Resulta que todo hijo de vecino es bueno en algo, que no en lo mismo. Ser autónomo es una vía interesante mediante la cual emprender un proyecto propio, la más rápida en cuestión de trámites. Pero la verdad más grande e irrefutable de todas en torno a ser autónomo es que no cualquiera está hecho de la pasta necesaria.

Si no mira a los que hicieron el anuncio de Bankia, el del taxista levantando su coche. ¿Qué te crees que era accionista de la empresa de transporte? No, porque no hubiera tenido fuerza para levantarlo. Que no es que esté mal ser socio capitalista, pero ser autónomo es otro rollo. Otro nivel.

 

Resulta que lo de no ponerte malo nunca, tener un número de días libres al año inversamente proporcional al que trabajan los Reyes Magos y tener que pagar una cuota de autónomo que a menudo abarca un tercio de tu sueldo, al final le va creando a uno una de fuerza interna, en plan midiclorianos o algo, y terminas convirtiéndote en una especie de súper héroe que es capaz de todo con tal de sacar adelante su proyecto de negocio.

Dejando el cachondeo a un lado, en el artículo de hoy repasaremos ciertos consejos acerca de ser autónomo que te facilitarán las cosas y evitarán que te arruines (no sólo en el sentido económico) más pronto que tarde.

1. Para ser autónomo sin arruinarte elabora un plan de negocio EFICIENTE

Esto implica analítica de mercado, de tu entorno competitivo, un plan financiero, una estrategia de marketing. ¿Crees que ahorrar en estos ámbitos o dejarlos para más adelante (“cuando vaya funcionando la cosa”) va a hacerle un favor a tu negocio? Nada más lejos de la realidad.

No importa que pretendas abrir una peluquería, un bar, una gasolinera, una asesoría o un estudio de arquitectura. Siempre es necesario conocer el contexto en el que pretendes integrar tu empresa. A la larga, ahorrarás en costes, problemas y desviaciones del plan que tenías tan perfectamente claro en tu cabeza.

2. Encuentra la forma de ofrecer un valor añadido con tu producto o servicio

Ello implica conocer bien a tu cliente y saber qué puede serle útil o hacer que se decante por tu propuesta antes que por la de la competencia. Piensa en elementos que te hagan sobresalir. No tienes que invertir mucho en ello. Por ejemplo, volvamos al ejemplo de la peluquería.

Montas un salón low cost para mujeres, orientada al público joven, pero que encuadra en el perfil de negocio de peluquería de barrio. Podrías ofrecer, por ejemplo, Wi-Fi gratis a tus clientes. Quizás parezca una tontería pero probablemente,  en ese elemento que te supone una inversión relativamente reducida, radica el hecho de que un consumidor potencial se decante por tu servicio antes que por la Peluquería Pepi de la otra esquina. Esto es un mero ejemplo, ahora te tocaría a ti pensar en un factor guay que encaje con la naturaleza de tu empresa e implemente la calidad de la experiencia de tus clientes.

3. Presencia online para construir y vender tu marca

Gestión de comunicación en redes sociales, contar con una página web de calidad respetable y usabilidad, incluso tener un blog corporativo donde generes contenido útil para tus públicos. Ya sabrás que en el contexto actual es fundamental a niveles hiperbólicos contar con una gestión de comunicación, sobre todo a nivel online, eficaz cuanto menos. Ello no sólo beneficiará la imagen de tu empresa sino que te ayudará a generar clientela. Además, hará las veces de herramienta de fidelización si consigues ofrecer contenido de calidad que llame la atención de tus clientes tácitos y potenciales, así como la de otros tipos de skateholders con los que te interese cuidar tus relaciones.

La buena noticia es que como estamos hablando de ser autónomo sin arruinarte y sin que sirva de precedente (soy férreo defensor de la idea de que es aconsejable delegar en profesionales que sepan hacer bien su trabajo y generen resultados óptimos), este área tampoco implica un gran nivel de inversión (necesariamente). Existen herramientas gratuitas en internet de funcionamiento sencillo que pueden ayudarte al respecto.

4. Motivación + formación = ideas válidas

Tu recorrido a la hora de ser emprendedor estará poblado de problemas, por lo que tu actitud debe ser proactiva en cuanto a la búsqueda de soluciones e incluso, yendo más allá, adelantándote a las posibles necesidades de tu negocio y exigencias por parte del mercado y de tus clientes.  

El elemento sine que non es la motivación, pero no es suficiente

Cuando emprendes un proyecto propio el elemento sine que non es supuestamente esta motivación de sacar adelante tu idea para ofrecer algo útil e interesante al mundo, generar riqueza, autoempleo, un mejor nivel de vida, autorrealización,… Cada cual tiene sus factores inspiracionales. Además, si decides dar el paso de ser autónomo y emprender tu propio negocio, muy probablemente la profesión a la que te dediques será vocacional y se te dará bien desarrollarla, ¿no? Eso es genial, sobre todo cuando tienes que lidiar con la incertidumbre y el laborioso trabajo que implica ser autónomo, pero no es suficiente.

Para conseguir ser autónomo sin arruinarte, como te decíamos antes, tendrás que sobresalir con tu negocio. Para ser como un punto fluorescente sobre tu competencia, gris y sin gracia, deberás implementar en tu empresa acciones y estrategias comerciales válidas y que realmente funcionen. ¿Cómo? Formación continua, reinvención de conceptos, actualización con las últimas tendencias del mercado y del sector en el que insertas tu negocio.

Ni siquiera necesitas un título colgado en la pared para ser un crack en lo que haces

No tienes que hacer el máster más caro del mundo. De hecho ni siquiera necesitas un título colgado en la pared para ser un crack en lo que haces. Formación puede ser leer blogs de expertos, revistas y publicaciones especializadas, asistir a conferencias sobre tu ámbito profesional, leer un libro. La cuestión es seguir evolucionando para convertirse en la herramienta clave de tu proyecto.

5. Planificación, análisis: TOP MUST

 Y más cuando contamos con pocos recursos. Para optimizar nuestras acciones debemos tener claro en qué punto nos encontramos, dónde queremos llegar, qué hemos hecho o qué se ha hecho hasta ahora en ese ámbito (analiza casos de éxito y fracaso, por ejemplo) y utiliza toda esta información para generar bases de datos o información que te ayuden a adelantar y trazar tácticas que den justo en el clavo. La analítica es fundamental en el desarrollo de un negocio factible. Desarrollar cualquier tipo de plan de negocio o acción sin analizar los estudiar de lo que hacemos (antes, durante y después) es como conducir ciego.

Llevar a cabo acciones en un negocio sin aplicar analítica es como conducir ciego

6. Equilibrio entre trabajo, inversión de recursos y establecer límites para conseguir perdurar con nuestro negocio

Estar al frente de un negocio no significa simplemente hacer caja cuando termine el mes, sino que el control y la supervisión de todas las actividades y decisiones que se toman debe ser constante. De hecho,  cuando hablamos de pequeños negocios, suele ser una sola persona (TÚ) la encargada de desarrollar varias actividades necesarias para el funcionamiento correcto del proyecto, por lo que la dedicación es enorme.

Trabajo duro, sin que ello desencadene malestar en el desarrollo de nuestra vida, ya que esto podría acabar con tus alicientes para seguir a tope con tu empresa y esta, después de ti, acabaría sufriendo las consecuencias de tu declive y el de tu motivación como emprendedor. Para ello invierte tus recursos con cabeza, no sólo tu capital, sino tu tiempo, por ejemplo. Si sabes que no vas a disfrutar cogiendo cierto proyecto, declina la oferta. La cuestión es entender que ser autónomo implicará que dediques gran parte de tu energía en la actividad, con lo que es mejor tomárselo con filosofía.

7. Autocrítica y asimilación de fracasos: NO DRAMAS, criatura

Tu idea no es siempre la mejor del mundo, al igual que el hijo de una madre no es siempre el más guapo por mucho que esta insista y nadie va a morirse por ello, no hay que ponerse intensito.

Tampoco podrás encargarte tú de todo, deberás aprender a delegar, preferiblemente en profesionales y, sobre todo, en las áreas de tu negocio que más se desvinculen de la actividad principal y mayor esfuerzo exijan por tu parte.

Por ejemplo, en cuanto al área fiscal, contable, laboral de tu empresa. Todo el rollo del papeleo. Existen softwares de facturación que podrán ayudarte con el trabajo. Y si decides dedicar la totalidad de tus esfuerzos en hacer crecer tu negocio y prefieres despreocuparte de todo el papeleo de tu empresa, siempre puedes contar con la ayuda de una asesoría de confianza como Ayuda-T Pymes que esté ahí, sin que tengas que mover un dedo de su sitio, para solucionarte el trimestre, la contabilidad con gastos e ingresos, la facturación, el ámbito laboral y cualquier tipo de trámite.

Por otra parte, aprende a asimilar que no todo siempre va a salirte bien y no pasa nada. Los fracasos, como en la vida, son la mejor herramienta para enseñarnos cuál es el camino correcto y qué no hacer never ever again.

Total, que no hay que tenerle miedo al fracaso, ya que si este se materializa, servirá como experiencia para gestar una nueva y mejor idea.

8. Networking, proveedores, clientes y relaciones personales

A la hora de ser autónomo sin arruinarte y llevar a término con éxito tu proyecto empresarial, otro elemento imprescindible será la correcta gestión de tus públicos de interés o skateholders. Las relaciones personales en el ámbito del emprendimiento se deben cuidar y vigilar a cualquier nivel, ya que pueden afectar al ámbito profesional. ¿Cómo? Trazando una red de networking de calidad, estableciendo relaciones win-win con tus proveedores y clientes. Esto es encontrar la forma de estrechar lazos en tus relaciones comerciales utilizando la estrategia de que todo el mundo gana.

Relaciones win-win con tus públicos es la clave

Ejemplo.

Tu proveedor sabe que pagas bien y a tiempo, que seguirás demandando sus servicios y no lo abandonarás por la primera oferta y cara bonita que se te cruce en el camino, en consecuencia tu proveedor está contento, espléndido, feliz de trabajar contigo y haberte conocido, te dará acceso a facilidades de pago cuando lo necesites, descuentos y ciertos privilegios. Todo el mundo guay, todo el mundo gana.

Ejemplo 2.

Tus clientes se sientes bien atendidos por tu negocio y valorados. Tienes detalles con ellos, la calidad de tu producto o servicio (pre-mediante y post venta) cumple sus expectativas. Además me haces caso en cuanto a la generación de contenido a través de plataformas online y creas comunidad en torno a tu marca, comunidad de la que forma parte tu cliente que te sigue, comparte la información útil que le proporcionas convirtiéndose en prosumidor de tu marca y generando atención en torno a ella y posibilidad de nuevos clientes.

Si es que al final está todo conectado


FUENTE: GESTRON @AyudaTPymes

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