La digitalización y la evolución tecnológica tienen una repercusión directa en el mercado de trabajo. Aparecen nuevos puestos de trabajo que requieren nuevas habilidades y competencias de los empleados, principalmente de base tecnológica y con fuerte componente creativo, que ayuden a las empresas a innovar.
¿Están los trabajadores españoles preparados para esta nueva realidad? El Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) correspondiente a 2017 refleja que, aunque cada vez más españoles están en línea, el nivel de sus competencias digitales sigue siendo inferior a la media europea. En concreto, el 47% no posee habilidades digitales básicas, como puede ser el uso del correo electrónico.
Formación continua
El fenómeno de la digitalización es imparable, los profesionales vinculados con la tecnología, junto con los de las llamadas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés) van a ser impresciondibles para las empresas, por lo que los expertos recomiendan apostar por la formación para adquirir dichas habilidades. «Las nuevas profesiones requieren la formación constante del trabajador», explica Antonio Orbe, experto en computación cognitiva, en un artículo publicado en el portal de empleo Infojobs.
¿Qué características definen a estos nuevos profesionales? ¿Cuáles van a ser las habilidades más importantes para mejorar su empleabilidad? ¿Qué competencias serán imprescindibles, más allá de las vinculadas a la tecnología? Orbe señala dos grupos, en los que será necesario formarse. Por un lado, se encuentran las habilidades básicas:
– Búsqueda y análisis de la información.
– Resolución de problemas.
– Enfoque en el cliente.
– Trabajo en red.
– Organización del tiempo y de la información.
– Generación de información.
– Uso de herramientas de productividad.
Además, existen otras habilidades, más avanzadas, que ya son muy valoradas por las empresas, pero que en el futuro lo serán aún más.
– Conocer la economía digital.
– Transformación digital de los negocios.
– Conocimiento del cliente y los mercados digitales.
– Manejo de la nube.
– Uso de reuniones virtuales.
– Medios de pago.
– Comercio online.
– Big data.
– Pensamiento digital.
– Trabajo en entornos distribuidos.
FUENTE: EL ECONOMISTA
