Son las cinco de la mañana. Suena el despertador. Toca levantarse, hacer la comida, vestir a los niños, llevarlos al colegio, volver a casa para asumir las labores domésticas y ayudar al negocio familiar en el campo. Este es el día a día de millones de mujeres de las zonas rurales que, como nuestra protagonista, no tienen vacaciones, no cotizan y, lo que es peor, en la mayoría de ocasiones carecen de un merecido reconocimiento.
Mujeres, en su mayoría invisibles, que tienen que enfrentarse a residir en lugares cuya dureza les hace más difícil sobrevivir a la vida cotidiana por la falta de servicios. Mujeres que, en numerosas ocasiones, suponen la clave para la supervivencia de un sector económico, social y medioambiental imprescindible.
Por esta razón, diversas poblaciones de España están llevando a cabo programas de emprendimiento para la capacitación de estas mujeres y que puedan desarrollar sus propios negocios. Uno de ellos es el que se está realizando desde el año 2015 en el municipio de Lorca, promovido por la Universidad Popular de la ciudad, en colaboración con la Asociación Espartaria. En concreto, el proyecto se desarrolla en las pedanías de La Paca, Avilés, Coy y Zarzadilla de Totana.
Así, el programa ‘Realidad y oportunidades de emprendimiento en las áreas rurales. Información e ideas sobre desarrollo rural’, que cuenta con ocho ediciones, consta de tres partes, nos cuenta Eva María Paco Martínez, Orientadora Laboral del proyecto, que se estructuran en “desarrollo personal, capacitación para que puedan emprender su propio negocio y una parte de conocimiento sobre nuevas tecnologías”.
Según la experta, la parte más importante es la que tiene que ver “con el desarrollo de las habilidades sociales para que las mujeres se den cuenta de quienes son, cuáles son sus fortalezas y debilidades trabajando esto para que cuando terminen la formación se encuentren empoderadas para iniciar su negocio, decirse a ellas mismas que valen y sirven para emprender, encontrar un trabajo y mantenerlo”.
El programa, que consta de una base teórica, “pero se ha tratado de que sea más bien práctico” confirma Mónica Pérez Prego, educadora social, trabaja las Nuevas Tecnologías haciendo hincapié en el conocimiento de webs de Comercio Electrónico. “Apoyándome en los estudios de la mente y el desarrollo evolutivo de las personas creo un proceso holístico que permita enfocar la temática desde una perspectiva integral, ya que somos un todo conformado por muchas particularidades y es necesario comprender e integrar esas particularidades para poder sentar unas bases firmes sobre las que iniciar un proceso de cambio y crecimiento” expone la educadora social.
Además, los profesores apuestan por la generación del comercio online “para que puedan sacar sus productos locales al mercado tales como aceites, jabones u objetos decorativos, sin tener que renunciar al estilo de vida, alejado de las ciudades, que han elegido” concluye la profesora.
De la misma manera, los docentes del programa animan a las mujeres que ya tienen proyectos empezados “a que les den una vuelta de tuerca y aprovechen las oportunidades que ofrece la globalización. Concretamente hemos contado con la visita de una experta en creación de empresas y negocio online venida de Irlanda, que además de aportar su propia experiencia en cuanto a la posibilidad de vivir y trabajar en un entorno rural, les ha abierto la mente y un mundo de posibilidades a negocios ya existentes, como por ejemplo una casa de turismo rural”, concluye Pérez Prego.
Historias sobre emprendimiento se cuentan todos los días en los medios de comunicación, aunque no todas se viven de la misma manera tal y como cuenta Eva María Paco. “Recuerdo a una mujer que estuvo con nosotros en el programa. Trabajaba en una empresa, estaba divorciada y era mayor de 45 años. Procedía del CAVI y había dejado la empresa para la que trabajaba. Su situación personal y emocional era complicada, pero finalmente tras estar un tiempo trabajando con ella pudo montar una empresa en Lorca y ahora está super contenta”.
Claves para el desarrollo de la mujer rural
Por su parte, las Organizaciones de Mujeres Rurales están llevando a cabo una gran labor de movilización y concienciación social, trabajando para combatir las relaciones de poder desiguales entre hombres y mujeres en el medio rural y promoviendo la incorporación de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad rural.
Así, uno de los factores clave que demandan las mujeres rurales es el apoyo de oportunidades para su desarrollo personal. Pensando en esta problemática, los organizadores del programa han estructurado el horario alternando los lunes y jueves por la mañana y martes por la tarde, para que puedan distribuirse el tiempo.
Otra de las debilidades que se presentan para las mujeres del medio rural es la existencia de obstáculos estructurales e ideológicos que dificultan el camino para compaginar sus responsabilidades domésticas con el desarrollo de una actividad profesional. Una circunstancia que, en el futuro, puede suponer un problema importante para el desarrollo de las áreas rurales, ya que las mujeres jóvenes pueden llegar a abandonar estas poblaciones, y con ellas se desvanecerá toda posibilidad de un futuro. “Son mujeres desempleadas que se dedican a sus labores de casa y, por la experiencia que tenemos, piensan que sus hijos al ser mayores es necesario que hagan algo con su vida emprendiendo y volviendo al mercado laboral. Incluso hay mujeres procedentes del Centro de Atención a Víctimas de Violencia de Género (CAVI), a las que les falta trabajar su lado personal para poder salir al mercado laboral”, explica la orientadora del programa.
“Contamos con perfiles tan variopintos como mujeres que se quieren dedicar al mundo de la confección textil artesana, la puesta en valor de productos como la miel y derivados, el aprovechamiento de plantas aromáticas propias de la zona como el tomillo rojo, el ámbito enológico y vitivinícola, el turismo rural, etc. Mujeres con intereses dispares pero que pueden conjugarse en un proyecto común de desarrollo local siempre que ellas estén dispuestas a dar los pasos necesarios”, dice Pérez Prego.
“El papel de la mujer rural resulta imprescindible y todo aquello que contribuya a su reconocimiento y capacitación resulta relevante”, asegura Eva María Paco, quien añade que “estas mujeres son amas de casa cuyos maridos tienen fincas donde la producción es vendida a cooperativas. En este marco, las mujeres se han dado cuenta de que pueden manipular esos productos montando alguna empresa para su venta al exterior”.
La igualdad en el apoyo social a las mujeres en el medio rural se ha convertido en tema central de las agendas de desarrollo rural de Europa, pasando a formar parte de los discursos y de las políticas a escala local, nacional y europea. Respecto a ello, la orientadora laboral asegura que “según mi experiencia, he visto a mujeres que todavía piden la opinión de su marido para ciertos asuntos y han abandonado el curso. Además, la mayoría de las mujeres que terminan abandonado el curso son extranjeras. En definitiva, una pena porque estas mujeres podrían aportar mucho a la sociedad”.
Otro aspecto que preocupa a las organizaciones de mujeres rurales es la necesidad de más apoyo público por parte de los Gobiernos. Y es que, existen graves dificultades para poner en marcha negocios por los problemas de acceso a la financiación, la complejidad burocrática, o la falta de respaldo de las distintas administraciones.
Desde su punto de vista, y como experta en este tipo de programas de emprendimiento, Eva María Paco, “las subvenciones en este tipo de formación son muy necesarias, además de otro tipo de ayudas que impulsen a las mujeres rurales no sólo a encontrar trabajo sino también la posibilidad para ello del uso de medios autóctonos. Esto posibilitará, en gran medida, la conciliación laboral y familiar al ser dueñas de su propia empresa”.
FUENTE: https://www.agrodiario.com/texto-diario/mostrar/1778984/mujeres-invisibles-mundo-rural