Una factura también puede ser una forma de potenciar tu negocio. Diseña tu factura y marca la diferencia con tus competidores.

Cuando hablamos de facturas profesionales no sólo hablamos de facturas hechas por y para profesionales. Toda factura ha de tener los elementos legales requeridos por la autoridad fiscal (título, fecha, número, datos del emisor y del cliente, importe, retenciones fiscales) y están obligados a emitirlas los empresarios y profesionales.

Ahora bien, una factura también puede hablar mucho de tu empresa. Y es ahí cuando hablamos de facturas profesionales.

Es decir, facturas bien hechas, inteligibles y atractivas cuya función principal no sólo es indicar una transacción comercial, sino potenciar tu marca.

Un ejemplo bastará para explicarnos mejor.

A continuación, puedes observar una factura que cumple con todos los requisitos formales:

No está mal, pensarás, pues cumple con su función básica.

Ahora ponte en el lugar de tu cliente. E imagina que recibes facturas como estas:

Así da gusto, ¿verdad?

Pues bien, ahora ya sabes de lo que hablamos cuando hablamos de facturas profesionales.

Las facturas profesionales tienen un punto creativo. No hace falta tomárselo como si fueras a celebrar una exposición artística, pero ten en cuenta un elemento clave: la imagen que transmitas será la imagen que tus clientes tendrán de ti.

¿Qué elementos han de tener las facturas profesionales?

Una factura profesional es una factura diseñada. El diseño es la organización de una factura de forma que tu cliente discurra sobre ella de forma clara, directa y eficaz sin percibir que ha sido ordenada para su mejor comprensión.

Es por eso que un buen diseño de factura no puede ni ha de oscurecer o desvirtuar la información que necesita tu cliente, es decir, los elementos formales. No olvides que es una factura, no un cómic.

Una factura profesional se caracteriza por los siguientes aspectos:

     Logo de tu empresa. Es el elemento diferenciador y esencial de una factura personalizada. Tus clientes aprenderán a diferenciarte a partir del logo, que es lo primero que verán al recibir la factura.

     Distribución clara, limpia y jerárquica de los elementos formales. Es importante que tu factura se pueda leer, que tu cliente pueda acudir a la información más importante sin necesidad de un manual de instrucciones.

     Usa imágenes en el encabezado. Cuando te acercas a un quiosco y ves las diferentes cabeceras de los periódicos y revistas, lo primero que te llama la atención son las imágenes del encabezado y la parte superior. Pues tu cliente también.

     Identifica tu marca con una tipografía. Los diseñadores de periódicos saben que muchos lectores reconocen un diario sólo por su tipografía. Haz que tus clientes te reconozcan por lo mismo.

     Usa mensajes personalizados. Es importante que tu cliente se sienta “apelado”. Da rienda suelta a tu imaginación con algún mensaje directo, personal, único. A todos nos gusta sentirnos únicos. Incluso cuando recibimos una factura.

No has de ser un diseñador profesional para presentar una factura profesional. La inspiración nunca viene sola. Hay que salir a buscarla. Es por eso que puedes mirar facturas diseñadas por otras empresas.

Cualquier programa de facturación, así como Word, presenta modelos de diseño que pueden ayudarte a hacerte una idea de lo que quieres.

No subestimes la importancia de una factura profesional. El propósito es la de potenciar tu marca y marcar una diferencia con el resto de competidores.

El efecto en tus clientes cuando reciban tus facturas puede ser cabal sobre la imagen que se hagan de ti. No olvides que la primera impresión es lo que cuenta.


fuente: http://www.emprendedores.es/publireportajes/facturacion-contabilidad-empresa-debitoor/facturas-profesionales