ARTÍCULO DE OPINIÓN

Llevaba días y días queriendo escribir un artículo sobre la realidad del mercado de trabajo y el desempleo en España. Y estaba, de hecho lo estoy, muy preocupado por el sistema de pensiones. En un cuarto de siglo creo que estaré jubilado (deseo) y me dedicaré a mis aficiones (una de ellos escribir en la web); sin embargo, al ritmo que lleva la economía española, los agoreros se atreven a afirmar que el futuro de las pensiones en España va a ser un sistema mixto (público y privado) de pensiones. No es lo que diga yo, es lo que piensan muchos economistas que no tienen problemas en defender este sistema, entre otras cosas, porque seguramente se encuentran en la lista actual de 36 profesionales en este mundo muy bien pagados (pero no serán los comunes como cualquiera de nosotros) y se pueden permitir ahorrar.

Hablan del futuro de las pensiones no quienes las tenemos que cobrar, si no los empresarios que son las que deben contribuir y pagar, indicando por ejemplo en este artículo que la receta para el futuro de las pensiones es trabajar más años y un sistema mixto de cotización. Siento mucho decirles a los círculos de empresarios que para la mayoría de los comunes, de unos cuantos millones de trabajadores esta propuesta me parece una inmoralidad manifiesta. Trabajar más años e imponer un sistema privado de pensiones me parece estupendo para quién voluntariamente lo decida; ahora mismo hay profesionales, autónomos y empresarios que tienen sus fondos de pensiones y su jubilación porque lo han decidido, pero imponer a todo un mercado laboral (con unos porcentajes de desempleo intolerables) que el sistema se contribuye de manera mixta, es excluir de manera directa a tres cuartas partes de los trabajadores de un derecho a su jubilación, puesto que si estas en desempleo, si eres joven o tu salario no te permite ahorrar para el plan de pensiones (contratos de 400 euros, fines de semana o por debajo de Salario Mínimo Interprofesional, etc)  estás tremendamente jodido para que cuando seas mayor, “viejuno” o tengas la necesidad imperiosa de jubilarte por edad (tu salud es probable que no te permita trabajar al mismo ritmo que trabajas hoy), te encuentres con que ese derecho lo has perdido porque no has cotizado lo suficiente ni en tiempo, ni en dinero,  y además no has contribuido privadamente a tu plan de pensiones. Pues este es el futuro de las pensiones que gobierno tras gobierno y los gürus empresariales quieren decidir por ti.

Pero si seguimos con este ritmo de desempleo real (no los datos maquillados) y con este mercado laboral tan precarizado que los gobernantes han impuesto, la Seguridad Social necesita de manera inmediata más 12.000 millones de euros para cerrar un Agujero mil millonario que tenemos cada año. Así lo advierte CC.OO. que insta al recién nombrado gobierno a acometer una reforma fiscal, revisar las bases de cotización y subir el SMI, a lo que yo añado que también deberá incorporar al mercado de trabajo a los jóvenes y mujeres que se sitúan en más del 50% su tasa de paro. Pero para colmo de los males de nuestra economía y de los recortes que nos exige Europa, por muchas políticas de Garantía Juvenil y planes que se ofrezcan, las medidas planteadas son un extraordinario fracaso; y no es solo es una opinión mía, Bruselas advierte del fracaso para con los jóvenes. Puedo escribir durante días del porqué del fracaso de estas medidas, pero no solo en los jóvenes. Nuestros políticos no entienden de manera adecuada que la colaboración público-privada en cualquier ámbito no sirve ni funciona para garantizar derechos. Uno de los ejemplos más bochornosos y que empezó con el gobierno de Zapatero y continúo con el gobierno de Rajoy fue el fiasco de las Agencias Privadas de Colocación. Algunos lo consideran un timo, otros un fracaso, y otros una manera para reducir estadísticas de desempleo.

Lo que es evidente que las colaboraciones publico privadas siempre han estado muy mal entendidas por los que externalizan servicios (las administraciones), los que los prestan (las empresas su modelo de negocio es ganar dinero) como los destinatarios de estos convenios (los desempleados y empresas usuarias que entienden que es hacer negocio con sus necesidades de empleo o de reclutamiento respectivamente). Este modelo público-privado no sirve ni para las pensiones, ni para los desempleados ni para los trabajadores; afirmo que solo sirve para que un puñado de empresas se lucren a costa de la administración y de los ciudadanos.

Además colaboraciones público-privadas y externalización de servicios se ven en todas las administraciones públicas (estado, comunidades autónomas, diputaciones, ayuntamientos, etc) y diversos formatos competenciales (residencias de mayores, agencias de colocación, prestación de servicios de agua, recogida de basuras, etc, etc, etc); y más grave aún, la incompetencia de todos los gobiernos y de todos los colores, los recién llegados y los que se fueron, de no hacer absolutamente nada, obviar, esconder y ocultar esta realidad, en vez de proponer un  papel centralizador de servicios al ciudadano que debe recaer en la Administración.

Pero además advierto mi malestar al ver noticias como que Empleo prepara una herramienta para clasificar los parados según su perfil. Pero bueno…!!!!! Si esto lo llevamos haciendo desde hace años y años las diversas administraciones. Que el problema no está en el perfil del demandante, reside en la capacidad que tienen las empresas para contratar personal. Como dicen en mi tierra, “vuelta el borrico al sembrao”, andar otra vez por planes que no tienen objetivos ninguno que no sea maquillar estadísticas. Alguien debe poner cordura a este mercado laboral, porque mientras que criminalicemos a los jóvenes, a los parados, a las mujeres, a los trabajadores, a los que contribuyen con su nómina al sistema de pensiones, estamos obviando a aquellos que quieren lucrarse de la necesidad de todos los nombrados anteriormente; una noticia como que la compañía BOMBARDIER anuncia 7.000 despidos me hace pensar y preguntarme cómo los poderes fácticos desvian el problema diciendo que los jóvenes sin titulación tienen difícil inserción laboral, que son unos vagos que no quieren estudiar, en vez de ir a la fuente del problema de porqué la empresa va a despedir a toda esa gente.

Esta reflexión que hago a altas horas de la noche, viene porque durante los últimos tiempos uno piensa en su futuro laboral y en su vejez. A este paso, cuando yo quiera jubilarme con la ley en la mano de hoy yo deberé tener 67 años y a este ritmo llevaré 52 años cotizados. ¿¿Es justo???  No vale ni acepto que me digan que un joven de hoy, no tendrá jubilación porque con su salarios y su precariedad laboral es previsible que ni tan siquiera tenga más de 20 años cotizados y pueda jubilarse antes de los 70 años. Creo que ambas afirmaciones además de injustas me parecen inmorales.

Un buen debate en este día de otoño; quizá mi “mediana edad” (me asusta decir esto) me hace reflexionar en el pasado, analizo el presente ahora que tenemos gobierno y veo un futuro que sin ser adivino, no me gustas nada…!!!

¿y tú qué piensas?

Te agradezco tus comentarios y aportaciones de esta reflexión en voz alta y personal.

 

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