Es indiscutible que el mundo ‘start up’ ha llegado con nuevos puestos y perfiles especializados. Profesiones que requieren un alto conocimiento del universo digital, pero también muchas otras habilidades.

Think out the box. Ésta es la máxima por la que se guía la mayoría de emprendedores que quiere ampliar su plantilla. La contratación en una start up va más allá de la búsqueda de perfiles con formación superior, control de idiomas, experiencia internacional y bagaje profesional. En estas pequeñas compañías lo que quieren es que te mojes, que pienses más allá de lo que se te pide, que te sientas y actúes con motivación y que veas el proyecto como algo propio.

El mundo emprendedor despega y con él nacen distintas profesiones que hasta hace unos años parecían sacadas de cualquier libro de Asimov: expertos en SEO, SEM, usabilidad, digital marketing manager, experto en desarrollo de negocio digital, gestor de contenidos ditigales, científico de datos, y por ahí sigue la lista. Un universo que, aparentemente, reniega de los perfiles más tradicionales. Nada más lejos de la verdad… Los innovadores necesitan gente a su lado que comparta su ilusión y quiera sacar adelante el proyecto, y también (y no es excluyente de lo anterior) profesionales que conozcan cómo se maneja y gestiona una compañía. Así, y según Patricia Fernández Ponga, directora Internet y ecommerce en Experis, «entre las posiciones directivas más reclamadas destacan la de CEO, el 20% de las ofertas; las de director de márketing digital, con el 25%;las de director de operaciones (15%); y las de CTO (15%). Y entre los perfiles técnicos se pide, principalmente, técnicos cualificados tales como desarrolladores, expertos enbusiness intelligence y consultores en usabilidad».

Salarios…

Poner en marcha una empresa requiere tiempo y dinero, y no siempre se cuenta con el capital necesario para atraer el talento que esa idea de negocio requiere. Dicho esto y partiendo de la idea de que muchos emprendedores echan mano de estrategias, a cada cual más imaginativa, para retribuir a sus empleados, la directiva de Experis desvela que «los salarios fijos oscilan en las posiciones directivas entre los 70.000 y los 90.000, y un salario variable de entre el 30% y el 50% del fijo. También se ofrecen opciones sobre acciones para fidelizar a estos perfiles que son de confianza. Asimismo, los sueldos de los perfiles técnicos oscilan entre los 45.000 y los 50.000 euros». En cualquier caso, todo depende del sector. No se barajan los mismos sueldos en retail, que en banca o en salud. «Lo que sí suele ser un patrón muy repetido es que los fundadores son los últimos en cobrar salarios, y en ocasiones son los más bajos. Así que es muy normal que el programador contratado gane más que el CEO de la compañía», señala Néstor Guerra, consultor y profesor debusiness design y lean startup en EOI.

Aun así debemos tener en cuenta que «en una start up el flujo de ingresos no es tan regular como en una compañía tradicional, y la seguridad de la nómina el primer día del mes tampoco está garantizada», recuerda Valentín Bote, director de Randstad Research, «de ahí que se necesiten personas que se sientan ilusionadas con el proyecto», añade.

No sólo eso. Patricia Mata, responsable de Fintech del Grupo CIMD, habla de la necesidad de los trabajadores knowmad, «pues los nuevos puestos no se limitarán a realizar unas tareas previamente definidas en su entrevista con recursos humanos, sino que tendrán que estar constantemente en evolución, es decir, activar el estado de beta permanente». Un nuevo paradigma que requiere de un perfil determinado: «innovador, imaginativo, creativo, capaz de trabajar en colaboración con casi cualquier persona, en cualquier momento y lugar», define Mata. Y no todo el mundo está preparado para este cambio, ni le apetece dedicar su talento a una compañía con un alto riesgo de quiebra. Para que este tipo de empleo se normalice, «es necesario que ocurran dos cosas en nuestra sociedad: que existan incentivos fiscales importantes para las start up; y un reconocimiento al que se la juega, al que arriesga pero no lo consigue. Reconocer el fallo como un logro y no como un fracaso. Algo que empieza a surgir ahora», asegura el consultor y profesor de business design ylean startup en EOI.

Los imprescindibles

Exigencias aparte, lo cierto es que, como en cualquier empresa, en las start up de base tecnológica son indispensables ciertos perfiles para que el negocio funcione. Según Bote, una empresa emergente basada en nuevas tecnologías no podría echarse a rodar sin contar con «profesionales expertos en márketing online». Las ventas, al fin y al cabo, son la razón de ser de todas las organizaciones.

Mata afina más el tiro y señala como imprescindibles: «Chief experience officer; digital identity planner;financial technologist; personal brand manager; digital manager; digital sales specialist; digital communication specialist; digital project manager; digital marketing manager; social media manager; community manager; web master; web developer and designer manager; user experience specialist«. Unos cargos que a muchos les sonarán a chino, pero que están a la orden del día y son esenciales en una start up que quiera tener éxito en el sector de las nuevas tecnologías.

No olvides las habilidades que se demandan

Quién no querría en su compañía a una persona flexible, eficaz, capaz de trabajar en equipo, con dotes de liderazgo y para la que tomar decisiones no suponga un problema. Este perfil ideal es el que reclaman las ‘start up’ y prácticamente todas las empresas del mundo. «Richard Gerver en su libro ‘El cambio’ compara a los seres humanos con los iPhone. El ‘smartphone’ siempre está cambiando. Hay ‘app’ que nos descargamos cuando nos sirven y borramos cuando ya no las necesitamos. Los humanos debemos hacer lo mismo, debemos estar aprendiendo y desaprendiendo en función de las necesidades que nos brinde el futuro», afirma Patricia Mata, responsable de ‘Fintech’ del Grupo CIMD. Un profesional que además de los conocimientos técnicos necesarios, disponga de esa actitud que quieren los emprendedores no tendrá problema en encontrar un puesto en cualquier empresa emergente. Y nada tiene que ver con el sexo o la edad. Patricia Fernández Ponga, directora de Internet y ‘ecommerce’ en Experis, desvela que «en las ‘start up’ se buscan personas que aporten y que se lancen a la arena. Gente que esté orientada a resultados y motivada por la empresa. Que se mueva con el impulso». Unos requisitos que puede cumplir tanto un sénior como un junior, y lo mismo un hombre que una mujer. Empresas relevantes en el mundo emprendedor como Hawkers, han contado infinidad de veces que en sus procesos de selección se fijan en aquellos candidatos que controlen las funciones que se les va a pedir y tengan ganas e ilusión. Todos los miembros del equipo deben remar hacia la misma dirección, y eso no lo aportan los títulos.


FUENTE: EXPANSIÓN

http://www.expansion.com/emprendedores-empleo/emprendedores/2016/09/02/57c9b76de5fdea80788b45c3.html