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Las ayudas públicas se han convertido en un apoyo esencial para el nacimiento de nuevos proyectos. Es el caso de las líneas de Enisa, que se dirigen a iniciativas innovadoras y con vocación internacional.

El año pasado los fundadores de la start up Legalbono se enfrentaban a un momento crucial para que su proyecto cogiera fuerza. Esta plataforma, que genera de forma personalizada reclamaciones y documentos legales, ya había llegado a una fase de maduración, pero le hacía falta algo más para avanzar. Ahora acaban de acceder a un préstamo de 100.000 euros concedido por Enisa, unos recursos que utilizarán para acelerar el crecimiento del negocio. Como Legalbono, en los últimos años muchas firmas de reciente creación han encontrado en las ayudas públicas un apoyo crucial para dar sus primeros pasos en el mercado.

Entre 2005 y 2012, Enisa ha concedido créditos a 1.665 compañías por un valor de 396,3 millones de euros. Así se concluye en el informe Valoración del impacto económico y social de los préstamos de Enisa, en el que se ha analizado la actividad de la entidad durante ese periodo de tiempo. Ésta otorga préstamos participativos principalmente a pymes y start up . En concreto, las firmas de reciente creación pueden disfrutar de dos programas: en 2010 se lanzó la Línea jóvenes emprendedores y cuatro años después la Línea emprendedores. Hasta hoy, estas dos iniciativas han desembolsado 2.300 préstamos y sólo en 2016 se aprobaron alrededor de 500 préstamos a start up por un importe total de 36 millones de euros.

Panorama

En el escenario actual los emprendedores pueden acceder a diferentes agentes públicos y privados para obtener liquidez, desde organismos de la Administración central o autonómica y regional hasta business angels, aceleradoras o plataformas de crowdfunding. «Es cierto que todavía queda un camino importante por recorrer para alcanzar los niveles que existen en los ecosistemas de referencia internacional. No obstante, los avances experimentados y la rapidez con la que se están produciendo nos invitan a mirar al futuro con optimismo», explica Bruno Fernández , CEO de Enisa, quien señala la importancia del papel de las ayudas públicas en el ecosistema emprendedor actual. «Se puede ver cómo los préstamos participativos que hemos concedido han contribuido a la generación de riqueza y creación de empleo».

Enisa ha concedido préstamos a 1.665 empresas por un valor de 396 millones de euros

Muestra de ello es la start up Parclick. Según su CEO, Luis Paris, esta firma ha realizado el ciclo tradicional por el que suelen pasar las nuevas empresas para obtener financiación. Han recurrido a plataformas de crowdfunding, business angels, deuda pública, privada y fondos de capital riesgo. Respecto a las líneas públicas, accedieron a dos préstamos de Enisa. El segundo de ellos ascendió a 100.000 euros, que utilizaron para contratar al equipo técnico y financiar parte de su internacionalización a Italia durante 2014.

Ventajas

Los amplios plazos de carencia o la no exigencia de avales son algunas de las ventajas de los préstamos que concede esta entidad. Eso sí, es imprescindible que los proyectos sean viables e innovadores. Se dirigen a cualquier start up, excepto a las pertenecientes al sector financiero y de la promoción inmobiliaria.

Además, los emprendedores también pueden acudir a BetoBiz, una plataforma para tejer redes de colaboración entre nuevas empresas e inversores.

Especialistas en ‘legaltech’

La ‘start up’ Legalbono accedió a un préstamo a través de la ‘Línea Emprendedores’ de Enisa que ascendió a 100.000 euros. Algo que a esta empresa, que emplea la tecnología para crear reclamaciones y documentos legales de forma personalizada, le sirvió para impulsar su crecimiento. «El importe se ha destinado a mejorar nuestra eficiencia, sostenibilidad, reconocimiento de marca y funcionamiento de la plataforma», explica Dimas Cuesta, CEO de Legalbono. Además, también solicitaron financiación pública a través de las líneas ICO para empresas y emprendedores, y actualmente están cerrando una ronda de financiación por parte de un grupo de inversores privados.

Robótica para médicos

Aura Innovative Robotics (Aura) nació en 2015 como una ‘spin-off’ de la Universidad Politécnica de Madrid. Esta ‘start up’ desarrolla soluciones robóticas en el ámbito de la medicina. Hasta ahora han creado dos productos, Oscann, que mide los movimientos oculares, y Orte, que se emplea en rehabilitaciones de lesiones en el brazo. Para el desarrollo del primero fue fundamental la financiación de 60.000 euros a la que accedieron a través de la ‘Línea jóvenes emprendedores’ de Enisa. «Nuestros esfuerzos están centrados en cumplir los requisitos obligatorios para poder comercializar equipos médicos. Esperamos llevar al mercado Oscann en 2018», apunta Sara Ramos, cofundadora de Aura.

Facilidad para aparcar

En el último año, la ‘start up’ Parclick facturó más de cuatro millones de euros y para 2018 estiman superar los 18 millones de euros. Una cifra ambiciosa que esperan conseguir gracias al crecimiento en ingresos y en personal que están experimentando. La empresa nació en 2012 y vende abonos en aparcamientos públicos. Sus creadores accedieron a un préstamo de 50.000 euros de Enisa para crear la empresa y desarrollar la primera plataforma que pusieron en el mercado. Más tarde solicitaron otro de 100.000 euros para impulsar su plan de internacionalización. Además, en el último año han cerrado una ronda de inversión de dos millones de euros.

Programas para impulsar el crecimiento de las empresas

Obtener liquidez es uno de los retos a los que se enfrenta la mayoría de los emprendedores. Para ello, pueden recurrir a los programas que lanzan diferentes instituciones nacionales e internacionales. Además, cada vez existen más agentes especializados en la financiación de empresas de reciente creación. Es importante que los creadores estudien los detalles de las convocatorias para comprobar si encajan con los requisitos y si los objetivos de cada ayuda coinciden con los de la empresa:

Enisa. La ‘Línea jóvenes emprendedores’ se dirige a creadores menores de 40 años. El importe de los préstamos oscila entre los 25.000 euros y los 75.000 euros. Por su parte, la ‘Línea emprendedores’ concede ayudas que van desde 25.000 euros hasta los 300.000 euros.
ICO. El programa se dirige a empresas y emprendedores que actúen en el territorio nacional. El importe máximo por cada cliente puede llegar hasta los 12,5 millones de euros en una o varias operaciones.
CDTI. Cuenta con diversas líneas enmarcadas en tres categorías: financiación I+D+i, internacionalización de la I+D+i y el centro de empresas innovadoras y de base tecnológica. Uno de los programas más activos es Neotec, para la puesta en marcha de proyectos que requieren una gran aportación tecnológica.
Horizonte 2020. Es uno de los proyectos internacionales que cuenta con mayor presupuesto. Dispone de 80.000 millones de euros para el periodo 2014-2020. Financia iniciativas de investigación e innovación en diversas áreas. También ha lanzado la línea ‘SME Instrument’, que se dirige a pymes y ‘start up’ europeas y a las que también se les ofrece formación y asesoramiento.

AUTORA: @CasildaAlba

FUENTE: DIARIO EXPANSIÓN

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