después se convertirá en un problema más.
Así que, ¿para qué alargar una tarea que puedes terminar ya?

Eso es lo que nos ocurre muchas veces a la hora de buscar empleo, pues nos ponemos excusas como “ahora no es el momento, con la crisis no hay nada“, “necesito unos días para relajarme, mañana lo hago“, “no tengo ganas”, “no voy a encontrar nada, así que ¿para qué voy a ir?”… ¿Te suena?

No te agobies. Piensa en lo importante que es para toda persona tener un trabajo, supone una responsabilidad y estabilidad en la vida, tranquilidad económica, permite crear un vínculo entre las personas que trabajen contigo en la empresa y así ampliar el círculo de relaciones sociales entre otros muchos beneficios.

No es que no quiera… es que ya lo intenté en su día. 

Si ya lo has intentado en mil sitios y no has obtenido resultado, sigue intentándolo. Nunca sabrás si la próxima será la definitiva y si no lo intentas, no lo sabes. Siéntete orgullos@ de intentarlo, de dar lo mejor de ti, en vez de verlo como una carga. Pero sin obsesionarte, sino, no verás la luz al final del túnel antes de si quiera, comenzar.

Si consideras que es demasiado y te da pereza sólo de pensarlo, simplemente empieza. El resto irá fluyendo solo, pues cada paso que des será base para continuar con algo mejor.

El trabajo no viene sólo y cuanto más tardes en comenzar peor será. No te pongas la excusa de que “no hay trabajo”. A pesar de las ituación económica, el mercado laboral está en continuo movimiento, así que tienes que ir tú a buscarlo.

Me voy a poner y lo voy a conseguir. 

Una vez convencid@ de que puedes conseguirlo, divídete la tarea en partes. Organízala según tu horario, adáptala a tu vida como si fuese a formar parte de ella durante un período de tiempo, el necesario para acabarla.

Planifica unas horas por la mañana para buscar por internet novedades, hazte un currículo llamativo, interesante y real; sal a la calle a entregarlo o envíalos por internet. (Para más info acerca de cómo realizar curriculum, ve al siguiente enlace).

Al convertirlo en una rutina acabarás realizándola sin pensar y no supondrá carga alguna. No pienses que estás perdiendo el tiempo. Aunque la vida social te llame, a veces es bueno dedicar un tiempo para tí y pronponerte metas y retos diarios y fáciles de asumir. En este caso, la tarea que debas hacer en relación a la búsqueda de empleo es más fácilmente asumible si la organizas y planificas, y te sentirás reforzad@ cada día que hayas cumplido con lo que tú mism@ te has propuesto, teniendo nuevas metas a asumir.

Hay tiempo para todo, organízate.

Todo aquello que realices será bueno, incluso si no logras hacerlo del todo correcto o si no consigues exactamente lo que te proponías. Adquirirás conocimientos sobre el tema que trabajes, o si ya lo conoces lo refrescarás ya que la información fluye constantemente y es necesario renovarla. Si te equivocas, aprenderás a mejorar y a no volver a repetirlo la próxima vez. Nadie nace sabiendo.

¿Has intentado manejarlo así? ¿Te queda claro qué es la procastinación? 
Ánimo y no te dejes vencer por el día a día.

Artículo redactado por Patricia Garzón Álvarez.

FUENTE: http://huelvactiva.es/

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