Hay herramientas que nos permiten hacer un uso más adecuado de las redes sociales e internet y que, gracias a ello, obtengamos mejores resultados y ganemos oportunidades tanto en nuestra vida personal como en la profesional. Como ya comentábamos en el anterior artículo, la línea personal y profesional en redes, a la hora del reclutamiento y de otros aspectos, está difuminada y es muy delgada, para preocupación de algunos y alegría de otros.

¿De qué depende que esto me ayude o me perjudique? Únicamente del uso que haga de las redes, si este uso es más o menos adecuado.

Para que puedas hacer un uso más adecuado y puedas lograr mejores resultados, maximizando beneficios y minimizando problemas, te cuento algunas herramientas que puedes usar. Muchas de ellas ya las tienes, sólo tendrás que ponerlas en práctica.

  1. Conocer el funcionamiento de las redes sociales.

Saber cómo funcionan estas redes técnicamente te ayudará a controlar el alcance de lo que publicas. Conocer las características hará que las uses de forma más adecuada y segura, teniendo conocimientos sobre qué ocurre con lo que publicas, cuál es la mejor forma de hacerlo y a quién puede llegar dicha información, etc.

Además, cada red tiene sus características distintas y es importante que las conozcas.

Luego ya está la “letra pequeña”, la que nadie lee, que hace que muchas veces desconozcamos qué uso se puede hacer de nuestro contenido y que perdemos el control del mismo desde que lo publicamos en cualquiera de estas plataformas.

  1. Sentido común.

Por mucho que utilicemos herramientas para controlar quiénes verán mis contenidos, nada nos da la seguridad de lo que pasará con lo que acabo de compartir. Por eso, la única forma de controlar 100 % algo es no publicarlo.

Ante la duda, no lo publiques.

Párate a pensar si lo que vas a poner te interesa que esté en redes o no. Si no te gustaría perder el control de esa opinión, foto o contenido, no lo incluyas.

  1. Saber distinguir y a la vez conjugar la parte personal y profesional.

En redes la parte más personal y la profesional se entremezclan. Por ejemplo, a la hora de encontrar un trabajo, te pueden descartar o contratar por algo que hayan visto en tus redes. Saber que esto puede ocurrir me ayudará a ser más crítico con lo que publico y a mostrar sólo lo que deseo que se vea. Debemos ser selectivos a la hora de publicar y no precipitarnos.

  1. Respira antes de publicar.

Si estás enfadado por algo, piensa antes de publicar. Piensa que lo que ahora te parece la publicación perfecta en tu estado de cabreo, podrá perjudicarte en el futuro.

Respira antes de dejarte llevar por impulsos en redes sociales.

  1. Privacidad.

Aunque, como hemos dicho, la única forma de controlar totalmente un contenido es no publicarlo, usa la privacidad que te ofrecen las diferentes aplicaciones para conseguir que no todo tu contenido sea accesible para todos, al menos de forma sencilla.

Todas las redes nos ofrecen, en mayor o menor medida, herramientas para controlar la privacidad de nuestras publicaciones.

Por ejemplo, en Facebook, puedes indicar qué privacidad concreta tendrá cada publicación, imagen o contenido que compartas. Investiga y usa esta herramienta para no hacer público todo lo que compartas.

Haz que lo más profesional se vea más y lo más privado sea sólo para quienes quieres que lo vean.

Como he dicho esto no te garantiza que así sea, pero ayuda.

  1. Controla lo que publican otros.

Tu identidad digital se construye únicamente a través de lo que tú publicas o compartes sino también a partir de lo que otros comparten o comentan sobre ti.

identidad digital

De esta forma, mi imagen está en manos de terceras personas que pueden acabar subiendo un contenido que yo había decidido que no quería que formara parte de las redes.

Ante esto puede actuar de distintas formas, indicando que se retire dicho contenido, denunciando o bloqueando, etc.

Pero lo primero que tengo que hacer es detectar que ese contenido existe, lo podré hacer, por ejemplo, teniendo activado el aviso de que me han etiquetado en una foto o publicación de Facebook o usando Google Alerts para detectar lo que se está hablando sobre mí en cualquier página de internet.

  1. Empatía

Por otro lado, sé respetuoso en lo que publicas sobre otros. Sé igual de crítico cuando el contenido pueda afectar o incluya a terceras personas. No publiques algo que no te gustaría que publicaran sobre ti.

  1. Compórtate igual que lo harías en el “mundo real”

No es que internet no sea real, por supuesto, pero lo diferenciamos así del mundo físico.

Muchas veces nos comportamos de diferente forma en internet porque nos sentimos más seguros tras nuestro ordenador o móvil. Pero la etiqueta la debemos trasladar también a estos medios. Compórtate igual que lo harías en el cara a cara.

Estas son sólo unas pocas herramientas que podrás poner a trabajar para aumentar las oportunidades que te ofrecen internet y las redes sociales y minimizar los riesgos. Sólo del uso que hagas dependerán los resultados que obtengas. Enfócate en lo positivo, aumenta el conocimiento y controla lo que ocurre. De esta forma, estos medios serán un lugar mucho más seguro para ti y para todos.


AUTORA Y FUENTE: LAURA MATEO CATALAN  —  @laurymat

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