PSA Vigo aspira a recuperar el nivel de los 10.000 trabajadores con la nueva K-9

La adjudicación de las nuevas furgonetas K-9 suponen una oportunidad para la planta de Balaídos de Peugeot Citröen, que confía en alcanzar una producción anual de 250.000 unidades al año del nuevo modelo y, con ello, volver a los niveles de ocupación previos a la crisis.

La planta de PSA Peugeot Citröen de Vigo da trabajo, en la actualidad, a 6.000 personas y, desde que empezó la crisis en 2007, no ha vuelto al nivel de los 10.000 empleados. Ahora confía en volver a alcanzar esa cifra de empleos manteniendo los seis modelos de vehículos que ya fabrica y, sobre todo, con la adjudicación de las nuevas furgonetas K-9, que acaba de conseguir, y de las que aspira a producir 250.000 unidades al año hasta 2028. Sumadas esas unidades -que empezarán a comercializarse en 2017- a las que ya se fabrican en Vigo del resto de modelos, da como resultado que la planta gallega montará, al año, 450.000 vehículos.

Además, esa cifra de empleos -10.000- que baraja la compañía automovilística llevaría también aparejada la creación de nuevos puestos de trabajo en industrias auxiliares que, en la actualidad, dan trabajo a otras 12.000 personas en toda la comarca.

La factoría gallega se ha hecho con esta nueva adjudicación al imponerse a la planta de PSA en Trnava (Eslovaquia), tras aceptar condiciones como un ajuste salarial, que afectará fundamentalmente a los nuevos contratados; mejoras logísticas para reducir el coste de producción de los vehículos y apoyo económico institucional, tanto por parte del Gobierno como por parte de la Xunta.

Tras recibir el encargo, los trabajadores se han mostrado aliviados, aunque desde el sindicato Comisiones Obreras lamentan la «competencia brutal entre plantas de la misma empresa para imponer recortes a la plantilla». Por su parte, partidos políticos y organizaciones patronales como la CEG, Asime (metal), Ceaga (clúster de automoción) o Anfac (fabricantes de coches) han valorado positivamente la adjudicación.

Y el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha celebrado la noticia asegurando que supone una garantía de actividad en el sector «durante el próximo  cuarto de siglo y algunos años más». Y ha felicitado a la fábrica y a los trabajadores por ganar el proyecto «con su productividad, su buen hacer, su capacidad y su organización».