El networking permite establecer y dinamizar nuestra red de contactos para orientar y fortalecer nuestra actividad profesional. Sin embargo este resultado no siempre se obtiene. Si eres de los que acostumbra a interactuar habitualmente con sus contactos pero últimamente notas mayor indiferencia o silencio de su parte, es posible que estés descuidando tu red profesional y aún no lo sepas.

En este post te comentamos tres posibles motivos por los que tu red de contactos podría estar resentida y… por supuesto, también te brindamos la clave para resolverlo:

  1. No agradeces los aportes, sugerencias o colaboraciones: Si un contacto te brinda su ayuda, ya sea poniéndote en comunicación con otras personas, dándote sugerencias, intercambiando información o de cualquier otra manera… siempre, siempre, siempre ¡recuerda agradecerle! Y no lo hagas sólo de manera privada; generalmente, será de gran ayuda para cualquier profesional recibir un agradecimiento público (es decir, que sea visible para toda la red). Etiquetar a la persona que nos ha brindado su ayuda y hacer público nuestro reconocimiento es un modo de mejorar la reputación de nuestro contacto, algo que, sin lugar a dudas, él o ella te agradecerán siempre.
  1. No haces ni devuelves los favores: Si hay un código que debes respetar en cualquier red social o profesional es la “reciprocidad”. Siempre recuerda devolver cada favor o buen gesto que recibas con un acto similar. Y aún cuando no te sea solicitado, si puedes brindar tu ayuda a uno de tus contactos (presentándole a otro profesional, brindándole una recomendación o aportando información o asesoramiento relevante), no dudes en ofrecer esta colaboración. Son justamente éstos los motivos por los que las redes se han convertido en una herramienta tan útiles y aprovechables para sus usuarios, porque les permiten ponerse en contacto con otros y brindarse colaboración mutua.
  1. Tus comunicaciones sólo se tratan de ti: Nada menos adecuado para las redes que el centrarse sólo en uno mismo. No te pongas en contacto con otros simplemente para hablar de tus problemas o pedir soluciones. No seas siempre quien escribe para pedir los favores. Recuerda que del otro lado también hay personas que requieren atención y que –tarde o temprano- se cansarán de tus constantes demandas y faltas de atención.

Si alguno de estos tres ítems te suena familiar, es muy posible que estés haciendo un mal uso de tu red de contactos y que ya sea momento de resolver este error. ¿Cómo hacerlo? Simplemente recordando que detrás de la palabra “contactos”, que con tanta frecuencia utilizamos, hay personas iguales a ti (con sus problemas, ocupaciones, alegrías y tristezas), y comenzando a establecer comunicaciones centradas también en ellas. Pregunta a tu contacto cómo le ha ido con su proyecto, en su nuevo trabajo o en su viaje. Conoce a las personas de tu red y preocúpate por ellas. No olvides que estos profesionales necesitan tanto de ti (de tu apoyo y de tu interés) como tú de ellos. Mantén comunicaciones más fluidas para estar al tanto de sus vidas y ofréceles tus aportes, sugerencias o colaboraciones de manera desinteresada. Tu red de contactos necesita de ti: cuídala y ocúpate de ella para lograr que crezca y se fortalezca.

 


FUENTE: BLOG DE ADECCO @adecco_es

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