Esta es una pregunta que me han hecho muchas veces desde que nació Foro Laboral hace algo más de un año. Llevar un blog profesional requiere mucha dedicación y esfuerzo, hay que ser constante, disciplinado, y darle continuidad al proyecto, pese a ello, llevar este blog está siendo, aparte de todo un reto personal, una de las más enriquecedoras y gratificantes experiencias profesionales que he tenido en mi vida.

Con la vocación de intentar animar a aquellos indecisos que estén dudando si lanzarse o no a la aventura de mantener un blog, voy a contar en este post cuáles son mismotivaciones para mantener vivo este proyecto y qué compensaciones me reporta, muchas de ellas confieso que ni siquiera eran premeditadas, y que me las he ido encontrando en el camino. Si con ello contribuyo a que un nuevo blog nazca me daré por satisfecha.

Obligarme a estar al día 

Esta fue una de mis primeras motivaciones, sobre todo cuando tomé conciencia del aluvión denovedades normativas en el ámbito laboral que nos está tocando vivir. En estos momentos los cimientos del mundo de las relaciones laborales se están alterando de una forma que nunca los profesionales de la función hubiésemos imaginado llegar a ver.

Por eso, creo que es fundamental estudiar los cambios, meditar sobre ellos, y tener en cuenta el ambiente de inseguridad jurídica que rodea a la puesta en práctica repentina de toda esta evolución normativa tan rompedora. Ante esta inseguridad, es también más necesario que nunca compartir impresiones y puntos de vista interpretativos, así como las experiencias que los profesionales vamos acumulando en esta nueva etapa.

Por otra parte, estudiar algo por obligación enfrentándote a la lectura de un BOE sin más, es mucho menos enriquecedor que analizar un tema, meditarlo, documentarte, darle forma de post a tus conclusiones y… ya que has hecho el trabajo, compartirlo con aquellos a los que les pudiera interesar.

Y de ahí a plantearte abordar otros temas, menos jurídicos, y más vinculados a tu experiencia profesional gestionando personas y a tu visión personal del mundo de los RRHH… va solo un paso.

Una ventana por la que asomarme a un mundo lleno de oportunidades

Tal y como ya he dicho, llevar un blog requiere mucho esfuerzo, sobre todo si aspiras a ofrecer contenidos trabajados y que puedan aportar valor a quienes lo siguen y a los posibles nuevos lectores.

Pero también supone contar con unescaparate, que te permite exponer tu trabajo y que éste sea valorado por personas que tienes, como mucho, “a seis clicks” de distancia.

A pesar de que yo no me planteé mantener este blog como una herramienta para la búsqueda activa de un nuevo proyecto profesional, tengo que decir que gracias a él he accedido a oportunidades y colaboraciones realmente interesantes:  algunos de mis posts, previa petición, han sido reproducidos en publicaciones y en otros blogs, incluso me los han pedido para utilizarlos como material de apoyo en universidades, mantengo además una línea de colaboración editorial con una publicación especializada, he sido invitada a colaborar con otros blogs,  y también, he publicado artículos en medios de primer nivel junto a autores a los que considero auténticas autoridades en el mundo jurídico-laboral y de la gestión de RRHH.

Y todo ello se ha ido construyendo post a post, desde el salón mi casa, donde por las noches me pongo a trabajar para, semanalmente, “abrir la ventana” y dejar que el resultado de mi trabajo se asome al mundo exterior.

Un canal de networking: “para tener amigos primero hay que serlo”

Reconozco que soy una persona con escasas habilidades sociales, desenvolverme en las reuniones y actos sociales en las que no conozco a nadie se me hace muy complicado. Pero en el mundo digital la comunicación es diferente y, para los que somos “presencialmente tímidos”, eso ayuda una barbaridad.

Muchas veces concebimos el networking como una especie de “repositorio de contactos para caso de necesidad”, o lo que es lo mismo, “nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena”, pero no contamos con que este planteamiento normalmente suele olerse a distancia provocando a veces en nuestros potenciales contactos justamente el efecto contrario al deseado.

Una buena red de contactos no se construye de la noche a la mañana, se trabaja y se mantiene a lo largo de toda una vida. Y se mantiene a base de trabajo porque, como suele decirse, para tener un amigo primero hay que serlo. Si esperas recibir, necesariamente antes habrás tenido que dar, ¡es lo justo!.

Mantener un blog es una manera, aunque no la única, de materializar esa generosidad, estás dando, compartiendo desinteresadamente el resultado de tu trabajo. A raíz de este gesto, yo he tenido la oportunidad de contactar con profesionales fantásticos, con los que he ido construyendo relaciones de ayuda recíproca realmente valiosas para mi ,y confío en que también para ellos.

Pero además, me he encontrado con un efecto colateral inesperado: volver a estar en contacto con profesionales que conocí en etapas anteriores y a los que había perdido la pista. De pronto, un día, te dejan un comentario en un post, te mandan un mensaje en linkedin para decirte que te siguen, te encuentas con que han hecho un RT de uno de tus posts, o con que se han suscrito a la lista de distribución del blog. Eso para mi también es networking, ¡y del bueno!.

Aprendizaje vía feedback

La sensación que experimentas al publicar un post tiene mucho devértigo, estás emitiendo un mensaje para un receptor anónimo… lo lanzas al vacío.

En el momento en el que empiezan a llegar los “me gusta”, los retweets y, sobre todo, los comentarios, tomas conciencia de que el receptor existe, tu post recorre el camino que va de la emisión de información al establecimiento de la comunicación.

La difusión que alcanzas te resulta difícil de creer, tocas esa realidad cuando consultas el ranking de visitas y , más aún,  cuando compruebas que hay personas que te siguen desde casi cualquier país del mundo.

Cada vez que alguien deja un comentario en un post es un acto que debes valorar y agradecer muchísimo porque, aunque la cantidad de información que hay hoy en día disponible en la red es abrumadoramente grande, el lector se ha tomado el interés de elegirte a tí, y además, se está tomando el interés de opinar sobre tu contenido, de valorar el mismo, o de complementarlo compartiendo su propia experiencia o su punto de vista.

Ese post receptor del comentario, crece, se revaloriza, cobra vida, más aún si además se suscita el debate. La vida de tu blog vía comentarios, opiniones, y críticas: positivas o negativas, te brinda una fuente de aprendizaje y de crecimiento personal que no puedes desaprovechar.

Es un pedazo de mi misma

Y para terminar, no voy a referirme al término “marca personal”, es una denominación que aunque esté de moda a mi no me gusta, me suena a algo muy estudiado, casi a producto de marketing con connotaciones artificiales, prefiero decir simplemente que un blog es parte de uno mismo.

No estoy cegada por la pasión, se que mi blog es un proyecto muy modesto, a él dedico el tiempo que puedo, al escribir no siento cátedra ni soy tampoco una “profesional de referencia o de reconocido prestigio” en el mundo de los RRHH.

Pero mi blog es mi proyecto, es una proyección de mi misma, de mi manera de abordar los temas, de mi modo de analizarlos. También es un reflejo de mis estados de ánimo y de las experiencias y los aprendizajes personales recopilados a lo largo de toda mi vida profesional después de mi bagaje por las Compañías en las que he tenido la gran suerte de trabajar.

A todas ellas, y a la confianza que en mi depositaron, les debo mi crecimiento profesional, sea éste mucho o poco,  y este blog intento que sea una especie de testamento vital profesional donde encapsular en formato post un pedacito de lo que yo soy.

Abre cuanto antes tu propio blog, tienes mucho que compartir y también que recibir…

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