Si algo nos está enseñando la crisis que vivimos actualmente es que el cuidado psicosocial es un elemento clave en la gestión de personas. Todos estamos expuestos a elementos estresores mantenidos en el tiempo. Y ahora, en periodo de confinamiento. Nos centramos en cómo gestionar la incertidumbre, el miedo a la enfermedad… pero obviamos aún la fase en la que la normalidad vuelva a nuestro día a día.

¿Has imaginado cómo será el momento en el que podamos, por fin, salir de casa con libertad? Parece un momento maravilloso, precisamente porque eso es lo que ahora no podemos hacer, y no hay mayor potenciador del deseo que aquello que justamente no tenemos opción a tener. Siento ser yo la que te diga que ese momento no será tan idílico como sueñas, ya que no saldremos solos, saldremos con miedo. Las consecuencias psicológicas del confinamiento obligatorio y la incertidumbre económica pesarán en nuestra mochila, y será una carga más pesada de la que ahora podemos imaginar.

Todos somos vulnerables al miedo y al estrés

En estos momentos, los profesionales que trabajan expuestos en primera línea, tantos los del sector sanitario como los llamados servicios esenciales, viven sintomatología propia del trastorno de estrés postraumático: reexperimentaciones, pesadillas, ansiedad… Y son ellos precisamente los que aparcan sus propios sentimientos para servir a los demás. Les llamamos héroes, y no es para menos.

Otros, han debido reaccionar en tiempo récord a las circunstancias, adaptarse al teletrabajo y conciliar una vida personal y profesional entre cuatro paredes.

Un tercer grupo, el de los empresarios, se ha visto abocado a tomar medidas de contención (ERTES, vacaciones recuperables, reducción de jornadas…) con el dolor que implica tomar esa decisión, para asegurar la continuidad de los proyectos por los que llevan años luchando, y además, deben ser los pilares fuertes que mantengan el compromiso y la confianza de sus equipos.

Por último, nos encontramos con trabajadores que, por diversas circunstancias socioeconómicas, no saben si van a poder pagar su hipoteca o alquiler, o cubrir necesidades de primer nivel.

Toda la sociedad ha tenido que ajustar sus esquemas cognitivos sobre cómo funciona el mundo, ha tenido que adecuar su términos de justicia para continuar, y lo hace en el mínimo tiempo posible para dar respuesta a una nueva y completamente diferente, realidad.

A partir de aquí, cuidar la salud psicosocial de nuestros trabajadores hoy es un elemento preventivo que minimizará el desgaste emocional que sufriremos a corto y medio plazo, y de nuevo, como en todo, se vuelve indispensable.

10 claves de salud psicosocial

Si tuviéramos que establecer un decálogo de pautas, muy genéricas, podríamos elegir las siguientes:

  1. Cuídate: vigila tus pautas de sueño, come de manera adecuada, date una ducha caliente, mantén una determinada actividad física dentro de los límites posibles… Tu bienestar empieza por cubrir tus necesidades primarias.
  2. Valida lo que sientes. Solemos hablar de emociones negativas o positivas, y la realidad es que todas ellas cumplen una función. La diferencia es que algunas son placenteras y otras incómodas. Aceptar que sentimos miedo o incertidumbre, nos facilitará la calma suficiente para gestionarlas.
  3. Afronta los síntomas de estrés. Puede ser con respiraciones profundas, puede ser reorganizando cognitivamente lo que estás viviendo (¿te has parado a pensar en los aspectos positivos de la situación?)…
  4. Échale un ojo a tus pensamientos. Las emociones son consecuencia directa de nuestras cogniciones. Si te encuentras mal, la clave está en lo que piensas. Apúntalo si necesitas, y modifícalo o reestructúralo en positivo.
  5. Protégete de la sobreinformación. Es mejor gestionar la información que consumimos, sea cual sea la manera, y que la dosifiquemos para no vernos sobrepasados.
  6. Apóyate en tu entorno. Ya sea profesional o personal. Para bien o para mal, todos estamos juntos en este barco. Compartir nuestras impresiones nos descargará de la tensión que nos rodea.
  7. Fomenta la resiliencia. Potenciar tu adaptabilidad te ayudará a resurgir de la adversidad. “Ningún mar en calma hizo experto al marinero”.
  8. Desecha la culpa. Bien sea porque sientes que no estás a la altura, porque te sientes incapaz de cumplir a nivel personal o profesional… La culpa es mala consejera, y en la mayoría de las veces responde a una mala planificación. Sé consciente del momento que vives, y exígete en función de tu ámbito de influencia. Adapta tus ritmos, y no pises el acelerador más de la cuenta. Piensa que haces lo mejor posible, teniendo en cuenta las circunstancias.
  9. Establece un orden diario. Te ayudará a tomar control sobre lo que está ocurriendo y esto repercutirá en tu propia seguridad.
  10. Confía. En tus propias capacidades, en la potencialidad grupal, en la fuerza social… No siempre haremos lo mejor, pero debemos poner todo de nuestra parte y predisponernos a la acción.

A partir de aquí, habrá tantas particularidades como personas. ¿Qué ocurre con aquellos que pierden a sus familiares y no pueden despedirse? ¿Y aquellos que tienen niños pequeños con conductas que no saben manejar?¿Con los que sienten una ansiedad que les oprime el pecho y les impide respirar?…

El acompañamiento psicológico individual es la guía en el camino que necesitamos todos en este momento. Todos.

Una de las herramientas más poderosas para las empresas son los programas de apoyo al empleado (PAE) que incluyen un servicio de asistencia psicológica para los trabajadores. El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo recomienda el PAE como herramienta para gestionar la salud psicosocial de los trabajadores. Y es que intervenir en fases tempranas permite detectar casos de riesgo, facilitar herramientas y minimizar el desgaste y el desarrollo de patologías o cronificación de síntomas que suelen llevar de la mano bajas de larga duración y absentismo.

Además, complementar la asistencia psicológica con formaciones cortas, tipo webinar, tiene un impacto duradero en el tiempo ya que aporta herramientas concretas a los asistentes.

Por todo esto, si alguna vez pensaste que implantar un PAE era una buena idea, este es el momento. Invertir en la salud mental de tus trabajadores, es invertir en presente y para el futuro.

 

En Yees! disponemos de un equipo propio de psicólogos por dos motivos fundamentales: Proporcionar un seguimiento en equipo de cada persona que nos llama, ya que nuestro centro de escucha funciona 24/7, ofreciendo a cada empleado una coordinación y seguimiento permanente entre todos los miembros del equipo. Porque nosotros somos los primeros que queremos cuidar de nuestros trabajadores. Reunirnos telemáticamente cada semana nos permite, no sólo evaluar cada caso, sino también monitorizarnos emocionalmente. En intervinientes, es muy fácil sentir lo que llamamos fatiga por compasión. Esto se puede dar cuando existe, entre otros, una sobre-empatía con la persona que tenemos, en este caso, al otro lado de la línea. Y ahora es más fácil que nunca. Nosotros también sentimos miedo.

 


AUTORA:   Elena Sánchez, Directora Clínica y de Operaciones y Socia de Yees!

FUENTE Y AGRADECIMIENTOS A:     OBSERVATORIO RH

VER + EN:  https://www.observatoriorh.com/orh-posts/10-claves-de-salud-psicosocial-para-la-vuelta-a-la-normalidad.html

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay


 


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