Si bien todavía no está muy extendido, hay un movimiento en crecimiento exponencial, el movimiento Slow, el cual tiene un enorme potencial en Seguridad, Salud y Bienestar.
Resumiendo de forma somera, el movimiento slow es una filosofía que pretende vivir más despacio, aprovechando y disfrutando el presente, prestando atención al detalle en vez de a la cantidad; es decir, vivir disfrutando de la vida plantándole cara al estrés de la vida moderna, pero sin renunciar a las ventajas de lo construido hasta la fecha.
Su aplicación a la Seguridad y al Bienestar de los trabajadores es evidente: trabajar más despacio es más seguro, reduce los errores y mejora la calidad, incrementa la satisfacción de los trabajadores y, por tanto, su implicación con la empresa y su eficiencia, reduce las bajas por estrés, el gasto energético y un sinfín de ventajas más.
Requiere su aplicación el abandono de viejos roles, asumir que trabajar las 24 horas no es más productivo, que el mejor producto o servicio no siempre es la respuesta inmediata, que lo más rápido no es siempre lo que se consigue antes y, sobre todo, que trabajar con mentalidad slow no es “ser un vago”, es trabajar con más eficiencia.
Es además innegable que es una filosofía en auge, es tan cierto que no su aplicabilidad no es del 100% como que cada día más directivos (y trabajadores) afirman que preferirían ganar menos dinero a cambio de disponer de más tiempo libre, negocios relacionados con la calidad como panaderías gourmet o con el bienestar mental como centros de yoga, tai chi, etc están en auge; es, por tanto, una tendencia social, una demanda de futuro que se puede catalogar, a la vista de datos como por ejemplo el incremento de las bajas por depresión, como una demanda en Seguridad en el trabajo.
Las ventajas de su aplicación para la empresa no sólo garantizan su futuro por adaptación a la sociedad, sino que dan resultados positivos desde el principio: el coste de mantener un centro de trabajo abierto, iluminado y climatizado durante largas horas no es baladí; de hecho es curioso que una empresa pionera en reducir éstos tiempos (y añadiéndo como resultado un incremento de la productividad) sea una compañía energética.
Un trabajador bajo una filosofía slow ve reducido su nivel de estrés, dispone de mayor cantidad de tiempo libre, consigue desconectar del trabajo y, por tanto, descansar de forma efectiva, tiene una mejor vida personal menos ansiedad y más capacidad de afrontar los problemas y dificultades del trabajo, menos bajas por estrés y mayor productividad.
Efectivamente para poder trabajar de forma eficiente y productiva es imprescindible descansar, incluso en una de las profesiones más exigentes, que mayor desgaste físico y emocional requieren, con mayor número de incapacidades temporales y jubilación antes de los 40 años como es el deporte de élite, el descanso se planifica de forma inclusive más minuciosa que el trabajo.
A nivel empresarial también son incontables las evidencias de la importancia del descanso; los errores y accidentes de trabajo se multiplican hacia el final de la jornada laboral e inclusive hacia el final de la semana laboral, las enfermedades musculo esqueléticas y los trastornos por ansiedad y depresión se multiplican entre los trabajadores con jornadas maratonianas.
No obstante, la eficiencia no se produce entre quienes trabajan sin descanso, los trabajadores cansados cometen más errores, tienen menos productividad por hora, sufren más bajas laborales y son menos creativos. Es un hecho que las mejores ideas y soluciones se generan en una relajada comida informal que en una eterna reunión a última hora de la tarde (yo, personalmente, tengo una creatividad mucho más alta cuando estoy montando en bicicleta que delante del ordenador, y estoy convencido que la abrumadora mayoría de los que leéis éstas líneas os pasará algo parecido).
Por todo ello merece la pena afrontar el reto, cambiar nuestra filosofía de trabajo y comenzar a recoger beneficios desde el comienzo. Para ello tenemos una herramienta que nos permitirá medir éstos beneficios, el Sistema de Gestión de la Empresa Saludable
FUENTE: prevenblog.com
