BlaBlaCar, Deliveroo y Airbnb son plataformas existentes de economía colaborativa en internet dirigidas a poner en contacto a proveedores de bienes y servicios con consumidores.
El pleno del PE ha votado hoy un informe en el que pide reglas más claras para estas nuevas formas de negocio.
La Eurocámara señala en el texto que la UE «debe aprovechar los beneficios de la economía colaborativa, pero garantizando una competencia justa y el respeto de los derechos laborales y las obligaciones fiscales».
¿Cómo funciona?
Cada transacción suele involucrar a tres partes: el consumidor que paga por el servicio, el proveedor que recibe los ingresos y la plataforma que les pone en contacto y cobra una comisión fija sobre el pago.
Una de las ideas centrales de la economía colaborativa es aprovechar el valor de los activos no utilizados o infrautilizados, por ejemplo, una habitación vacía en su apartamento, que puede alquilar a través de Airbnbn.
También es común que este tipo de servicios no impliquen un cambio del propietario del bien.
No todas las plataformas colaborativas están orientadas al beneficio. Algunas se basan en intercambios de favores o en contribuciones voluntarias de sus usuarios. Uno de los mejores ejemplos es la enciclopedia en línea “Wikipedia” que, desde su lanzamiento en 2001, se ha convertido en la mayor enciclopedia existente con casi 5,4 millones de artículos en inglés.
Las plataformas colaborativas también pueden ser una herramienta eficaz para poner en contacto a las comunidades locales para lograr objetivos comunes.
Derechos de los trabajadores
El éxito de las plataformas colaborativas ha generado preocupaciones con respecto a los derechos de los trabajadores y las ventajas injustas que pueden disfrutar sobre las empresas tradicionales que están obligadas a normas legales más estrictas.
Puede leer más sobre las controversias que rodean la economía colaborativa en nuestro artículo.
FUENTE: NOTICIAS DEL PARLAMENTO EUROPEO
