Para las personas que amamos la docencia, terminar el año realizando una acción formativa es un placer. Si además, va dirigida a grandes profesionales con una larga trayectoria en servicios de orientación profesional y empleo, es un lujo. Los profesionales a los que se ha dirigido esta acción formativa forman parte de ese grupo selecto de profesionales «todoterreno» que realizan funciones de selección, reclutamiento, prospección de mercados, formación y orientación profesional en su respectiva entidad. Ha sido una semana intensa, donde de manera transversal se han abordado distintos aspectos que envuelven a este sector (la poca valoración de la profesión, la diferencia de funciones que realizamos dependiendo de la entidad u organismo para la que trabajamos e incluso las diferencias entre comunidades autónomas). Sus visiones, aportaciones y críticas constructivas, sin duda, han enriquecido este curso.

Llevamos años escuchando cómo las redes sociales pueden ayudarnos en nuestra búsqueda de empleo o cómo podemos aplicarlas a nuestro trabajo diario. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los profesionales se han zambullido de una manera autodidacta en este inmenso mundo (algo que compruebo diariamente en muchos de los perfiles de los profesionales a los que sigo o me siguen). Por ello, que otra comunidad autónoma valore mi trayectoria profesional y haya depositado en mí su confianza para guiar como formadora y facilitadora a estos grandes profesionales del sector, me llena de orgullo. Aquí os dejo un resumen con lo más significativo de esta experiencia.

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FUENTE: http://blogdeorientacion.blogspot.com.es/