Sumergidos de lleno en la época de las redes sociales, es necesario que tengas claro que  (aunque parezcan inofensivas) son un arma de doble filo. Nos movemos como pez en el agua por ellas, muchas veces sin rumbo fijo y rara vez nos paramos a pensar lo que subimos y compartimos. Estamos tan familiarizados con las redes sociales que llegamos a confundir la parte personal de la empresarial.

Y es que no es lo mismo hablar a tus amigos que a tus clientes. Esto es algo que tenemos asumidas las empresas, PYMES y autónomos pero entonces ¿por qué no siempre separamos debidamente estos dos aspectos?

Una de las posibles respuestas es: porque muchas empresas no tienen una estrategia clara.

¿Tu empresa la tiene?

Hay dos maneras de comunicarse a través de las redes sociales. La primera es definiendo la estrategia a seguir y trabajar para llevarla a cabo, utilizando como herramientas las propias redes sociales. La segunda es improvisar y que la multitud de contenidos y ruidos de otras empresas te arrastre. En esta ocasión tú no utilizas las redes sociales, son ellas las que te usan a ti para crecer.

Cambia el chip, sé tú el protagonista.

Ambas maneras de comunicación en redes sociales tienen un punto en común y es que requieren tiempo, mucho tiempo…tu tiempo para mantenerlas actualizadas constantemente. Y seguro que hay una verdad absoluta, y es que precisamente lo que no te sobra es tiempo, pero tranquilo porque para solucionar ese problema hay empresas que pueden ayudarte. La clave está en cómo vas a aprovechar el tiempo: improvisando o dominando. 

¿Sabes cómo crear una estrategia de Social Media?

Hay tres aspectos importantes que van a hacer que triunfes en las redes:

  • Análisis previo: lo mejor que puedes hacer por tu empresa en Internet es pararte a pensar quién eres, qué servicio/s ofreces a tus clientes, cuál es ese valor que te hace único. Teniendo en cuenta esas premisas podrás saber cómo y de qué hablar a tu audiencia en Facebook, Linkedin, Twitter, Pinterest… o cualquiera que tengas en mente. También te ayudará a saber dónde puede estar tu público objetivo, porque es inútil que grites que eres el mejor carpintero en medio de un grupo o comunidad de amantes del buen café (por ejemplo).
  • Objetivos: ni más ni menos que pensar en qué quieres conseguir. Tan sencillo, y a la vez la complicado, ¿verdad? Piensa que tus objetivos puedes ser cuantitativos (conseguir un número de seguidores, de visitas, de suscriptores, nivel de ventas o algo tan sencillo como proponerte un número de comentarios) o pueden ser cualitativos (nivel de satisfacción de tus lectores en el blog, buena valoración de tu servicio al cliente, mejora de tu popularidad en las redes, grado de facilidad para la conversión en ventas,…). Definir tus objetivos hará que sea más fácil saber qué redes sociales utilizar y poder llegar hasta ellos.
  • Contenido: diseñar el contenido que tendrán tus redes sociales es el valor diferencial que te dará la clave del éxito. Da enfoques diferentes, aporta soluciones y piensa en el valor de aquellas palabras que te definen y posicionan.

Estos tres puntos te ayudarán a lanzar tu empresa hacia tus clientes, ¿la herramienta? las redes sociales. Ellas serán tu aliado si sabes utilizarlas o bien, si tú no tienes tiempo ni para dormir, puedes dejarlas en manos profesionales. Las empresas especializadas en community management son una vía interesante, y a veces necesaria.

Da el paso de profesionalización que tu proyecto necesita.