Una empresa con sede social en Vizcaya y dedicada a la fabricación de fertilizantes naturales destinados a la agricultura ecológica y orgánica gestionará la planta de purines de Peñarroya de Tastavins.
Una empresa con sede social en Vizcaya y dedicada a la fabricación de fertilizantes naturales destinados a la agricultura ecológica y orgánica gestionará la planta de purines de Peñarroya de Tastavins. Saionaimer S.L. ha sido la compañía adjudicataria del contrato para la puesta en funcionamiento y gestión del servicio de explotación, mantenimiento y conservación de esta planta de tratamiento de residuos orgánicos del sector porcino, cuya actividad quedó suspendida en el momento en que se terminaron las ayudas públicas que financiaban parte de los costes de transformación del purín.
La empresa, que abrirá una delegación con sede en Valderrobres, es la única que se presentó al procedimiento administrativo cuyo expediente inició el Ayuntamiento de Peñarroya el pasado siete de enero. Saionaimer S.L. acepta la única condición que el Ayuntamiento impuso en el pliego de prescripciones técnicas: que la tarifa a cobrar a cada ganadero por la gestión del purín y estiércol que entre en las instalaciones no exceda de los dos euros por metro cúbico (IVA incluido). A cambio, el contratista podrá comercializar las materias primas de segunda generación o subproductos que obtenga en el proceso de reciclado de todos los cosustratos.
El último Pleno municipal del Ayuntamiento aprobó el acuerdo de la Mesa de Contratación en el que se propone la adjudicación del contrato a la compañía vasca, que ahora tiene unas semanas de plazo para ratificar el acuerdo y presentar un aval como garantía de solvencia de 50.000 euros. En cuanto lo haga, a la adjudicataria se le concederán seis meses para acondicionar la planta y ocho años de contrato de explotación, un periodo durante el cual deberá mantener la instalación operativa. Una vez superado el periodo ese plazo, el contratopodrá prorrogarse anualmente hasta un máximo de dos anualidades.
El contratista, que no pagará ningún canon por la concesión, está obligado a realizar obras en las instalaciones si éstas se consideran necesarias, además de incorporar el equipamiento que sea imprescindible para realizar los tratamientos de gestión para la conversión de los residuos en materia prima secundaria.
El alcalde de Peñarroya, Francisco Esteve, explicó que ésta fue la única empresa que se presentó al concurso, a pesar de que hubo otras cuatro que se interesaron por el contrato durante el periodo de licitación. Se trata de una compañía ya conocida desde el consistorio, pues años atrás se mostró interesada en la gestión de la instalación.
Buena valoración
«El proyecto que han presentado nos parece muy interesante», dijo el regidor .»La fabricación de fertilizantes ecológicos se adapta al pliego de prescripciones técnicas, e incluso es un sector que nos parece que tiene bastante potencial», valoró. Al Ayuntamiento le gusta, en especial, la orientación del proyecto hacia lo ecológico. No en vano, añadió que «el reciclado del purín y su transformación posterior se realiza sin generar ningún tipo de residuo, ni siquiera de agua, es decir, que van a aprovecharlo absolutamente todo», apuntó Esteve. A su juicio, «si el proyecto les sale bien, podría ser una buenísima solución para el grave problema que tenemos con la gestión de los purines».
La empresa tiene experiencia en la fabricación de fertilizantes para la agricultura ecológica en «otras escalas relacionadas con los residuos de material vegetal de invernaderos», de manera que con la actividad que iniciarán en el Matarraña a finales de año, la compañía pondrá en marcha de una nueva linea para la producción de fertilizantes orgánicos.
Saionaimer S.L. tendrá seis meses de plazo para la puesta a punto de la instalación, tiempo que se considera necesario por la necesidad de «realizar reformas en la planta». Según el alcalde, «han de adaptar la maquinaria que hay y poner más para que el sistema de reciclado pueda funcionar
