Los programas de digitalización que están implementando empresas de todos los tamaños ya no son solo una cuestión técnica, sino que es un proceso que está arraigado a su identidad y cultura corporativa. Aspectos como la confianza o el atrevimiento a experimentar son imprescindibles para avanzar y obtener mejores resultados en tu negocio. Te damos todas las claves para convertir tu empresa en una organización innovadora.

Para la empresa, la digitalización hace tiempo que dejó de ser una opción. Está en juego mantener la competitividad frente a otras organizaciones que no ralentizan el paso en esta materia, pero también reducir costes y aumentar la rentabilidad. Demasiado riesgo como para obviar esta realidad.

Sin embargo, hay empresas que se han tomado muy en serio este proceso. Tanto, que lo han incorporado como un componente más de su cultura como compañía. La innovación forma ya parte de su misión y valores. La han convertido en un componente más de su ADN.

Esto les permite vivir siempre en la vanguardia en operaciones de negocio tan comunes como la apertura de nuevos mercados y canales, la mejora de sus productos o servicios, la obtención y análisis de datos para tomar mejores decisiones, la optimización de los procesos productivos con nuevas tecnologías, la apertura de nuevas rutas, etc.

Pero, para llegar a un estado como este, que les permite encabezar siempre cualquier ámbito, previamente han sucedido muchas cosas. En cada empresa han pasado con sus casuísticas propias, pero con un elemento común: han apostado de manera decidida por la digitalización y las tecnologías.

Ventajas que la cultura de innovación supone para tu empresa

Más allá de que los recursos asignados a tecnología suelen ser mayores cuanto mayor es la dimensión de la entidad -según datos del Estudio sobre el Estado de Digitalización de las Empresas y Administraciones Públicas españolas 2018 del Observatorio Vodafone-, todas las compañías encuentran ventajas como estas en la implementación de la innovación:

  • Más competitividad
  • Tiempos de reacción más rápidos ante los retos empresariales en diversas materias: crecimiento, conformidad, seguimiento y monitorización de pagos, etc.
  • Aumento del valor de marca
  • Mayor capacidad de llegada a nuevos mercados en menos tiempo
  • Más participación en el día a día de la empresa y satisfacción del empleado
  • Eficiencia en procesos internos y externos

Aspectos que intervienen en la creación de una cultura de innovación empresarial

Llegados a este punto, en el que no queda duda de que innovación y desarrollo empresarial tienen una relación directamente proporcional, es el momento de conocer qué aspectos, factores o claves intervienen de manera decisiva en la creación de esta cultura en una organización:

Cultura innovación empresarial

 

1. Captar talento innovador

Cuando se trata de innovar y digitalizar, es esencial contar en el equipo con los perfiles necesarios. Y esto es una cuestión tanto de formación como de actitud. Porque si estás pensando que incluir en tu plantilla un profesional IT es suficiente, quizá no lo sea. Al menos, no del todo. Y es que si sus funciones son simplemente soporte informático, es posible que no contribuya de manera definitiva a fomentar la cultura de innovación.

En general, existen perfiles específicos que, por su formación y experiencia, sí pueden ayudarte a innovar. Hay muchos más, pero aquí van algunos ejemplos:

  • Digital Manager, CDO y Digital Transformation Project Manager. Son profesionales eminentemente estratégicos. Entre sus funciones, están definir la estrategia digital de la marca, introducir el cambio digital en la empresa, liderar el cambio, optimizar la experiencia de usuario, supervisar procesos e implantaciones, analizar y medir.
  • Experto en Big Data. Van a implantar la cultura del dato en tu empresa. Se encargan de analizarlo y hacerlo útil para la empresa. Gracias a ellos, obtendrás una gran cantidad de insights (percepciones) sobre procesos internos y externos en ámbitos tan diferentes como el desempeño del empleado o la rentabilidad de cada producto o línea de negocio.
  • CRM Manager. Los usuarios o clientes llegan por cada vez más canales. Atrás quedaron el teléfono o las visitas físicas. Ahora, se busca en Internet antes de hacer una compra. Por eso, es necesario que modernices desde dentro tu relación con los clientes. De eso se ocupa el CRM (Customer Relationship Management). El responsable de esta área implantará toda la estrategia encargada de la relación con el cliente desde un punto de vista multicanal y fundamentada en los datos.
  • E-Recruitment Manager, o lo que es lo mismo, responsable de reclutamiento digital. Como sabes, internet ha abierto un nuevo mundo de posibilidades para reclutar talento para las empresas. Especialmente, a través de LinkedIn. Este profesional se servirá de todos los recursos digitales para atraer a trabajadores cualificados a tu empresa.

2. Confiar

Porque los resultados de una transición de empresa ‘tradicional’ a empresa innovadora no son inmediatos. Dos son los ingredientes necesarios para llevar a cabo la transformación: confianza y paciencia. Además, ten en cuenta que te encontrarás en el equipo con la tan temida resistencia al cambio, profesionales que prefieren mantener sus procesos y rutinas anteriores y a los que no les gusta “lo nuevo”.

En este sentido, confía en tu decisión, porque la innovación y la digitalización traen resultados. Para demostrarlo, te dejamos aquí algunos datos más del Estudio sobre el Estado de Digitalización de las Empresas y Administraciones Públicas españolas 2018 del Observatorio Vodafone, citado anteriormente:

  • Más del 60% de las empresas y el 92% de las Administraciones Públicas afirma que la relación con sus clientes ha mejorado en los últimos dos años
  • Un 95% de las Grandes Empresas considera que el principal beneficio de las nuevas tecnologías es la mejora de la productividad y la eficiencia
  • El 72% de las compañías se encuentran inmersas en procesos de implementación o mejora de sus planes de digitalización

3. Fomentar el atrevimiento

Ser atrevido, pero también dejar que lo sean tus trabajadores. Porque la innovación puede producir vértigo, pero parte de una premisa clara: atreverse. Abrirse a nuevas ideas, desafiar los procesos establecidos, que los empleados se sientan capacitados y respaldados a la hora de explorar, proponer, crear, experimentar y fracasar. En definitiva, cuestionar lo fijado o lo habitual, lo que todos hacen. Porque ser innovador también es esto, y los resultados pueden merecer, y mucho, la pena.

4. Procedimentar

¿Te has decidido a ser una empresa innovadora? Estupendo, pero el cambio requiere de un orden. Su mayor enemigo es el caos. Ten en cuenta que introducir o potenciar la innovación puede suponer, de primeras, una “desorganización generalizada” entre que las personas lo asimilan y se acostumbran a las nuevas herramientas, plataformas o tareas.

Por eso, es básico no implementar nada sin antes diseñar y comunicar un proceso minucioso destinado a ello. Por ejemplo, quieres pasar de las hojas de Excel a gestionar contactos, contratos, oportunidades de negocio, contenidos y facturación a través del último CRM del mercado. Pues bien, debes definir un proceso como este:

  • Investigar y valorar las diferentes opciones: de pago, gratuito, tipo de licencia, funcionalidades…
  • Una vez tomada la decisión, nombrar un responsable de implementación en tu empresa. También puede ser un equipo de conocimiento o innovación formado por un responsable de cada departamento afectado.
  • Realizar varias pruebas test con clientes falsos o procesos simulados. De este modo, podrás ir adaptando sus funcionalidades a las necesidades reales de tu empresa.
  • Agendar reuniones semanales para ver avances y problemas en el entorno de pruebas con los responsables de conocimiento o innovación
  • Comenzar la implementación por uno o varios procesos concretos, no implantarlo todo de golpe. Preferiblemente, por aquellos que sean menos estratégicos a corto plazo. Por ejemplo, es mala idea empezar con facturación.
  • Fijar un período de convivencia entre las herramientas antiguas y las nuevas
  • Marcar un plazo temporal para abandonar la metodología anterior y pasar a la nueva. Un deadline.
  • A partir de ese día, hacer seguimiento diario o semanal de ventajas e incidencias.
  • Realizar un balance interno y externo sobre cómo ha afectado a la empresa la innovación concreta

Nadie dijo que gestionar una empresa fuese fácil. Tampoco lo es, por supuesto, crear una cultura de innovación. Sin embargo, los beneficios son varios y, si se hace midiendo muy bien los riesgos y fruto de una reflexión sosegada, estamos convencidos de que la ventaja competitiva que te aportará será tangible en no mucho tiempo.

 


FUENTE: vía @vodafoneempresa

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