La próxima vez que acudas a una entrevista de trabajo asegúrate de que tus primeros 6 minutos y 25 segundos cuenten, porque ese es el tiempo que tienes para causar una primera buena impresión según reveló esta investigación en la que también se afirma que el 70% de los reclutadores rechaza a los candidatos en ese lapso de tiempo. Los pequeños detalles que marcan la diferencia son muchos, desde la fuerza del apretón de manos hasta mantener el contacto visual.

No obstante, el 58% de los reclutadores reconoce que les impacta la fluidez de la conversación. Por eso, es fundamental que no cometas algunos deslices verbales que arruinen por completo tus posibilidades de obtener ese empleo.

En una entrevista de trabajo, tus primeros 6 minutos y 25 segundos cuentan más que el resto

Las frases que jamás debes decir en una entrevista de trabajo

1. ¿A qué se dedica la empresa?

Esta pregunta desvela que ni siquiera has dedicado unos minutos a buscar en Google. Indica que no tienes un auténtico interés por la empresa que podría contratarte. Por tanto, si tú no te interesas por la empresa, ¿por qué deberían interesarse ellos en ti?

2. ¿Tendré que hacer horas extra?

Conocer las condiciones de tu jornada laboral es importante, pero si haces esta pregunta parecerá que eres perezoso y no estás dispuesto a comprometerte con la empresa. Tampoco es conveniente preguntar cuándo tendrás vacaciones. Este tipo de detalles se analizan antes de firmar el contrato de trabajo.

3. Trabajo mejor solo

La mayoría de las personas trabajan mejor solas, pero en la actualidad las habilidades de trabajo en equipo son esenciales para cualquier empresa, por lo que es probable que el reclutador no solo esté buscando a un candidato con un buen currículum, sino que también sea capaz de trabajar en equipo.

4. Si no me dan este trabajo, no sabré qué hacer

Nadie con un mínimo de experiencia reclutando personal se dejará engañar por tus sollozos. Dar pena y parecer desesperado no es una carta ganadora, todo lo contrario. Los reclutadores quieren ver determinación y resiliencia en los candidatos.

5. Tienes una sonrisa preciosa

Coquetear con tu entrevistador para caerle simpático es una pésima idea, tanto si es hombre como si es mujer. Esta táctica está completamente fuera de lugar y desvela inseguridad en tus capacidades profesionales.

6. Tengo otras propuestas encima de la mesa

Es probable que estés inmerso en otros procesos de contratación, pero no es conveniente que se lo dejes saber al reclutador desde el primer momento ya que le transmitirás la idea de que estás dispuesto a irte con el mejor postor. Recuerda que muchas empresas no buscan empleados sino personas dispuestas a comprometerse e identificarse con la organización. Este detalle se puede abordar con más tacto en una entrevista posterior.

7. Sé que no soy la persona más cualificada para el puesto, pero…

“Ah, ¿no? Adiós, entonces” es la respuesta más probable del entrevistador. La sinceridad tiene un límite: es tan malo presentarse con una actitud arrogante y presuntuosa como ser demasiado humilde y descalificarse automáticamente. La modestia extrema puede llegar a ser un autosabotaje.

8. Odiaba a mi último jefe

Aunque odies a tu último jefe y tengas buenas razones para hacerlo es mejor que te lo guardes para ti. Parecerá que te estás quejando y el reclutador no quiere escuchar tus quejas, sino saber qué valor le puedes aportar a la empresa. En sentido general, cualquier frase que incluya críticas a tu anterior empresa te hará quedar mal pues parecerás rencoroso y vengativo.

9. ¿Tendré oportunidades de ascender?

La mayoría de las empresas ven con buenos ojos que sus empleados quieran mantenerse en la organización y ascender, pero si realmente te interesa ese trabajo, es mejor que te centres en el aquí y ahora. Con esta pregunta puedes dar la impresión de que realmente no te interesa ese empleo, solo lo usas como trampolín.

10. ¿Cuánto cobraré?

Los entrevistadores saben que el salario es un factor de peso, pero no es conveniente que saques a colación el tema. Espera a que te pregunten cuál es tu salario ideal. Si no lo hace, puedes preguntarle con quién debes hablar para conocer el sueldo.

Bonus

Por último, no olvides que las coletillas suelen causar una pésima impresión y generan la imagen de incapacidad e inseguridad. De hecho, algunas pueden llegar a molestar al entrevistador, como añadir al final de cada frase: “¿Entiendes?“.

Ten en cuenta estas recomendaciones la próxima vez que tengas una entrevista de trabajo.Ç

 


AUTORA: JENNIFER DELGADO

FUENTE: vía @muhimu_es

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