Las competencias necesarias de todo profesional de la orientación

Definir el papel de los profesionales de la orientación y determinar las competencias con las que deben contar resulta clave para desarrollar sistemas de orientación académica y profesional de calidad. Así lo sostiene el informe Una nueva visión de la profesionalización de los orientadores profesionales elaborado por el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (Cedefop).

El estudio hace hincapié en que la pandemia ha acelerado la transformación de los mercados laborales hacia la digitalización, lo que ha desencadenado cambios en los modelos de trabajo e incrementado la necesidad de mejorar las cualificaciones, el reciclaje profesional y la orientación de la ciudadanía. De ahí la importancia de que los orientadores y orientadoras cuenten con las competencias que les permitan abordar los retos de la orientación a raíz de la crisis del COVID-19.

De hecho, el Cedefop asegura que los responsables políticos de los países de la UE le están dando mayor importancia a los roles, competencias y desarrollo profesional continuo de los profesionales de la orientación.

Ahora bien, la oferta de orientación difiere enormemente entre países y regiones, al igual que los perfiles profesionales y las cualificaciones de los orientadores. Asimismo, el informe indica que en la UE hay una gran diversidad de vías de acceso a la profesión orientadora, ya que muchos profesionales de la orientación cuentan con estudios relacionados con las ciencias del comportamiento, de la educación, sociales e incluso económicas. Esto refleja «los múltiples entornos en los que se imparte la orientación, las diversas tareas que los orientadores realizan y las diferentes competencias que necesitan desarrollar».

Así, el Cedefop considera fundamental que en los países se redefinan e integren los perfiles profesionales de los orientadores y se les ofrezcan opciones de perfeccionamiento y reciclaje profesional.

6 competencias clave que los orientadores deben desarrollar

En función del marco de prestación de los servicios de orientación, el contexto del país y los grupos destinatarios de las intervenciones orientadoras, un orientador debe contar con las siguientes competencias, según el informe:

1. Conocimientos profundos y actualizados sobre el mercado laboral

Los profesionales de la orientación necesitan contar con conocimientos teóricos sobre la orientación y el mundo del trabajo, así como con un buen nivel de competencias digitales para poder acceder e interpretar a información sobre el mercado laboral disponible en formato digital.

2. Dominio de las técnicas de orientación

En este sentido, el Cedefop recomienda que los orientadores se preparen para dominar técnicas de orientación basadas en las nuevas tecnologías, para orientar en entornos remotos y mediante enfoques que combinen la intervención humana con metodologías de colaboración y planificación conjunta de la carrera profesional en sesiones grupales.

3. Habilidades de comunicación oral y escrita

Entre las competencias que un orientador actual debe tener se encuentran las habilidades de comunicación oral y escrita avanzadas y orientadas al usuario. Entre ellas destaca la capacidad de comunicarse en redes sociales con sus usuarios y de las llamadas «netiquetas» (conjunto de normas de comportamiento en redes sociales basadas en el respeto a los demás), para así responder a las necesidades profesionales y personales de la ciudadanía en diferentes entornos de atención.

4. Conocimiento de los métodos de evaluación y análisis en orientación

El informe hace hincapié en que los profesionales de la orientación tengan conocimientos de los métodos de evaluación y análisis en orientación, para que puedan determinar de forma más precisa y fundamentada las necesidades de las personas y orientarlas mejor.

5.Capacidad para trabajar en red

Cada vez resulta más importante que los orientadores tengan la capacidad de trabajar estratégicamente en un conjunto de servicios comunitarios cooperativos. Para ello, es indispensable que cuenten con habilidades para trabajar en red con otros profesionales de la orientación y de diferentes ámbitos.

6. Competencias psicológicas, sociales y emocionales

El Cedefop considera fundamental que los orientadores tengan un alto nivel de habilidades psicológicas, sociales y emocionales que les permitan discernir si las personas tienen necesidades especiales, o se enfrentan a otras barreras para su aprendizaje y progreso profesional. También es importante que sean capaces de ofrecer intervenciones orientadoras acordes a las normas éticas de la profesión.

Las competencias digitales, fundamentales para ofrecer orientación actualmente

La mayoría de las habilidades que los orientadores deben tener para ofrecer una orientación de calidad, descritas anteriormente, tienen un punto en común: la necesidad de contar con competencias digitales. Es por ello que el informe profundiza en ellas.

Para el Cedefop, las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) están impactando a muchas ocupaciones y sectores en el mercado laboral. En el campo de la orientación las TIC afectan directamente al trabajo diario de los orientadores, que ha incorporado nuevos recursos y herramientas en línea para comunicarse con las personas. Asimismo, tienen que ser capaces de encontrar, evaluar y gestionar los datos del mercado laboral que se encuentran en formato digital, como estadísticas y macrodatos, e incorporar estos conocimientos en su trabajo.

«Los orientadores profesionales deben estar mejor preparados para aprovechar los cambios positivos que ofrecen las herramientas digitales en combinación con la interacción humana, según las necesidades del usuario, e incluso para participar en su desarrollo», apunta el informe.

Sin embargo, las competencias digitales aún no están generalizadas entre los orientadores e incluso se ha observado cierto rechazo hacia las TIC entre estos profesionales, ya que consideran sus tareas sustituidas por herramientas basadas en inteligencia artificial, asegura el informe. Por ello, resulta necesario ofrecerles más formación sobre los beneficios de las TIC en su trabajo, así como implantar nuevas alianzas entre servicios.

Como ejemplo de las habilidades digitales que los orientadores deben adquirir, el estudio describe una buena práctica de formación TIC para profesionales de la orientación implementada en Finlandia. El programa tenía como objetivo que los orientadores aprendieran a ofrecer información y orientación a los usuarios a través de los medios sociales y abordó capacidades como:

• El uso eficiente de los contenidos en línea
• La comunicación escrita versátil y reflexiva
• Establecimiento y mantenimiento de un diálogo en línea constructivo
• La creación de una presencia en línea visible y de confianza.

Si eres orientador o profesional de la educación y deseas mejorar tus competencias digitales, en Educaweb podrás encontrar cursos que te ayudarán a conseguirlo.

Legislar la cualificación y el desarrollo profesional de los orientadores

El informe también resalta la importancia de profesionalizar la orientación mediante la formación inicial adecuada, el desarrollo profesional permanente, la formación en el puesto de trabajo, así como el aprendizaje entre iguales. Esto es importante porque solo así se podrá ofrecer una orientación de calidad, sostiene el Cedefop.

Con el objetivo de fomentar la profesionalización de los orientadores, y así mejorar los servicios de orientación, muchos países han definido normas profesionales y requisitos de formación, «armonizándolos con diversos sistemas de referencia, como el Marco Europeo de Cualificaciones (MEC)«.

No obstante, solo unos pocos países, como Finlandia, Islandia e Irlanda, han definido claramente en su legislación los niveles de cualificación y desarrollo profesional que deben poseer los orientadores.