Cuánto más se prolonga la búsqueda de empleo, más difícil aún se hace sostener la motivación y las esperanzas de encontrar ese trabajo deseado. Y, cuando llevamos tanto tiempo sin conseguirlo, ¿quién podría culparnos por sentirnos sin ánimos siquiera de levantarnos de la cama?
Estos sentimientos de frustración son tan normales como repetidos en los candidatos que deben levantarse cada día para continuar con su búsqueda de empleo. Por eso, es fundamental tener una estrategia para lidiar con el desánimo y no dejarnos vencer por los pensamientos negativos:
- Plantéate objetivos realistas: en primer lugar, tanto para la búsqueda de empleo como para cualquier otro proyecto que decidas emprender en tu vida, es muy importante plantearnos objetivos alcanzables. Ponte metas semanales: cantidad de currículum a enviar, lugares que visitar o personas que sumar a nuestra red de contactos. Y no olvides que aun cuando no estés trabajando para alguien, sigues siendo un profesional con una capacidad productiva que debes aprovechar. Plantéate también metas para tu carrera o profesión: realiza cursos, mantente al día con las noticias de tu sector o descubre de qué modo podrías nutrir tus intereses y competencias. Tener una vida activa te permitirá no sentirte improductivo y demostrarte que eres capaz de cumplir con todo lo que te propones.
- Cuando no puedas cambiar lo que sientes o piensas, ¡cambia lo que haces! Hemos subrayado muchas veces la importancia de alimentar tus pensamientos y emociones positivas; sin embargo, controlar nuestra mente y sentimientos es uno de los desafíos más difíciles… ¿cómo detener estos pensamientos que nos torturan cuando nuestra situación laboral no tiene perspectivas de mejorar? Una estrategia sencilla y eficiente es mantenernos ocupados. Si no puedes controlar tus pensamientos y tus sentimientos, ¡controla tu actividad! El realizar tareas diariamente y mantener nuestra mente centrada en ocupaciones concretas te ayudará a liberarte poco a poco de los pensamientos negativos sin siquiera darte cuenta. Cumplir con los objetivos previstos, realizar actividades gratificantes o involucrarte en nuevos grupos te hará experimentar sensaciones positivas que poco a poco contagiarán todos tus pensamientos y tu día.
- Lee biografía de personas a las que admiras o escucha tu charla Ted favorita: inspirarte con la vida y los consejos de las personas que han llegado a ese lugar al que tú aspiras es una excelente manera de mantenerte motivado y de conocer historias de gente real que, al igual que tú, también ha debido enfrentar momentos difíciles en su carrera profesional. Los avances en la vida nunca son lineales y sobreponerse a una serie de caídas suele ser el camino más común para llegar al lugar en el que deseamos estar. Las historias de éxitos estrepitosos sin dificultades y sin esfuerzos suelen ser solo mitos que buscan hacernos creer que el éxito depende de la suerte. Pero, conocer las verdaderas historias detrás de los personajes más reconocidos te permitirá descubrir que no hay éxito sin esfuerzo y perseverancia.
- Crea hábitos beneficiosos: siempre será más sencillo conseguir nuestros objetivos si sabemos crear y mantener hábitos que nos ayuden a lograrlo. Levántate temprano, haz ejercicio, mantén una alimentación saludable, planifica tu día y realiza las actividades que te has propuesto. Al igual que las dietas exprés, los planes veloces para conseguir empleo también son una leyenda urbana. Tener disciplina hace que sea mucho más difícil desanimarse y abandonar las metas propuestas, y además, ayuda a crear rutinas que beneficiarán también la vida y el crecimiento personal. No envíes currículum solo una vez a la semana, ni te quedes todo el día en casa revisando correos o perdiendo el tiempo en internet. Ponte plazos, tiempos y objetivos claros. Seguir con los planes previstos te dará seguridad y previsibilidad, ¡justamente lo que necesitas para estos tiempos de cambios!
FUENTE: Adecco Orienta Empleo @adecco_es
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