“Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y reaprender”  Albin Toffler. 

Estamos aprendiendo todo nuestra vida, desde que nacemos, aunque no nos demos cuenta; aprendemos de nuestros padres, de nuestra familia, de nuestros amigos, y por supuesto en el colegio; es algo que no podemos evitar. Gracias al aprendizaje adquirimos nuevas habilidades y conocimientos que nos permiten desenvolvernos en nuestro ambiente personal y profesional.

Hay muchas cosas que hacemos por inercia, porque las aprendimos así y porque ni siquiera nos hemos planteado que se puedan hacer de otra forma. Por eso es tan necesario aprender a ‘desaprender’ todo aquello que nos limita y nos impide mejorar y avanzar.

Si no somos capaces de “desaprender” lo aprendido y volver a aprender cosas nuevas, no seremos capaces de desarrollar las nuevas competencias y habilidades que se requieren para los nuevos modelos de empleo.

Las nuevas organizaciones buscan empleados que sean capaces de adaptarse, de desaprender y de volver a aprender y desarrollar nuevas competencias y habilidades. Hablamos en una entrada anterior en este blog de los Knowmad, los trabajadores del futuro que se caracterizarán por ser los trabajadores del conocimiento.

La labor del trabajador del conocimiento en el nuevo entorno laboral es saber qué información necesita y saber cómo aplicarla. Son por lo tanto trabajadores que viven de su conocimiento y que están constantemente aprendiendo y “desaprendiendo”.

Seguramente son muchas más, pero quiero destacar hoy estas cinco ventajas de “desaprender”.

5 ventajas de “desaprender” y volver a aprender

  1. “Desaprender” es plantearse de forma crítica lo que hemos aprendido. No quiere decir renunciar a los conocimientos útiles que hayamos ido aprendiendo a lo largo de nuestra vida, sino que se refiere a la necesidad de aplicar el razonamiento lógico a nuestros conocimientos, y a la habilidad de recordar y aplicar aquellos que sigan siendo adecuados a los nuevos tiempos y olvidar y renovar aquellos que se hayan quedado obsoletos.
  2. Lo aprendido sin aplicación de la crítica nos limita en nuestras posibilidades de futuro; tanto en las personales como en las profesionales. La gestión de un departamento de Recursos Humanos del siglo XXI no tiene nada que ver con la gestión de ese mismo departamento a principios del siglo XX. La innovación en la gestión de personas implica conocer los nuevos modelos de gestión de talento, gestión del conocimiento, medidas de conciliación familiar o aplicación de horarios más flexibles y productivos; nada de esto sería posible, si no tuviéramos la capacidad de aplicar el sentido crítico a lo aprendido hasta ahora, rechazando lo que ya no es aplicable y aprendiendo las nuevas formas y modelos de gestión.
  3. Si no somos capaces de “reaprender” y adaptarnos a los nuevos tiempos estamos perdiendo oportunidades de encontrar empleo. Temas ya tratado en este blog como las nuevas herramientas 2.0 para crear nuestros currículums o la utilización de las redes sociales de forma profesional para crear nuestra marca personal, son competencias y habilidades requeridas en las nuevas organizaciones. Negar esta evidencia es negarnos posibilidades de futuro.
  4. Desaprender y volver a aprender es cultivar la cultura del esfuerzo, es asumir que somos seres con capacidad para replantearnos lo que nos enseñan y para aplicar la innovación en nuestra formación y en nuestro trabajo. Aquellos que no dejan nunca de aprender, aquellos que tienen inquietudes durante toda su vida y no se acomodan, son los valientes, los que abandonan la zona de confort para arriesgarse a nuevas aventuras y nuevos retos profesionales.
  5. Nada es para siempre, ni las formas de buscar empleo, ni los métodos de selección de personal, ni las relaciones entre jefes y empleados, ni los modelos de trabajo. Desde esta premisa necesaria de que nada es para siempre, no podemos ser inmovilistas en nuestra formación ni en nuestro conocimiento.

La formación del siglo XXI exige enseñar a “desaprender”, a mirar con pensamiento crítico lo que nos enseñan, a exigir la individual racionalización de los contenidos; solo de esta forma conseguiremos adaptarnos a los nuevos tiempos, solo de esta forma conseguiremos que los conocimientos se conviertan en una ventaja competitiva para buscar empleo, para conseguirlo y para desarrollar una carrera profesional según los nuevos modelos de trabajo.

AUTOR: Juan Carlos Barceló

FUENTE: http://www.imf-formacion.com/blog/recursos-humanos/formacion/5-ventajas-desaprender-volver-a-aprender/