Se podría decir que es el mundo al revés pero ha causado gran revuelo la decisión de un colegio público de Madrid que da prioridad a aquellas familias cuyos miembros estén trabajando ya que les otorga un punto más a la hora de matriculas a los niños. Padres y madres del colegio público María Martín, en Navalcarnero (Madrid), denuncian que los criterios de elección de alumnos que maneja el centro son “discriminatorios”.

Este criterio se establece mediante el sistema de puntos que fija la Comunidad de Madrid para la admisión de niños en centros escolares. Situaciones como ser miembro de una familia numerosa o tener una discapacidad suman puntos en este baremo.

Además, la Comunidad concede un punto de esta baremación al criterio de cada centro, por lo que estos pueden elegir el que crean más conveniente.

La Consejería de Educación, en declaraciones a La Marea, ha confirmado que el elemento de baremación aplicado por el colegio María Martín no se encuentra entre los impuestos por la Comunidad de Madrid. Se apoyan, por tanto, en la “autonomía” de cada centro para dar un punto por una “circunstancia justificada”.

El propio centro ha admitido que se trata de un criterio propio; “fue decidido por el consejo escolar, donde también hay padres” contestan.

Sin embargo, padres y madres del centro se han puesto en marcha para pedir que se retire ese criterio de admisión de alumnos ya que “es discriminatorio”. “El centro prefiere a niños con sus padres en situación laboralmente y económicamente estable aunque sean de otras localidades en vez de niños que vivan en la zona”.

Los decretos 29/2013 y 1240/2013 regulan el sistema de puntos de admisión en centros de enseñanza públicos de la Comunidad de Madrid. Según establecen los mismos, se asignan puntos cuando uno de los padres del alumno “sean beneficiarios y perciban la Renta Mínima de Inserción”. De este modo, el colegio María Martín ha elegido un criterio que choca frontalmente con uno de los criterios de la Comunidad de Madrid.

 

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