Think&Action recomienda no cortar de raíz nuestros vínculos con el trabajo

Dedicar algún tiempo a reflexionar sobre cuestiones a las que no se pudo atender durante el año debido a la presión del día a día o no eludir encuentros informales con personas relacionadas con nuestra profesión son algunas recomendaciones que Think&Action ofrece para una adecuada «reconexión».

Think&Action, expertos en transformación y talento dentro de las organizaciones, ha hecho públicas una serie de recomendaciones encaminadas a que los profesionales afronten las vacaciones de verano más como una «reconexión» con ellos mismos y su faceta profesional que como una completa desconexión de los asuntos laborales. Estos consejos apuestan por tomar el periodo de descaso como una suave transición en la que se puedan dedicar espacios a preparar con calma la vuelta al trabajo.

Fernando Botella, director general de Think&Action, destaca que «las vacaciones son para descansar, pero si te gusta tu profesión, no tiene sentido apartar esa faceta completamente de tu vida en tus periodos de descanso. Y no se trata de vivir pendiente del e-mail y de contestar llamadas en vacaciones, sino de mantener un cierto grado de conexión, una especie de estado laboral en modo de pruebas en el que, sin los agobios del día a día, podamos pensar, anticipar y preparar pausadamente la nueva temporada».

Por qué no debemos desconectar del trabajo completamente en vacaciones

1.  No existe conflicto de identidad profesional/persona. La distinción entre el «yo» persona y el «yo» profesional ya no tiene ningún sentido. Somos la misma persona de 9 a 6 detrás de un ordenador o de reunión en reunión que la que sale por la puerta de la oficina y recoge a los niños en el colegio. Y lo mismo sucede con los periodos vacacionales. Así que si nuestra faceta laboral forma una parte importante de nosotros, ¿por qué no vamos a pensar un poco en ella también en nuestro periodo de descanso?

2. Desconectar del trabajo por completo puede dificultar el regreso. Del mismo modo que desconectar de golpe el enchufe de un electrodoméstico puede dañarlo, para el profesional también es preferible mantenerse en función «sleep» para cargar mejor las pilas. Es decir, seguir funcionando pero a un ritmo mucho menor y desde otra posición. De esta manera la vuelta al trabajo será menor brusca y nos costará menos esfuerzo asimilar el cambio de estado.

3. Hacemos un uso diferente de nuestro tiempo. Las vacaciones nos permiten liberarnos de muchas preocupaciones que ocupan nuestra mente y nuestro tiempo, y condicionan nuestra manera de actuar. Es un estado  favorece la creatividad. Un paseo por la playa o una puesta de sol desde la terraza puede propiciar uno de esos momentos de «iluminación» en los que surgen ideas que difícilmente podríamos haber tenido durante nuestra rutina cotidiana.

4. Podemos dedicar tiempo a lo descabellado. Muchas veces ideas que en un principio no tienen visos de llegar a ninguna parte acaban dando en la diana. El problema está en que la mayor parte de las veces las descartamos a las primeras de cambio porque damos prioridad a las más prometedoras. En verano, en cambio, sí que podemos permitirnos «perder» algo de tiempo dando vueltas a esas ideas más locas que siguen rondando por nuestra cabeza.

5. Un escenario diferente permite aproximaciones diferentes. Cambiar la oficina, el comercio o la fábrica por la playa, el campo o una ciudad desconocida también nos puede ayudar a escapar de los esquemas mentales habituales. Nos desinhibe y nos permite contemplar alternativas distintas para los problemas de siempre.

6. Nos mantiene activos y actualizados. Mantener un vínculo con el conocimiento de nuestra especialidad profesional  nos mantiene activos y en primera línea. Es un buen momento para leer acerca de las muevas aportaciones y tendencias, o para seguir como alumnos algún programa corto de formación.

7. Enriquecer el networking. Si la casualidad o las circunstancias permiten que podamos  vernos con una persona de nuestro entorno laboral en nuestro lugar de vacaciones, no hay por qué evitar ese encuentro; puede ser muy enriquecedor. Vernos  con ese colaborador o cliente en un escenario y circunstancias distintas  las habituales, cenando en una terraza o jugando un partido de tenis, nos permitirá a ambos profundizar y descubrir nuevas facetas en esa relación de la que luego se puede beneficiar  la colaboración profesional.

FUENTE: EQUIPOS Y TALENTO

http://www.equiposytalento.com/noticias/2016/07/07/siete-razones-para-no-desconectar-del-todo-en-verano



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