Cuidar el lenguaje corporal o acertar con la primera pregunta son algunas de las claves

Dicen que sólo hay una oportunidad de causar una buena primera impresión, y esto se hace muy necesario en el entorno laboral actual. Los primeros minutos e incluso segundos de un encuentro profesional pueden decidir nuestro futuro laboral, empezando por poder determinar si nuestro interlocutor nos tendrá en cuenta (o no) para una oportunidad profesional.

He aquí catorce ideas proporcionadas por Young Entrepeneur Council para impresionar desde el primer minuto, aunque son perfectamente extrapolables a gente no tan joven y no necesariamente emprendedora. Nadie puede permitirse el lujo de dar una mala impresión.
1. Haz una pregunta reflexiva. Te servirá para presentarte abriendo el camino hacían una conversación interesante. Por ejemplo, si se trata de un evento de networking, sustituye el ¿A qué te dedicas tú? por un ¿Qué opinas de la teoría que se ha expuesto?
2. Escucha. La mayoría de las personas en esta situación tratan de ganar terreno hablando más. En cambio, darás una impresión distinta si permites que hable la otra persona, o si le planteas una pregunta y te muestras realmente interesado en su respuesta.
3. Pregunta qué puedes hacer para ayudar. Cuando alguien decide presentarte un proyecto profesional, busca maneras de facilitárselo. Por ejemplo, plantéale si quiere que le presentes a alguien que a ti te fue de gran ayuda en una situación similar.
4. Da motivos para recordarte. Es indispensable decir o hacer algo que no vaya a decir ni hacer ninguna de las otras personas con las que tu interlocutor interactuará ese día. Consigue situarte entre las pocas personas que recordará cuando llegue a casa.
5. Céntrate en la calidad, no en la cantidad. En este tipo de eventos, céntrate en unas pocas conexiones que vayan a portarte mucho, en lugar de disparar a todas bandas a ver si en alguna hay suerte.
6. Pregunta por algo personal. Evidentemente, sin pasar límites, pregunta por lo que le hace feliz o por lo que le apasiona. En un evento de networking a menudo se agradece hablar de algo no estrictamente relacionado, y dejarse llevar por la conversación.
7. Recuerda su nombre y sus particularidades. Trata de recordar como mínimo una anécdota de cada persona y recuérdasela cuando vuelvas a interactuar. Nadie olvida a alguien que demuestra que le ha prestado tanta atención.
8. Deja claro qué sabes hacer. Es necesario que te recuerden, pero también que sepan en que puedes colaborar, para que ese recuerdo aparezca cuando buscan a alguien que hace lo que haces tú. Exponlo de forma interesante para asegurar ese recuerdo.
9. Cuenta una historia. Crea una historia para explicar quién eres y a qué te dedicas, que ayude a las otras personas a entenderlo y a recordarlo. Aunque puedes aprovechar recursos literarios como la metáfora, asegúrate de que es auténtico.
10. Sonríe y establece contacto visual. Estos elementos son básicos en los primeros segundos del contacto, y está científicamente demostrado. Una sonrisa sincera y una mirada cálida ayudan a establecer una mejor conversación.
11. Repite tu nombre. Dilo al presentarte, dilo al dar la tarjeta y dilo al despedirte. Si no encuentran tu tarjeta, o ni tan siquiera das tarjeta, al menos que puedan localizarte. Si consigues que se acuerden de ti y que consideren contactarte, que no se lo impida el nombre.
12. Envía un correo electrónico. ¡Estamos en 2014! Es cierto que aún funcionan las tarjetas de visita, pero mostrarse un paso más actualizado no deja de ser positivo. Puedes en el momento de la conversación mandar un correo electrónico (o hacerlo más tarde para repetir el impacto)
FUENTE: www.equiposytalento.com