Qué esperar de una aceleradora

Escrito por María Marco

Todos los días nos encontramos con startups que fracasan. Y dependiendo de a quién escuches, el índice de hundimiento va a ser de entre el 50 % al 90 % de uno a cinco años. Puesto que los emprendedores inteligentes son conscientes de ello, buscan ayuda. Mentores, asesores, empresarios del grupo de colegas, cursos de negocios, intelectuales y aceleradoras son algunas de las opciones.

De hecho, según TechCrunch, hay aproximadamente unas 170 aceleradoras en todo el mundo. Algunas de las favoritas de los medios, como son 500 Startups, TechStars e Y Combinator, producen en masa tanto grandes éxitos como fracasos, a veces colosales. Pero en pocas ocasiones se ha conocido de primera mano lo que, en realidad, es una aceleradora y de lo que es capaz de hacer por tu startup.

  • Cómo funcionan

Así, en busca de respuestas, Robert Wallace, vicepresidente ejecutivo de Tallwave, nos proporciona información clave sobre su funcionamiento. Para empezar, Wallace define las aceleradoras como: “aquellas organizaciones que se encargan de ‘acelerar’ el crecimiento de nuevas empresas. Ofrecen servicios profesionales y de entrenamiento enfocados en el desarrollo de productos, financiación, experiencia del consumidor final, creación de marca, ventas/marketing, establecimiento de valoraciones y formación de equipos eficaces. Normalmente proporcionan servicios y a veces pequeñas cantidades de capital semilla, a cambio de hasta un 10 % de participación en la startup”.

Aunque los emprendedores ya se hayan podido hacer una idea, vamos a centrarnos en cuatro aspectos: qué se puede esperar de las aceleradoras, y en tres cuestiones para determinar si una aceleradora es una opción adecuada para ti:

  • Qué se puede esperar de ellas
  1. Prepárate para el brillo de los focos y el interrogatorio. Imagina una habitación oscura, unos cuantos focos iluminándote y un montón de miradas clavadas en ti, mientras te acribillan a preguntas de forma tan incesante que sobre tu frente resbalan gotas de sudor. ¿Un poco dramático? Puede que sí, pero los emprendedores de éxito deben hacer frente al fuego. Según Wallace, “El interrogatorio duro, la incredulidad y la crítica dentro de una aceleradora son precisamente para fortalecer tu empresa. Así que recomiendo a todos los emprendedores que dejen sus egos a un lado, y escuchen, aprendan y superen esas preguntas. Recuerda, el principal interés para la aceleradora será comprobar también que tu negocio va a transformar el mundo”.
  2. Prepárate para el trabajo duro. Resulta triste decirlo, pero es algo que veo todos los días desde mi propia experiencia con emprendedores, algunos sólo buscan la manera más cómoda de alcanzar el éxito, y no parecen dispuestos a esforzarse por ello. Despierta del sueño, porque va a ser necesario trabajar duro. Wallace afirma: “Algunas aceleradoras se suben las mangas más que otras. Pero la realidad es que van a añadir más tareas a tu ya considerable lista de quehaceres pendientes. Pero como con cualquier otra cosa, lo que finalmente obtengas dependerá de lo que aportes”.
  3. Mentalízate: tu startup va a cambiar. Un hecho a ciencia cierta en cuanto al intenso interrogatorio combinado con el trabajo duro (centrado en hacer lo correcto) y aplicado a una idea de negocio, va a distorsionar y cambiar muchas cosas. En otras palabras, tu startup no debe (ni debería) salir siendo la misma que cuando entró. Wallace agrega: “Digamos que tienes una idea en una servilleta. Lo normal es que abandones la aceleradora con un modelo y una idea realista de cómo vas a ganar dinero. Tal vez entraste con un determinado modelo de trabajo y de usuarios beta. Deberías marcharte con una confirmación más profunda de las necesidades de los clientes, una estrategia de capitalización, y un sólido plan de penetración en el mercado. Una buena aceleradora debe estar especializada en llevar a una startup desde el punto A al punto B, dependiendo de dónde se encuentre el punto A para esa startup”.
  • ¿Es adecuada una aceleradora para tu empresa?

Pregunta 1: “¿Crees que el capital es la píldora mágica para tu startup?”

Si tu único objetivo al unirte a una aceleradora es el de recaudar capital, vete preparándote para la decepción. Las buenas aceleradores deberían mejorar tus posibilidades de financiación, pero tu negocio tiene que estar preparado para dar ese paso (la mayoría no lo están). Lo mejor es que centres tus esfuerzos dentro de la aceleradora en hacer de tu empresa un negocio más financiable.

Wallace dice: “Normalmente, esto significa que el producto ha logrado avances, que has conseguido algo de cuota de mercado, tu modelo financiero tiene sentido, y que cuentas con un plan aprobado para acceder al mercado. Si la aceleradora te ayuda en estas áreas y además te ofrece conexión con el capital también, eso es estupendo. Pero nunca esperes que te facilite la recaudación de fondos, ya que incluso en el mejor de los casos, se trata de un trabajo difícil” .

Pregunta 2: “¿Quieres crear una empresa o simplemente lanzar una startup? “

Me encanta esta pregunta de Wallace. Sí, esas historias de éxito “de la noche a la mañana” que provienen de las aceleradoras nos hacen pensar que parece fácil. Has sido aceptado en una, todas las noches en vela escribiendo el código, y codeándote con los capitalistas de riesgo adecuados, hasta el día de tu adquisición o salida a bolsa. Pero ese cuento de hadas sólo se le atribuye a un pequeño porcentaje de emprendedores. Un porcentaje mayor fracasa rápidamente, y otros caen a la mitad.

Entonces, ¿cuál es tu plan si fracasas a la mitad del camino y tienes que pagar las nóminas, alcanzar los objetivos de ingresos y hacer de tripas corazón durante muchos años?. En otras palabras, ¿te verás forzado a operar un verdadero negocio?. Los emprendedores inteligentes se miran al espejo primero. Se hacen preguntas complicadas como esas. En resumidas cuentas, la mayoría de los emprendedores no se encuentran preparados para el “término medio”.

Si ése es tu caso, tu negocio podría no encajar en una aceleradora. Más aún, puede que tampoco lo haga en el espíritu empresarial en general. Wallace dice: “Si estás preparado y dispuesto a seguir adelante, entonces deberías buscar aceleradoras que te ayuden con la comercialización de tu negocio, no sólo con la puesta en marcha del mismo. Es decir, con los mecanismos concretos relativos a los productos, adquisición de clientes, financiación y gestión empresarial”.

Pregunta 3: “¿Qué tipo de acceso necesitas?”

Si has superado la pregunta número dos de la prueba, a continuación es necesario determinar la forma de elegir la aceleradora apropiada. El emprendimiento de éxito tiene que ver con el acceso, el acceso a la experiencia, a los mentores, a posibles fuentes de financiación, a los emprendedores del grupo de colegas y socios viables.

Wallace afirma:“¿Es capaz una aceleradora de ofrecerte exposición frente la gente para la cual tu idea está hecha a medida, y no menos importante, te encuentras preparado para sacar provecho de esos contactos?. Si la respuesta es sí, entonces esa aceleradora probablemente sea la adecuada para ti”.

Cuando le pedí a Jeffrey Pruitt, cofundador y CEO de Tallwave, que me resumiera el beneficio más importante para los emprendedores, me dijo esto: “La educación y la orientación. Las aceleradoras te proporcionarán acceso a expertos en tu mercado y a un montón de entrenamiento. Podría ser el ingrediente secreto necesario para remontar tu negocio sin experiencia, porque todo el proceso puede hacerte avanzar en un sinnúmero de áreas. Una vez allí, tanto el asesoramiento como las relaciones que establezcas suelen mantenerse durante toda la vida de una empresa”.

Independientemente de que una aceleradora sea o no la decisión correcta, te aconsejo encarecidamente que vuelvas a leer los puntos anteriores de nuevo. ¿Por qué?, porque los mejores emprendedores fomentan un ambiente donde se hacen preguntas difíciles, los mentores están ahí para ayudar con su orientación y el propósito es la creación de una empresa de larga duración. Todo lo que encontrarías dentro de una aceleradora respetable.

Fuente: Eric T. Wagner  www.forbes.com