¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas, que aparentemente hacen lo mismo que tú, tienen resultados en su negocio y tú todavía no?
La respuesta es que aunque parezca que hacen lo mismo, NO es así; y, en este caso, no me refiero a que su modelo de negocio sea diferente o a que trabajen con otro nicho o con otras técnicas sino a una serie de actitudes que son clave para tener resultados en tu negocio.
Así que apunta:
1. Hacer lo que sea necesario
Esta es una de las principales razones por las que tu negocio, si es tu caso, no tiene los resultados que quieres. Las excusas que impiden que hagas lo que tienes que hacer, ya sea subir tus precios, cambiar la estructura de tus servicios, delegar, aprender a vender, contratar a un mentor, pedir que te recomienden, tener al día tus cuentas, etc.
Hay muchos ejemplos en este punto, tú sabes que hay cosas que hay que hacer y sé que lo sabes porque me escriben muchas personas diciéndome “ya sé que tendría que… pero es que…”. Si quieres resultados tienes que hacer lo que sabes que tienes que hacer. Ya sea hablar en público (pero te da vergüenza), subir tus precios (pero qué van a decir), contratar a un experto o delegar (pero no me quiero gastar dinero), etc. Olvídate de los peros y haz lo que tienes que hacer.
2. Tener una estrategia, un plan
Esto es algo en lo que siempre insisto y que trabajo mucho con mis clientes. Para que tu negocio vaya bien tienes que tener un plan, una estrategia que te ayude a estar centrada, a saber qué hacer en cada momento y a evitar perder el tiempo.
No funciona sentarte delante del ordenador a ver qué se te ocurre hoy. Tienes que tener claros tus objetivos y las estrategias que vas a emplear para lograrlos. Así que empieza a planificar qué resultados quieres conseguir este año, o este trimestre o este mes. Como tú te organices mejor. Este paso es fundamental, no lo pospongas más. Márcate un objetivo económico y a partir de ahí crea tu estrategia. Y si no sabes cómo hacerlo, busca ayuda.
3. Creer en lo que ofreces
Si quieres que tu negocio funcione tienes que ser la fan número uno de tus servicios. Tienes que creer ciegamente que son excepcionales, que aportan mucho valor y que pueden ayudar a tu cliente. Y esto es clave, cuando transmites seguridad en lo que haces y en el valor que ofreces, se nota y genera una confianza instantánea porque además no te hace falta presionar a nadie.
Yo no tengo ningún problema en decir que no a alguien si considero que mis servicios no son lo que necesita. Si creo que te puedo ayudar te lo digo y si no también. Sin embargo, si estás desesperado por conseguir clientes y le ofreces algo sabiendo que no le va a ayudar te haces y le haces un flaco favor. Si tú mismo dudas, te cuestionas o rebajas tus precios, ¿qué imagen das? Yo desde luego no contaría a alguien que no estuviera convencido de lo bueno que es lo que ofrece.
Hay muchas personas con este problema, que no se creen ellos mismos que su servicio de verdad ayuda. Y por eso crees que molestas o que presionas. Ahora ya sabes cuál es la alternativa y, de nuevo, si no eres capaz de ver el valor de lo que ofreces busca a alguien que te ayude o nunca tendrás los resultados que de verdad te mereces.
4. Pensar en tu cliente no solo en ti
Hay mucha gente que crea servicios pensando en ellos mismos, “lo que a mi me gusta y lo que creo que funcionará”. Error garrafal. Tienes que encontrar la combinación perfecta entre lo que a ti te gusta, en lo que eres muy bueno y lo que tu cliente quiere (no lo que tú crees que necesita). Esa es la clave para disfrutar con lo que haces (no tiene sentido ofrecer algo que no te gusta por mucha demanda que haya) y para que tu negocio tenga beneficios.
Por muy bueno que sea lo que ofreces y por mucho que tú lo sepas si los demás no lo quieren o no lo ven necesario te quedarás con las manos vacías. Así que deja de pensar solo en ti y ponte a averiguar qué es lo que tu cliente de verdad quiere.
5. Gastarte dinero
Si quieres que tu negocio despegue de una vez, si quieres salir del estancamiento y empezar a tener resultados o mejorar drásticamente los que tienes ahora, un requisito imprescindible es gastarte dinero en tu negocio.
Mucha gente no quiere oír esto y piensan que gratis pueden hacerlo todo. No puedes. Quizá puedas llegar hasta cierto punto, pero a partir de ahí necesitas invertir en tu negocio. Cuando antes lo aceptes, te planifiques y lo hagas, antes tendrás resultados.
Puede ser en una página web de categoría, en una asistente virtual, en una mentora, en un curso para aprender a atraer clientes o en todo a la vez. El tiempo es limitado y tus conocimientos también. Si no quieres invertir en tu propio negocio, ¿por qué lo haría alguien más?
¿Por qué alguien te va a contratar como coach si tú nunca te has querido gastar un duro en uno para ti (y no me valen las prácticas del curso o tu amiga coach que lo hace gratis)? ¿Por qué alguien te va a contratar como asesor de marketing si no quieres gastarte ni un duro tu mismo en uno?
Piénsalo detenidamente y si de verdad no estás dispuesta a gastarte nada, quizá tener un negocio no es tu mejor opción.
En mi experiencia con mi propio negocio y con mis clientes estas cinco actitudes son claves para tener cada vez mejores resultados y ver progresos. ¿Cuál añadirías tú?