Presentarse a una entrevista de empleo nunca es tarea fácil. Los nervios, la ambición por dejar atrás el paro y las expectativas de seguir adelante con nuestra carrera profesional, las dudas sobre la ropa que nos pondremos… y las preguntas.
Contestar bien a las preguntas del entrevistador es esencial para hacernos con el empleo, pero nunca es una empresa fácil así que vamos a repasar las 150 preguntas y respuestas más útiles para una entrevista de trabajo.
Hemos dividido las preguntas en categorías, ya que el entrevistador nos puede cuestionar sobre aspectos tan diferentes como su empresa, nuestra formación y experiencia, nuestra vida privada o los motivos que nos llevan a presentarnos a la entrevista que nos tiene sentados frente a él. Tras cada pregunta encontraréis una serie de consejos o indicaciones para responder o, en algunos casos, salir lo más airosos posibles de las preguntas más complicadas que nos pueden hacer.
La empresa y el puesto
1 ¿Qué sabe de nuestra empresa?
Perfectamente podría ser la primera pregunta que nos hagan, así que hay que contestarla bien ya que muchos expertos apuntan a que es clave para demostrar nuestro interés por el puesto. Tenemos que ir a la entrevista informados sobre la empresa para la que queremos trabajar, ya que así demostramos interés por el puesto. Entre las respuestas que podemos dar están la magnitud, su seriedad, el sector al que pertenece, las posibilidades de seguir creciendo (tanto de la empresa como para nosotros mismos, siempre en su seno), su cultura corporativa, su trayectoria, su historia… Lo único en lo que debemos fijarnos es en los aspectos positivos, no hay que poner sobre la mesa algún momento oscuro que haya podido tener.
2 ¿Por qué quiere trabajar en esta empresa?
Una de las primeras cosas que debemos hacer antes de ir a la entrevista es informarnos sobre la empresa: a qué sector o negocios se dedica, su situación en ese mercado, sus proyectos a corto plazo… Así, podremos justificar nuestro interés por trabajar en ella con una respuesta convincente. También podemos destacar las posibilidades de crecimiento laboral que ofrece.
3 ¿Conoce a alguien en esta empresa?
Debes conocer las políticas que tiene la empresa sobre la contratación de familiares de trabajadores. Eso si, nos han preguntado por conocidos, un concepto mucho más amplio, así que antes de responder de forma afirmativa debemos tener claro que nuestro conocido cuente con una buena reputación en el seno de la compañía si no queremos que nuestra amistad sea un obstáculo para conseguir el empleo.
4 ¿De qué se encargará si le contratamos?
El entrevistador quiere saber si sabemos realmente a qué empleo nos hemos presentado, si lo hemos sobrevalorado o infravalorado. Lo mejor es contestar ajustándonos a la descripción que aparecía en el anuncio de empleo al que hemos contestado o a contactos previos a la entrevista de empleo. No debemos presuponer, imaginar o suponer nada, y tampoco añadir -ni quitar- obligaciones o tareas.
5 ¿No cree que este cargo es superior al que ocupó anteriormente?
Esta es la primera de una serie de killer questions a las que nos tenemos que enfrentar. Las empresas no quieren candidatos infracualificados, así que lo mejor es indicar que ese es el puesto que estamos buscando y que queremos ocupar en el momento actual, y destacar nuestros puntos fuertes una vez más para explicar qué podemos aportar. También hay que destacar nuestra motivación y preparación para ello.
6 ¿No cree que este cargo es inferior al que ocupó anteriormente?
La pregunta anterior aunque en el otro sentido, un hecho cada vez más habitual debido a la crisis y que tampoco gusta a unas empresas temorosas de contratar a un trabajador frustrado. Lo que el reclutador realmente quiere saber es si cambiaremos de empleo cuando nos salga una ocasión mejor, así que debemos recalcar nuestro compromiso, siempre siendo sinceros. Hay que responder de forma pausada, destacando que nunca hay trabajadores demasiado cualificados para un empleo, que es una buena oportunidad y destacar que el empleo es atractivo y motivador, destacando lo que podemos aportar.
7 ¿Se considera sobrecualificado para este empleo?
No debemos ceñirnos estrictamente a nuestras cualificaciones académicas o en antiguos empleos, nuestra respuesta girar en torno a lo bien preparados que estamos para este empleo y las ganas que tenemos de continuar aprendiendo y desarrollándonos como trabajadores. Es una pregunta muy parecida a la anterior.
8 ¿Este empleo se adapta a sus habilidades o está capacitado para un empleo superior?
Por supuesto que coinciden. Si contestamos otra cosa, parecerá que estamos buscando otro trabajo y que ese es solo una ocupación temporal hasta entonces.
9 ¿Cómo podría compensar su falta de experiencia en este empleo?
La respuesta depende de si tenemos experiencia o no. Si la tenemos, debemos resaltarla ante el entrevistador; y si no, podemos hablar de la motivación que tenemos, de la dedicación al empleo y de la facilidad que tenemos para aprender.
10 ¿Por qué cree que lo haría bien en este trabajo?
La respuesta es muy fácil, debemos hablar de nuestros conocimientos, la experiencia que nos acompaña, el interés y la ambición que tenemos.
11 ¿Sería capaz de anteponer los intereses de la empresa por encima de los suyos?
Si. La respuesta es simple. Aquí el reclutador quiere saber sobre nuestra dedicación y lealtad profesional, así que nos debemos limitar a contestar afirmativamente sin divagar filosófica ni eticamente.
12 Si estuviese en mi lugar, ¿qué buscaría en el candidato al empleo?
Ante esta pregunta debemos ponernos en el lugar del entrevistador y tratar de explicar las principales características que debería tener el ocupante del empleo, dejando entrever que su perfil y el nuestro son muy parecidos, pero no hay que pasarse definiéndonos a nosotros mismos como el candidato ideal.
13 Defina a sus potenciales clientes internos y externos y cómo atiende sus necesidades.
Debemos describir a grandes rasgos a nuestros clientes habituales y la forma en la que trabajamos con ellos, pero hay que prestar mucha atención a no cerrarnos a un determinado tipo o perfil de cliente, dejando siempre las puertas abiertas a otros perfiles. Siempre hay que mostrarse accesibles, positivos y orientados al cliente.
14 ¿Cuánto tiempo le costaría adaptarse a este empleo para trabajar con eficacia?
Una de las preguntas que no admiten un “no” o “nada” como respuesta. Siempre necesitaremos un periodo de adaptación adaptación a nuestro nuevo empleo y cargo, así que la respuesta ideal sería unos días o una semana. Si la empresa ofrece un curso previo a la incorporación o un plan de bienvenida, podemos indicar que cuando concluya nuestra adaptación será completa.
Motivación
15 ¿Qué es lo que más te atrae del puesto?
Siempre que sea posible hablaremos de los aspectos relacionados con la posición o el empleo, pero dejaremos al margen la cuestión económica, y a ser posible tampoco mencionaremos las condiciones laborales.
16 ¿Cuál es su motivación principal?
Aspectos como la posibilidad de aprender y seguir creciendo o el hecho de sentirnos una parte importante y activa de un proyecto o empresa siempre son la mejor motivación que podemos dar. Todo lo contrario que el dinero o las condiciones laborales, las peores cosas que podemos contestar a todas las preguntas sobre motivación.
17 ¿Qué le motiva a mejorar en su trabajo?
Esto es algo personal, así que la respuesta depende de cada uno. Eso si, podemos destacar los retos, el reconocimiento o el cumplimiento de las metas propuestas como las mejores respuestas y un sueldo más alto siempre será la peor.
18 ¿Qué es más importante, el trabajo o el dinero?
Sin lugar a dudas, el trabajo. El dinero es importante, pero el trabajo lo es más. La respuesta es fácil.
19 Si tuviese suficiente dinero para dejar de trabajar, ¿se jubilaría?
No. Ya sabemos la respuesta, el trabajo siempre es más importante que el dinero. De hecho, estamos en la entrevista porque queremos ese trabajo. Además, si tenemos dinero para jubilarnos, ¿qué hacemos optando a ese empleo?
Formación
20 ¿Por qué abandonó los estudios?
Si en el currículum consta que hemos abandonado los estudios, es fácil que nos pregunten por ello para hacerse una idea de nuestra autoexigencia, nuestro nivel de confort, etc. Si no son estudios relacionados con el empleo podemos hablar de falta de vocación o de que no nos aportaban nada de lo que queríamos, pero si tienen que ver con el empleo la cosa se complica. Podemos alegar a la inmadurez de la edad o a circunstancias personales (si esto es cierto), añadiendo que tenemos pensado volver a las aulas.
21 ¿Qué le pareció la carrera que estudió? ¿Por qué la eligió?
Aunque la respuesta dependerá de la persona y la situación, hay que ofrecer una respuesta positiva, dejando claro que la formación ha sido una experiencia positiva en todos los aspectos. Es fácil que nos pregunten por nuestras asignaturas preferidas o en las que sacamos mejor nota para comprobar que nuestro discurso es coherente y nuestros gustos y conocimientos se ajustan al perfil que buscan. También es fácil que nos pregunten si volveríamos a estudiar lo mismo o qué más nos gustaría haber estudiado.
22 ¿En qué aspectos cree que debería reciclarse?
Esta pregunta busca que el propio candidato se autoanalice. Si los idiomas no son esenciales, siempre son el mejor recurso, ya sea el inglés u otro idioma, y así evitar hablar sobre aspectos más importantes para el empleo en los que andemos algo flojo. En esta pregunta nunca debemos contestar con algún aspecto importante que pueda suponer nuestro descarte para el empleo, y si podemos debemos añadir que estamos haciendo esfuerzos para solucionar ese vacío.
23 ¿Ha mejorado su formación en los últimos meses?
Aquí, lo que quiere saber la empresa es si el candidato muestra interés por seguir mejorando o si simplemente se conforma con los conocimientos que ya tiene. Decir que no es la peor respuesta, así que si recientemente no hemos hecho ningún curso podemos justificarlo por la gran carga de trabajo a la que estábamos sometidos y/o explicar que lo tenemos en mente -y hacerlo-. Aquí también se puede hablar de los cursos internos hechos en otras empresas o de los conocimientos adquiridos por otras vías, por ejemplo en el día a día o de forma autodidacta.
24 ¿Qué idiomas habla?
Si el empleo requiere dominar algún idioma, es fácil que nos hagan la pregunta en inglés, francés, alemán o el idioma que se exija. Una de las premisas básicas a la hora de optar a un empleo es no mentir en los idiomas, ya que se descubrirá en la entrevista o en los primeros días de empleo. Si hablar idiomas es secundario podemos decir que queremos hacer hincapié en este aspecto, y en caso de estar haciendo un curso debemos mencionarlo. No está de más indicar que estamos dispuestos a participar en los cursos de idiomas que imparta la empresa.
25 ¿Cómo se actualiza a nivel profesional?
Aquí podemos aprovechar para hablar de los conocimientos y competencias adquiridos en los cursos de formación que hemos hecho en los últimos tiempos, además de nuestro desempeño laboral y la formación de nuestro día a día.
Trabajos anteriores y experiencia
26 ¿Ha trabajado antes?
Hay que ser totalmente sinceros. Si no tenemos ninguna experiencia laboral de ningún tipo, hay que decirlo ya que siempre hay una primera vez para todo. En caso de haber desempeñado algún voluntariado o de haber trabajado al margen y que no conste en nuestro currículum, debemos destacarlo. Tampoco debemos temer admitir que nos han despedido de un empleo anterior. Ser claro y sincero es elemental en la entrevista.
27 ¿Qué experiencia tiene en este sector?
Tenemos que hablar sobre aspectos concretos que estén ligados con el empleo para el que nos hemos presentado a la entrevista. Si no contamos con este tipo de experiencia debemos de hablar de lo que más se acerque al puesto en cuestión. Eso si, siempre utilizaremos ejemplos reales, nunca nos inventaremos nada.
28 ¿Cuál es su experiencia laboral anterior?
Nos tenemos que centrar en los empleos y ocupaciones que estén más relacionadas con el puesto al que nos presentamos, convirtiéndonos en el mejor candidato para esa posición. Si otro empleo nos puede haber aportado algo también podemos hablar de ello y de cómo nos ha influido de cara a ese empleo.
29 ¿Por qué ha pasado tanto tiempo en la mismo puesto en la misma empresa?
Si el entrevistador ve en nuestro currículum que hemos pasado mucho tiempo en una empresa y nos pregunta por ello debemos destacar que hemos evolucionado y nos hemos adaptado al ritmo que lo ha hecho la empresa. Si no hubo transformación, podemos referirnos a la lealtad, la estabilidad y el compromiso a largo plazo con un proyecto profesional en el que confiamos.
30 ¿Por qué se ha conformado con un sueldo tan bajo a su edad?
Una killer question más. Podemos decir que consideramos necesario emplearse para ganar experiencia y las mejores competencias para progresar, lo que antes o después se traducirá en un aumento de salario. También podemos preguntar al entrevistador cuál cree que debería ser nuestro sueldo actual, pero sin parecer arrogantes ya que lo que pretende con esta pregunta es desestabilizarnos.
31 ¿Su último empleo ha sido el mejor?
Debemos incidir en que siempre intentamos dar lo mejor de nosotros mismos y que nuestro mejor momento laboral es el presente. Si decimos que ya ha llegado puede dar la impresión que nuestro mejor empleo –y nuestra mayor dedicación- ya ha pasado, y si contestamos que está por llegar el reclutador puede entender que hasta ahora no nos hemos esforzado al máximo en el trabajo.
32 ¿Cómo explicaría sus ascensos?
A esta cuestión si que debemos responder hablando de nuestras competencias profesionales, dedicación al trabajo y personalidad, de los objetivos y metas que hemos alcanzado o de nuestra rentabilidad. Si podemos aportar ejemplos de nuestros éxitos, mejor.
33 ¿Cómo logró su último empleo?
El entrevistador quiere saber si somos trabajadores proactivos o no, así que debemos decir la verdad: a través de un contacto, respondiendo a anuncios, la empresa nos llamó… Eso si, siempre hay que incidir en la proactividad.
34 ¿Con qué aspectos de su empresa anterior estaba más a disgusto?
Es una pregunta difícil, de esas en las que debemos hacer equilibrio a la hora de responder. No debemos criticar a nuestra antigua empresa ni a su política laboral, pero tampoco hay que decir que no tenemos quejas porque resulta poco creíble. La mejor respuesta es hablar de las razones que nos han llevado a salir de ella (si ha sido una salida voluntaria) o tratando de ser políticamente correctos con esa empresa. Tampoco debemos centrar nuestra respuesta en una persona concreta.
35 ¿Qué le decepcionó de su anterior empleo?
Hay que huir de trivialidades y negaciones- La falta de retos, desafíos u opciones de progresar son algunas de las mejores respuestas que podemos dar.
36 ¿Por qué quiere dejar/ha dejado su antiguo empleo?
Nuestra respuesta debe girar entorno a las ganas de crecer, de asumir nuevas responsabilidades, etc. Siempre hay que ser positivos, y no podemos criticar a nuestra antigua empresa o excompañeros de trabajo, ya que el reclutador desconfiará de nosotros automáticamente. Tampoco debemos centrarnos en el aspecto económico. Si una de las razones es la cercanía del nuevo empleo a nuestro lugar de residencia también lo podemos mencionar. Otra posibilidad que se puede mencionar, aunque pidiendo discreción al entrevistador, es que se acecinen despidos o reestructuraciones en la empresa.
37 ¿Por qué ha cambiado de trabajo tan a menudo?
Si el entrevistador ve en nuestro curriculum que hemos cambiado de empleo muy a menudo es fácil que nos pregunte por ello con la idea de si somos culos de mal asiento o si duraremos poco en la empresa, algo que quieren evitar. Según a qué sector nos dediquemos, se pueden justificar los cambios de empleo por sustituciones, temporalidad, fin de proyectos, etc.. Sino, hay que enfocarlo de forma positiva, hablando de oportunidades de crecimiento. >Nunca debemos hablar del aspecto económico.
38 ¿Cumplió sus expectativas en empleos anteriores? ¿Cuáles eran?
Una vez más, debemos destacar ejemplos concretos y positivos de retos que nos marcamos y con los que hemos cumplido. No pueden faltar en nuestra respuesta la formación, los métodos que hemos utilizado para lograrlos o lo que hemos aprendido en el camino.
39 ¿Le han despedido de algún trabajo? ¿Por qué?
Hay que ser sincero, aunque una respuesta a priori negativa para nuestros intereses se puede reformular para que parezca positiva. Por ejemplo, el despido supuso una nueva oportunidad para seguir formándonos, buscar nuevos retos profesionales, ser madre, etc. También ay que reflexionar sobre las razones del despido, e intentaremos destacar algo positivo que hayamos extraído de la situación que nos haya podido ser útil más tarde.
40 ¿Qué empresa o quién puede aportarme referencias suyas?
Si tenemos una lista de referencias, debemos llevarla a la entrevista para entregársela al reclutador si nos la pide. Deben ser trabajadores o empresas por las que hayamos pasado (no solo de la última empresa), preferentemente de los trabajadores que mejor nos conocen. Eso si, debemos asegurarnos que dará una imagen positiva de nosotros.
41 ¿Cuál ha sido la tarea más aburrida a la que se ha enfrentado? ¿Cómo lo hizo?
Nunca debemos hablar de tareas parecidas a las que deberemos desempeñar en nuestro nuevo empleo, ya que estaremos cavando nuestra propia tumba. Hay que contestar algo que hayamos hecho esporádicamente o en circunstancias especiales que esté poco relacionado con nuestro día a día, y debe ser una situación de la que hayamos salido bien.
42 ¿Cuál ha sido la tarea más interesante a la que se ha enfrentado? ¿Cómo lo hizo?
Ahora si que debemos hablar de algo relacionado con el empleo que deseamos y nuestro día a día, y nunca responderemos con una actividad excepcional.
43 ¿Cuál ha sido su mayor decepción profesional?
Siempre que afrontamos una pregunta de este tipo debemos destacar una situación que nunca estuviese bajo nuestro control, dejando al margen los sentimientos negativos que nos provocó y resaltando que aceptamos la situación con la mayor profesionalidad posible.
44 ¿Cuál ha sido la mejor experiencia profesional que ha tenido?
Aquí hay que hablar de la satisfacción que sentimos al ver como cumplimos con los objetivos de la empresa, nada de hablar de las cenas de empresa, viajes de trabajo o momentos de ocio con los compañeros de trabajo.
45 ¿Qué puntos fuertes han destacado sus anteriores jefes de usted?
Antes de la reunión analizaremos los puntos fuertes que han destacado de nosotros. Entre las mejores respuestas están energía, actitud positiva, lealtad, liderazgo, iniciativa, participación, trabajo en equipo, paciencia, creatividad, trabajo duro, capacidad de solución de problemas, dotes de comunicación, o capacidad de trabajo bajo presión.
46 ¿Ha tenido algún problema o enfrentamiento con un superior? Cuéntemelo
Una killer qustion en la que el entrevistador quiere que hablemos mal de nuestro antiguo jefe, algo que debemos evitar a toda costa. La mejor respuesta es decir que no hemos tenido problemas, pero si nuestra respuesta es afirmativa podemos hablar de ello brevemente, siempre en sentido positivo y quitando hierro al asunto.
47 ¿Cómo le han tratado sus jefes anteriores?
Jamás debemos hablar mal de un antiguo empleo, jefe o compañero, y en esta ocasión no haremos ninguna excepción por muy mal que consideremos que nos han tratado ya que esa visión negativa no generará la confianza que buscamos con el entrevistador. Si la relación ha sido buena la podemos describir sin problemas, y si no ha sido la mejor trataremos de desviar el tema y seremos lo más discretos que podamos en nuestra respuesta.
48 ¿Qué opinan de usted sus compañeros de trabajo?
Hay que tener preparada una lista con citas –siempre positivas- de anteriores compañeros de trabajo para contestar a esta pregunta. Una vez más, la respuesta depende de las características de cada uno y de su profesión.
49 ¿Alguna vez despidió a alguien? ¿Cómo se sintió?
Esta es una pregunta muy importante. Si contestamos que si no debemos dar la impresión de que es fácil echar a un compañero o subordinado o que disfrutamos de ello, sino que mostraremos nuestra preferencia por la empresa frente a una persona que la ha perjudicado.
50 ¿Alguna vez ha tenido que desempeñar funciones a las que no está acostumbrado?
Siempre debemos responder de forma positiva, dejando claro que somos capaces de asumir sin problemas funciones ajenas a nuestro día a día. Es algo que todo el mundo deberá hacer alguna vez, así que estamos preparados para ello.
51 ¿Qué cambios experimentó su empresa en los últimos tiempos y cómo lo sintió?
Tenemos que buscar una respuesta que no nos comprometa, un ejemplo simple del que salgamos bien parados que no de pie a que el entrevistador haga más preguntas que nos dejarán en mal lugar. También evitaremos situaciones que puedan ser delicadas y nos vayan a perjudicar a la hora de conseguir el empleo.
52 ¿Alguna vez ha tenido que dirigir un área diferente a la suya? ¿Cómo lo hizo?
Es una pregunta dirigida a ejecutivos y cargos de mando, e igual que en la pregunta sobre las funciones a las que no estamos acostumbrados debemos dar la impresión que estamos preparados para ello. Por eso, hablaremos de un liderazgo participativo, teniendo en cuenta las opiniones de todos los miembros del equipo, manteniéndoles motivados, ayudándolos cuando tienen problemas y destacando todos sus logros.
Búsqueda de empleo y expectativas
53 ¿Cuánto tiempo ha estado en el paro?
Debemos de ser sinceros, aunque seamos parados de larga duración. Si llevamos bastante tiempo sin trabajo debemos destacar que hemos estado buscando empleo de forma activa, hemos asistido a entrevistas y a cursos de formación, etc. En el contexto actual, la mala coyuntura del mercado laboral puede ser otra explicación a nuestra situación, aunque no debemos culpar totalmente a estas circunstancias coyunturales.
54 ¿Por qué ha estado tanto tiempo sin trabajar?
Tenemos que ser sinceros y decir la verdad, además de por qué dejamos nuestro anterior trabajo. También podemos señalar el tiempo que llevamos buscando trabajo, ya que aquí el entrevistador quiere saber si el tiempo que hemos estado desempleados se debe a que somos personas problemáticos o a la mala suerte. Esta es una pregunta cada vez más común debido a la precaria situación del mercado laboral español, ya que muchas veces vemos currículums con grandes saltos desde el último empleo hasta el momento de la entrevista.
55 ¿Qué ha hecho durante el tiempo que ha estado desempleado?
Seguimos con otra pregunta que puede estar marcada por la situación actual del mercado laboral. Recordaremos al entrevistador que estar desempleado no quiere decir estar parado, y hablaremos de las actividades y cursos de formación que hemos hecho, de la búsqueda activa de empleo o de otras actividades que puedan estar relacionadas (colaboraciones con asociaciones de nuestro sector o con ONG, por ejemplo) que demuestren nuestra ambición por cambiar la situación.
56 Si pudiera elegir en qué empresa trabajar, ¿dónde lo haría?
Intenta no dar nombres, ni de la empresa que te está entrevistando -sonaría demasiado pelota- ni de la competencia -parecería desleal-. Más que el nombre de una empresa, ante esta empresa hay que centrarse en el ambiente laboral: el puesto de trabajo, como deberían ser los compañeros y el jefe, los incentivos, las acciones de formación de empleados, oportunidades de crecer… Siempre hay que intentar describir a la empresa que nos entrevista pero sin dar el nombre.
57 ¿Está buscando empleo en otra empresa?
Aunque no lo parezca, es una pregunta muy fácil de responder. Hay que decir la verdad, aunque destacando que ese empleo es el que más atractivo nos parece, destacando todo lo que podemos aportar. Si también nos preguntan por el nombre de otras empresas, contestamos que nos han pedido confidencialidad y que no podemos decir el nombre, con lo que el entrevistador debería quedarse satisfecho ya que en teoría se buscan trabajadores discretos.
58 ¿Cuál sería su cargo ideal?
La mejor respuesta es la ambigüedad. No debemos mencionar un cargo o empleo específico, ya que restaría puntos, sino que buscamos un empleo que nos guste y nos permita crecer y ser importantes, en el que estemos a gusto en la empresa y con los compañeros.. Tampoco debemos decir que es el empleo para el que nos hemos presentado a la entrevista ya que perderíamos credibilidad, pero tampoco otro ya que el reclutador puede imaginar que aunque nos contrate no estaremos contentos.
59 ¿Estaría dispuesto a hacer horas extra?
Aunque si contestamos que no es fácil que los candidatos que hayan contestado de forma afirmativa nos adelanten en la carrera por el empleo, lo mejor es ser sincero. Es una opción que depende de cada uno, aunque cada vez son más las empresas que valoran que sus futuros empleados dediquen parte de su tiempo libre a trabajar para la empresa.
60 ¿Cuántas horas extra ha hecho últimamente? ¿Por qué?
Una vez más debemos hacer equilibrios. No hacer horas extra puede ser señal de dejadez, mientras que quedarse en el trabajo más de lo que toca a menudo puede indicar que el trabajador no es capaz de acabar todo su trabajo en el horario establecido. Simplemente debemos mostrarnos flexibles y señalar que solo hacemos horas extra cuando sean necesarias.
61 ¿Trabajaría los fines de semana?
Aunque debemos ser sinceros y en último término depende de nosotros y de si trabajaríamos o no los fines de semana, lo ideal es mostrar disponibilidad, diciendo cosas como “en principio no tendría inconveniente”.
62 ¿Estaría dispuesto a hacer viajes -largos y cortos- por motivos laborales?
Aquí, la sinceridad es nuestro mejor aliado así que debemos contestar lo que realmente pensamos. Si mentimos no tardarán en pillarnos y pronto empezarán los problemas. Además, puede ser motivo de sobra para que no superemos el periodo de prueba.
63 ¿Cuál es su horario habitual?
No debemos hacer un minuto a minuto ni responder la hora de entrada y salido, sino explicar en qué franja horaria hacemos cada actividad y por qué. Tenemos que relacionar cada actividad y su horario con la productividad y la eficacia, dejando claro que aunque seamos organizados y sigamos un plan u horario somos capaces de adaptarnos a imprevistos como encargos urgentes, reuniones no programadas, etc.
64 ¿Qué expectativas económicas tiene?
Es una pregunta tan esperada como comprometida. La mejor respuesta sería algo así como “un sueldo acorde con mi aportación y responsabilidades en la empresa”. Nunca debemos hablar de cifras, aunque si nos hemos informado antes del sueldo medio de ese puesto, podemos dar un rango bastante amplio. Otra posibilidad es hablar de los ingresos que teníamos en el pasado si ocupábamos un empleo similar o inferior. Es mejor dejar la cuestión económica para el final, no sacarla antes para que el entrevistador no piense que el empleo solo nos interesa por el dinero.
65 ¿Cuánto aspira a cobrar en el futuro?
Una cosa es el presente y otra el futuro. No es conveniente hablar de cifras, especialmente si estamos empezando, aunque podemos hablar de una evolución del sueldo de acuerdo con la experiencia. Si tenemos más experiencia podemos poner ejemplos de situaciones anteriores, o aportar las nóminas que indiquen la evolución del salario.
66 ¿Cuánto tiempo espera trabajar en esta empresa?
Es difícil –y poco recomendable- contestar de forma concreta a esta pregunta, lo ideal sería utilizar fórmulas genéricas que a la vez demuestren nuestro interés real y compromiso con la empresa, como “por un largo tiempo” o “mientras la empresa y yo sintamos que estoy haciendo un buen trabajo”.
67 ¿Dónde se ve en 3 o 5 años? ¿Qué objetivos tiene a medio plazo?
Pregunta sobre nuestros planes de futuro, a la que debemos contestar de forma genérica y siempre centrados en el aspecto laboral, nunca en el personal. Debemos indicar que queremos seguir en un empleo que suponga un reto continuo en nuestro día a día y que nos ayude a desarrollarnos personal y profesionalmente. Con esta cuestión, el reclutador quiere saber si tenemos claros nuestros objetivos.
68 ¿Qué objetivos tiene de cara al futuro?
Lo lógico es que aspiremos a crecer a largo plazo, aunque en este caso no debemos elevar demasiado nuestros objetivos de futuro, pecando de ambiciosos. La respuesta correcta sería que en el presente, nuestra mayor ambición es incorporarnos a ese empleo y a partir de ahí desarrollarnos profesionalmente como es normal.
69 ¿Qué haría si lo despedimos en dos años?
Una killer quastion más. Hay que encararla con mentalidad positiva, explicando que no tiene por qué pasar, y que si nos despiden durante el tiempo que hayamos pasado en la compañía habremos adquirido más experiencia y estaremos más preparados a la hora de buscar un nuevo empleo.
70 ¿Cuándo podría empezar a trabajar con nosotros?
En teoría, la empresa estará buscando a alguien que se incorpore al empleo de forma inmediata, así que debemos responder que a la mayor brevedad posible. En caso contrario, debemos señalar que necesitamos dos o tres días para cerrar algún asunto y organizar nuestra nueva vida laboral.
71 Si le contratamos ¿cómo actuará las primeras semanas para mejorar?
Otra killer question que además genera nerviosismo al entrevistado. Si hemos investigado sobre la empresa o sobre el puesto que estamos llamados a ocupar seguro que sabremos a qué nos enfrentaremos los primeros días, así que llegaremos a la entrevista con la respuesta más o menos preparada de casa. También podemos recurrir a experiencias anteriores.
Trabajo en equipo/Relación con los compañeros
72 ¿Es un trabajador de equipo?
Por supuesto que somos trabajadores de equipo. En la medida de lo posible deberíamos aportar ejemplos, señalando las características de cada uno y la importancia que tuvo el trabajo en equipo para lograr los objetivos fijados. Debemos utilizar hechos concretos en lugar de cosas generales, y no debemos alardear demasiado ya que resultaríamos poco creíbles.
73 ¿Prefiere trabajar solo o en equipo?
Aquí debemos aprovechar para destacar que somos buenos trabajadores en equipo y a ser posible demostrarlo con ejemplos reales. Eso si, no hay mostrar una gran preferencia por esta opción ya que añadiremos que nuestra disponibilidad para trabajar en solitario es total. En resumen, no hay que decantarse por una posibilidad, aunque resaltando nuestra capacidad para el trabajo en equipo.
74 ¿Qué posición prefiere a la hora de trabajar en equipo?
Aquí la respuesta depende de cada uno. Lo ideal sería contestar que nos sentimos cómodos trabajando en cualquier posición y ejerciendo diferentes funciones, pero si no es así no pasa nada, hay que ser honestos y decir la verdad, señalando las posiciones en las que nos sentimos más cómodos.
75 ¿Qué aspectos valora más cuando trabaja en equipo?
Iniciativa e implicación son dos de los aspectos que más valoran en las empresas, así que debemos destacarlas. Nos centraremos solo en las cuestiones positivas, ya que generalmente solo nos preguntan por los aspectos que más valoramos, así que nos ahorraremos los aspectos negativos y aquellos a los que les damos menos importancias.
76 ¿Cómo motiva a su equipo?
La mejor respuesta que podemos dar es que nos gusta hacer que nuestro equipo, directores o mandos se sientan partícipes en el proyecto, que se sientan integrados en el grupo, ayudándoles siempre que sea posible y reconociendo todos sus logros. Debemos añadir lo importante que es que el responsable haga un equipo.
77 ¿Cómo evalúa a su equipo?
Podemos combinar los parámetros profesionales como la ratio o el número de objetivos alcanzados de forma satisfactoria en el plazo establecido con otros más personales: actitud, predisposición, optimismo, motivación, capacidad de trabajo, química con el resto de miembros del equipo y con nosotros mismos… Es una de las pocas preguntas en que podemos incluir valores personales a los profesionales, así que al entrevistador le debe quedar claro que no evaluamos solo su labor profesional, también qué tipo de persona es.
78 Indique algún logro alcanzado gracias a su trabajo como líder.
Como siempre, debemos destacar nuestros triunfos profesionales. En esta ocasión, centrándonos en nuestro papel como líderes, debemos centrarnos en los aspectos cuantitativos, aportando datos objetivos y los resultados o metas alcanzadas, el nivel de ventas que hemos logrado, la rentabilidad de la empresa, etc.
79 ¿Cada cuanto se reúne con sus colaboradores? ¿Cómo son estas reuniones de equipo?
No hay una respuesta perfecta a esta pregunta, así que debemos decir la verdad. Eso si, añadiremos que uno de los motivos de las reuniones es que conocemos la importancia de involucrar a nuestro equipo en las decisiones que tomamos, ayudándole a resolver los problemas y obstáculos con los que se pueda cruzar y reconociendo todos sus logros.
80 ¿Con qué grupos se siente más cómodo y trabaja mejor? ¿Y se siente más incómodo?
Como siempre, los trabajadores o grupos que más se involucran en el proyecto son los que nos hacen sentir más cómodos mientras trabajamos. En cambio, no lo estaremos tanto con aquellos que son más individualistas o no se toman en serio el trabajo en equipo. Trataremos de evitar las respuestas negativas, y jamás diremos que no nos sentimos cómodos con los compañeros que se escaquean y luego recae todo el trabajo sobre nosotros.
81 ¿Con qué tipo de persona no trabajaría nunca?
Huiremos de las trivialidades y dejaremos nuestros prejuicios contra algunas personas en casa. Nos debemos mostrar abiertos a trabajar con todo tipo de persona, sin importar nada más, aunque podemos señalar cosas graves como la deslealtad a la empresa.
82 ¿Cómo cree que debería ser la relación entre el jefe y sus colaboradores?
Lo ideal es hablar de una relación fluida que permita el crecimiento profesional de todos los implicados en un proyecto, en el que todo el mundo colabore y se ayude para cumplir con los objetivos marcados de la forma más eficaz.
83 A su juicio, ¿qué cualidades debería tener un buen jefe?
Todos los jefes aseguran ser inteligentes, leales, trabajadores de alto nivel, fieles a sus subordinados y, especialmente, con un gran sentido del humor, así que debemos resaltar esas cualidades. A esta pregunta debemos contestar de forma genérica y positiva.
84 ¿Con qué tipo de jefe le gustaría trabajar?
Difícilmente sabremos como es el jefe con el que nos tocará trabajar, así que lo mejor es contestar que nos gusta trabajar con jefes participativos y democráticos, que nos haga sentir parte de la empresa, el equipo o el proyecto en el que estaremos involucrados. A nadie le gustan los jefes autoritarios o dictatoriales, así que esta es la respuesta más socorrida.
85 ¿Qué diría si critican que su labor ha sido ineficaz?
Una killer question más en la que el reclutador quiere saber como actuamos ante las críticas. Si queremos sacar un buen resultado nuestra respuesta debe hablar de los esfuerzos que haremos para mejorar y analizar esa impresión negativa que se han llevado de nuestro trabajo.
86 ¿Alguna vez ha actuado como mediador en un conflicto entre compañeros?
Hay que elegir un incidente específico, y nos centraremos en las técnicas o la metodología que utilizamos en su día para resolverlo. La controversia o la parte con la que estábamos de acuerdo no son importantes así que no nos centraremos en ello.
87 ¿Quienes son sus mejores amigos en el trabajo y qué valora de ellos?
El objetivo de esta pregunta es que el entrevistador sepa que somos personas sociables y con empatía, así que contestar que no tenemos amigos en el trabajo está prohibido. Eso si, tampoco hace falta dar nombres, basta con un número y encarar nuestra respuesta a las cualidades que más nos gustan de ellos. Una vez más, debemos tener una actitud positiva destacando los puntos a favor y omitiendo los que no nos gusten tanto.
88 ¿Con qué compañeros mantenía mejor relación?
La respuesta es muy fácil, podemos decir que con los de nuestro departamento ya que suelen ser con los que tenemos un mayor contacto en nuestro día a día. Otra buena respuesta es que con todos los compañeros tenemos una gran relación. Nos han preguntado por una cosa positiva, así que no hablaremos sobre aquellos compañeros o departamentos con los que nos llevamos peor.
89 ¿Qué le molesta más de los compañeros de trabajo?
Estamos ante una pregunta trampa, así que debemos medir muy bien nuestras palabras. Incluso la podemos utilizar a nuestro favor, por ejemplo señalando a los compañeros que no atienden en las reuniones, que son impuntuales por sistema o los que tienen la mesa desordenada. Eso si, nunca diremos que nos irrita cualquier cosa ni haremos una lista de defectos muy larga, ya que podríamos parecer conflictivos o incapaces de trabajar en equipo.
90 ¿Qué comportamientos le pueden hacer perder los nervios?
Aquí tenemos que volver a hacer equilibrios, contestando la verdad pero sin nombrar a nadie. Lo ideal es contestar cosas genéricas que se puedan aplicar a todo el mundo, por ejemplo la falta de puntualidad a la hora de entrar a trabajar o terminar proyectos, la falta de compromiso, el desorden, etc. Una vez más, podemos aprovechar la pregunta para destacar alguna cualidad positiva nuestra contraria a las que menos gustan en las empresas.
91 ¿Alguna vez le han pedido que deje a parte sus opiniones sobre algo?
Lo ideal sería decir que no. En caso de que la respuesta sea afirmativa, debemos ser honestos y breves, e intentaremos pasar por la cuestión de la forma más rápida y menos dañina posible para nosotros. Eso si, no hay que decir cosas negativas del resto de gente o de la empresa implicada.
92 ¿Cómo le describirían los demás?
Siempre podemos recurrir a antiguos compañeros de trabajo con los que tengamos una buena relación para que destaquen nuestros puntos fuertes y poder contestar a la pregunta con total fiabilidad y naturalidad. Si tenemos alguna valoración escrita de parte de excompañeros o de antiguos jefes, también podemos ofrecérsela al entrevistador para que compruebe la veracidad de la respuesta.
Trabajo bajo presión
93 ¿Está acostumbrado a trabajar bajo presión?
Si. La respuesta es fácil, y si podemos aportar ejemplos mejor. Eso si, debemos dejar claro que no tenemos porque volver a trabajar bajo una gran presión en el futuro, pero que estamos preparados para afrontar la situación.
94 ¿Cómo actúa ante escenarios de estrés y presión?
Es una pregunta muy común, en la que lo mejor es partir de una respuesta general para acabar aportando algún ejemplo concreto. Hay que hablar de las prioridades que establecemos en situaciones de este tipo y el resultado –positivo- que nos da nuestro método.
95 Cuando ha trabajado a contrarreloj, ¿cómo definiría su trabajo?
Debemos decir que sabemos manejar situaciones de máxima presión, que nos gusta seguir unos objetivos y que por eso nos marcamos un planning que seguiremos en todo momento. Lo que la empresa está buscando es un trabajador polivalente que sea capaz de manejarse bajo circunstancias de presión.
96 ¿Qué hace para resolver los problemas acumulados en situaciones de presión?
Hay que incidir en la importancia de la organización, uno de los valores que más tienen en cuenta las empresas. Podemos hablar de nuestro trabajo de forma organizada, dando prioridad a determinados aspectos y delegando tareas en otros compañeros. No debemos tener miedo a pedir ayuda si vemos que no cumpliremos con el objetivo que nos habíamos marcado.
Iniciativa, liderazgo y autoexigencia
97 ¿Qué hace si tienes que tomar una decisión y no hay ningún procedimiento al respecto?
Nuestro entrevistador quiere saber si tenemos iniciativa propia o si somos inconformistas, así que debemos señalar que somos capaces de imaginar ideas o soluciones ante situaciones a las que no nos hayamos enfrentado nunca o sobre las que no estamos instruidos.
98 ¿Cómo actúa ante un problema difícil de resolver?
Aquí debemos resaltar nuestro orden de actuación ante los problemas. El primer paso sería analizar la situación para identificar el problema, y a partir de ahí actuar para solucionarlo. A las empresas no les gustan los trabajadores individualistas ni con soluciones para todo, así que debemos insistir en que si no lo resolvemos por nuestra cuenta pediremos ayuda sin dudarlo para conseguirlo.
99 Hábleme de los problemas diarios de su puesto y como los afronta
Basta con citar pequeños problemas del día a día que no supongan ningún problema serio. Nuestro orden de actuación debe ser analizarlos y pensar posibles soluciones, y una vez más nos mostraremos dispuestos a solicitar ayuda a nuestros compañeros o una opinión alternativa que nos pueda ofrecer una visión más objetiva y resolverlo mejor.
100 Hábleme sobre sugerencias o propuestas que haya hecho
Antes de la entrevista puedes prepararte una lista de sugerencias que hayas hecho en empleos anteriores, preferentemente de las que fueron aceptadas y tuvieron éxito. Lo ideal sería que estén relacionadas con el empleo que estás buscando. En caso de no tener ningún ejemplo no debemos quedarnos callados, sino que indicaremos brevemente alguna que o se haya puesto en marcha para dar la impresión de que nos involucramos con la empresa.
101 Hábleme de una propuesta suya en el trabajo y de cómo ha funcionado
Aquí nos podemos poner una medalla con nuestros logros. Citaremos situaciones importantes, pero nada que hayamos incluido en el currículum ya que el reclutador lo sabrá y pareceremos repetitivos.
102 ¿Cómo comprueba que su trabajo es exitoso?
Siempre sin parecer prepotentes debemos hablar de los exigentes objetivos y estándares que nos marcamos para nosotros mismos. Si los alcanzamos significará que nuestro trabajo ha sido un éxito, si nos hemos quedado por el camino quiere decir que debemos seguir mejorando.
103 ¿Cree que su labor es importante para la empresa? ¿Por qué?
Todo el mundo juega un papel importante en una empresa, ya sea mayor o menor, de lo contrario no estaría en ella así que destacaremos alguna de las razones por las que nuestra labor es importante. Una vez más insistimos en aprovechar este tipo de preguntas para destacar nuestras cualidades, siempre de forma argumentada y creíble.
104 ¿Utiliza datos financieros? ¿Los incluye en sus informes?
Según el cargo, el perfil o la función que desempeñemos los utilizaremos o no, así que basta con contestar la verdad. La pregunta no tiene más misterio.
105 ¿Qué decisiones tomaba en su trabajo diario?
Hay que poner de manifiesto nuestras responsabilidades, siempre cuestiones relevantes como pueden ser los presupuestos o la aceptación y validación de proyectos. En el caso de no haber tenido este tipo de responsabilidades si que podemos destacar las pequeñas decisiones que se nos plantean en nuestro día a día, igualmente importantes.
106 ¿Qué decisiones le cuesta más tomar?
Es una pregunta dirigida a directivos y mandos. Lo más común es contestar que las más difíciles de tomar son todas aquellas que tienen efectos negativos sobre personas, como bajadas de sueldo o despidos. Eso si, añadiremos que aunque sean cuestiones difíciles de resolver tomaremos la mejor decisión para la empresa por mucho que nos cueste.
107 Cuando está desbordado por el trabajo, ¿cómo se organiza para acabarlo?
Esta es una excelente oportunidad para destacar nuestras habilidades organizativas, la planificación, el calendario y la agenda. También podemos destacar nuestra habilidad para confiar en nuestro equipo y distribuir las tareas.
108 Cuando ha tenido que delegar una tarea, ¿cuál ha sido el resultado?
Si el resultado ha sido positivo, tenemos vía libre para contar nuestra experiencia. Si el resultado no fue bueno, también contestaremos la verdad aunque como siempre hay que evitar desprender un halo de negatividad, explicando que “no fue el resultado que esperaba” o “lo conseguimos arreglar”.
109 ¿Qué criterios sigue para repartir las tareas entre sus compañeros o subordinados?
La mejor contestación que podemos dar es que las tareas las repartimos siguiendo principios de cualidad, cantidad y equidad. Distribuiremos las labores según lo que mejor se le de a cada miembro del equipo, eso si, siempre involucrando a todo el mundo e intentando dejar a todos contentos.
110 Hable de alguna ocasión en que su esfuerzo haya sido superior al de sus compañeros.
Podemos ofrecer datos objetivos o cuantitativos que apoyen nuestra respuesta. Eso si, debemos intentar que se trate de un logro conjunto, destacando nuestro papel como líderes del equipo. Aquí, el entrevistador quiere comprobar nuestro nivel de prepotencia, que comparemos nuestro rendimiento laboral con el de nuestros compañeros, así que tampoco nos echaremos demasiadas flores.
111 ¿Cuáles son sus mayores logros profesionales?
Ahora si que debemos destacar nuestros mejores resultados o objetivos alcanzados a lo largo de nuestra carrera profesional. A diferencia de otras preguntas, en esta ocasión el entrevistador no nos pregunta por una situación en la que hayamos trabajado en equipo, sino que nos centremos en nosotros mismos.
112 ¿Cuál ha sido error más grave de su carrera profesional?
Una killer question más de la que nos podemos librar hablando de problemas pequeños, nunca de un problema que haya tenido graves consecuencias. Hay que llevarlo en dirección positiva, utilizando fórmulas como “no haber aprovechado esa oportunidad por sentido de la responsabilidad”.
113 ¿Cómo afronta las tareas que no le gustan?
Entre las mejores opciones para contestar a esta pregunta están que las hacemos lo primero de todo para acabarlas lo antes posible y centrarlos en aquellas que más nos gustan, que seguimos un sistema de planificación o que utilizamos un sistema de autorecompensas para cuando las terminamos. La respuesta prohibida es que las dejamos para el final.
114 Describa su ética de trabajo
Hay que destacar los aspectos más beneficiosos para la empresa como nuestra determinación al afrontar el trabajo, el trabajo duro o el placer de trabajar en algo que nos gusta.
115 ¿Ha cometido algún error profesional?
Todo el mundo ha cometido errores, así que descartamos el “no” como respuesta. Hay que señalar algún objetivo que no hayamos logrado conseguir, a ser posible que no dependiese exclusivamente de nuestra actuación, sino de factores externos o alguno que no se lograse por completo. Debemos destacar lo bueno que hemos sacado de es error y explicar como actuamos desde entonces para no volver a cometer ese error.
116 ¿Qué hace para mejorar los proyectos a su cargo?
Hay que saber aprovechar esta pregunta para ofrecer la sensación de que somos un líder participativo, que tiene en cuenta las opiniones del equipo. Por eso, destacaremos que nos gusta trabajar con un equipo motivado, en el que todos los miembros se ayudan en la dificultad y reconocen los éxitos de los compañeros; y nosotros, como líderes, somos los primeros en hacerlo.
117 ¿En algún momento ha sido importante que haya sabido transmitir sus ideas en el trabajo?
El entrevistador quiere saber si somos manipuladores o no con nuestros compañeros, así que elegiremos un ejemplo en que nuestras ideas hayan sido clave pero en el que no parezca que hemos manipulado a nadie.
118 ¿Cómo actuaría si estuviese en desacuerdo con un superior?
Pregunta clave para deducir si somos un trabajador conflictivo o no. Lo mejor es mostrarse pausado y hablar de que somos capaces de asumir las diferencias que puedan surgir con un superior o con nuestros compañeros, recalcando que actuaremos conforme a la decisión o opinión del jefe aunque no la compartamos.
Personalidad
119 ¿Qué puede decirme de usted?
Una pregunta muy habitual, de las primeras que se hacen. El entrevistador ya ha visto nuestro currículum y sabe quién somos, así que no debemos recitar nuestra vida laboral sino que debemos hablar de qué hemos hecho hecho en nuestros anteriores empleos, destacando lo que está más relacionado con el puesto al que nos presentamos. Debemos ceñirnos a los aspectos profesionales, no a la vida personal.
120 ¿Por qué debería elegirle a usted entre todos los aspirantes?
No debemos pecar de modestos, pero tampoco sacar a relucir nuestro ego. Debemos hablar de nuestros conocimientos, la experiencia que tenemos y las habilidades que encajan en lo que la empresa está buscando. Nunca debemos comparar nuestras habilidades con las de otros candidatos.
121 ¿Con qué tres adjetivos se definiría? Explíquese.
Hay que responder con adjetivos positivos. Antes de acudir a la entrevista deberíamos ser capaces de definirnos, aunque siempre podemos pedir una evaluación a antiguos colegas.
122 ¿Cuál es su filosofía hacia el trabajo?
Nuestro interlocutor no quiere que le soltemos un rollo, sino que hay que ser positivo y corto, mostrando todo lo bueno que aportamos a la empresa para la que trabajamos. Una de las mejores respuestas que podemos dar es el bienestar que nos produce cumplir con las metas marcadas y terminar bien el trabajo.
123 ¿Qué puede aportar a esta empresa?
Estamos ante una de las preguntas que mejor podemos utilizar a nuestro favor, así que debemos responderla bien. Tenemos que tener claro qué características nuestras combinan mejor con el empleo al que optamos y destacarlo, además de todo lo que podemos aportar a la empresa y a los compañeros. Es una de las preguntas que deberíamos llevar preparadas de casa.
124 ¿Cuál es su punto fuerte?
Una vez más, estamos ante una pregunta con una gran cantidad de respuestas buenas que dependen de cada uno. Nuestro consejo es que os mantengáis firmes y siempre positivos. Entre los puntos fuertes más habituales y mejor valorados por las empresas están las capacidades de trabajar bajo presión, resolver problemas, dar prioridad a unos asuntos y organizarse o de centrarse en los proyectos, el liderazgo, la experiencia profesional y la actitud positiva.
125 ¿Mentiría a su empresa?
Puede parecer una pregunta de “si” o “no”, pero no lo es. Lo mejor que podemos decir es que nunca haríamos nada que dañase a nuestra empresa o que pueda perjudicar su imagen, principios, etc. En el caso de que el entrevistador no quede satisfecho con la respuesta y nos presione para que demos una respuesta más directa, lo ideal sería decantarnos siempre por nuestra integridad personal.
126 Dígame algo de lo que se avergüence.
Killer question con la que el entrevistador quiere pillarnos admitiendo algo comprometido o, si no lo admite, su capacidad de reacción ante esta pregunta. Por eso es importante tomarse un momento para reflexionar y pensarnos una respuesta que debería ir por “a veces pienso que debería prestar más atención a…” o “debería hablar más con…”. Nunca debemos hablar de aspectos de nuestra vida personal ni de aspectos negativos profesionales que nos puedan hacer perder ese empleo.
127 ¿Cómo se sentiría al reportar a una mujer o a alguien más joven?
Si el reclutador considera que tenemos algún perjuicio podría hacernos esta pregunta para controlarnos desde el primer momento. Nuestra respuesta debe ser creíble y natural, que no parezca automática, y debemos huir de respuestas que puedan parecer insensibles o paternalistas. Lo ideal sería contestas que nos gustan las empresas donde se contrata y promociona a los trabajadores por sus méritos independientemente de su edad o género.
128 ¿Qué significa el trabajo para usted?
Jamás responderemos “dinero”. Lo que el reclutador quiere saber es qué lugar ocupa el trabajo en nuestro orden de prioridades vitales y la diferencia que entre el trabajo y la vida familiar. No debemos loar el trabajo como si fuese el súmmum, basta con señalar que es una forma de realizarnos como personas a la que dedicamos todos nuestros esfuerzos.
129 ¿Se considera un trabajador exitoso?
Hay que contestar que si, siempre aportando ejemplos de metas que hemos alcanzado y de la gente a la que hemos ayudado. Eso si, debemos medir bien nuestras palabras para no parecer arrogantes ni prepotentes.
130 ¿Cómo es su estilo de gestión?
Tenemos que dar una descripción general de nuestras habilidades y recalcar que nuestra gestión irá de acuerdo con las situaciones específicas que se puedan dar o con los esquemas de la empresa. Ante este pregunta debemos evitar en todo momento estereotipos como vendedor, consensual o progresivo, palabras que según el entrevistador y la empresa tendrán uno u otro significado.
131 ¿Qué ha aprendido de los errores del pasado?
Es una pregunta difícil, ya que nuestra credibilidad ante el entrevistador podría verse afectada. Una buena idea es elegir un error pequeño y bienintencionado del que hayamos sacado una experiencia positiva. Por ejemplo, hablar de proyectos en los que nos involucramos demasiado en vez de delegar o cuando fuimos demasiado individualistas en lugar de coordinarnos más con nuestros compañeros.
132 ¿Tiene alguna cualidad que quiera desarrollar más?
Estamos ante una nueva pregunta trampa, así que debemos medir nuestras palabras. Lo ideal sería detectar las cualidades que nos faltan para que dejen de ser puntos ciegos, y a partir de ahí contestar de forma positiva y asegurar que estaremos atentos a cualquier problema que pueda surgir.
133 ¿Alguna vez ha perdido los nervios en el trabajo? ¿Por qué?
No. Es la única respuesta que podemos dar si no queremos parecer un trabajador conflictivo. Podemos añadir que en el día a día surgen roces o situaciones delicadas y que no siempre nos llevamos a la perfección con todos los compañeros, pero que sabemos manejar nuestras emociones y nunca perdemos los nervios.
134 Si tiene problemas personales, ¿cómo lo manifiesta en la oficina?
La mejor respuesta es decir que sabemos diferenciar entre la vida profesional y la personal, así que los problemas personales se quedarán en casa y no tendrán ninguna influencia en nuestro desempeño laboral.
135 Si le toca la lotería, ¿seguiría viniendo a trabajar?
Más que el compromiso, el reclutador quiere valorar nuestra motivación, así que la respuesta debe ser positiva, explicando que no trabajamos solo por dinero, sino que trabajamos como personas a las que les gusta enfrentarse a retos.
Vida privada
136 ¿Cómo compagina la vida privada y la vida laboral?
Aquí lo mejor que podemos hacer es aclarar que estamos ante dos mundos totalmente diferentes, y que cumplimos con ambos de forma independiente. Hay que destacar cómo nos organizamos para que los problemas domésticos no nos afecten en el trabajo y viceversa, dejando claro en todo momento que una cosa es el trabajo y otra la vida personal.
137 ¿Está casado/a?
No es una pregunta importante para el puesto, aunque proporciona información sobre la disponibilidad del candidato, por ejemplo, para viajar o sobre su reacción ante situaciones desconcertantes. Si creemos que la pregunta está fuera de lugar, es muy íntima o puede ser discriminatoria, podemos negarnos a contestarla de forma educada.
138 ¿Piensa quedarse embarazada?
Es una situación similar a la anterior, ya que muchas empresas consideran el embarazo de sus trabajadoras como un problema. En caso de ser afirmativo, hay que ser sincera; aunque si no entra en nuestros planes podemos decir que a corto plazo (uno o dos años) no lo tenemos en mente. Lo importante es contestar con naturalidad.
139 ¿Tiene familia o hijos?
Seguimos con preguntas que tienen la doble misión de evaluar la reacción del candidato ante situaciones inesperadas y conocer aspectos como su disponibilidad real de viajar. Tanto a esta pregunta como a otras como nuestros compañeros de piso debemos responder con naturalidad o, si no queremos contestar, negarnos con educación. Eso si, la respuesta (o la negativa a contestar) no debería tener ningún efecto sobre el resultado final de la entrevista.
140 ¿Tiene buena salud? ¿Se cuida para estar en forma?
Hay que contestar de forma sincera y natural. Si compartimos nuestro ocio con otras personas o si practicamos algún deporte en equipo, el reclutador se llevará la impresión de que somos una persona con facilidad para relacionarnos con el resto de la gente y capaces de integrarnos plenamente en un grupo.
141 ¿Es fumador?
Cuando la respuesta sea “si”, debemos valorar la dependencia. Por ejemplo, podemos señalar que aunque somos fumadores no supone ningún problema para nosotros pasarnos la jornada laboral sin echar mano a un cigarro; y si la dependencia es mayor una buena respuesta sería que somos capaces de pasar largos ratos sin fumar y que recuperaremos el tiempo que perdamos fumando.
142 ¿Practica algún deporte? ¿Cuál?
A priori es una pregunta fácil, ya que podemos contestar cualquier cosa. Los entrevistadores se llevarán una buena imagen de nosotros si somos deportistas, aunque debemos tratar de evitar respuestas que puedan parecer muy arriesgadas (puenting, salto base, esquí, snowboard) o los que puedan proyectar una imagen rara o negativa. Si no practicamos ninguno, lo podemos decir sin problemas.
143 ¿Qué hace en su tiempo libre?
La música, el cine, la literatura o la familia son algunos de los tópicos más comunes, aunque debemos intentar relacionar alguna de nuestras aficiones con nuestro empleo.
144 Descríbame a su mejor amigo, padre, madre, pareja…
Otra pregunta con la que el reclutador busca pillarnos por sorpresa para evaluar nuestra capacidad de reacción ante este tipo de situaciones. No se trata de una pregunta decisiva, sino que se valorarán las capacidades de resumir, el modo de comunicar en situaciones inesperadas o qué valores destacamos en la descripción que hagamos.
Nuestras preguntas
145 ¿Tiene alguna pregunta?
Lo peor que podemos hacer ante esta pregunta es quedarnos callados ante una pregunta que, seguramente, cerrará la entrevista. Es importante acudir con alguna pregunta preparada -ahora veremos ejemplos- o destacar algún punto que no haya quedado claro durante la charla. Si hacemos preguntas, el reclutador verá que mostramos interés por el puesto y la empresa, y antes de despedirnos podemos preguntar sobre el plazo para que acabe el proceso de selección o pedirle una tarjeta de visita.
146 ¿Tienen alguna duda sobre mis cualificaciones?
Con esta pregunta no solo demostraremos seguridad y confianza en nosotros mismos, en nuestras habilidades y cualidades, sino que servirá de pretexto para que el reclutador vuelva a repasar los datos que hemos indicado en el currículum. Puede ser una oportunidad magnífica para destacar nuestros puntos fuertes o experiencia antes de despedirnos.
147 ¿Ofrecen algún tipo de formación profesional o continua?
Si hacemos esta pregunta, daremos la impresión que nuestras ganas de seguir aprendiendo no se han acabado, y que estamos dispuestos a seguir formándonos para aportar nuevas cosas a la compañía. Los expertos señalan que preguntar sobre la formación es una de las mejores formas de posicionarse bien para lograr el empleo durante la entrevista.
148 ¿Quién fue mi antecesor en el puesto?
Puede parecernos una tontería, pero no lo es. Si conocemos la identidad de nuestro antecesor sabremos por qué ha quedado libre esa vacante y las expectativas que hay puestas sobre el nuevo empleado. Depende de si el último que ha ocupado el cargo se ha jubilado, ha sido despedido, ha renunciado al empleo o si ha sido ascendido. También nos permitirá saber el ambiente de la oficina, la edad de los compañeros o las posibilidades de lograr un ascenso a corto, medio o largo plazo.
149 ¿Qué planes de futuro tiene la empresa?
Aunque al principio nos hayan preguntado sobre si conocíamos la empresa, los planes de futuro no suelen ser públicos. Si sabíamos algo y nos hemos preparado bien la entrevista, podremos destacar de nuevo como encajaríamos en esos planes, demostrando nuestro interés por el empleo. Además, nos permitirá hacernos una idea del camino que seguirá la empresa.
150 ¿Cuál es el siguiente paso del proceso de selección?
“Estás contratado” es la respuesta ideal a la pregunta con la que deberíamos cerrar nuestro turno de preguntas, aunque difícilmente será esa. Por una parte, nos permitirá saber si hay nuevas entrevistas o si debemos superar alguna prueba y a cuántos candidatos nos enfrentamos en el proceso; y por la otra demostraremos confianza en nuestras posibilidades y en encajar en el perfil que busca la empresa. También podemos preguntar si nos avisarán de algún modo (carta, teléfono, correo electrónico) sobre la siguiente fase del proceso.
Agradecimientos a:
Fuente: http://www.buscarempleo.es