Las prácticas comerciales de los minoristassuponen en no pocas ocasiones un menoscabo de los derechos de los consumidores y de ello se ha tratado en un informe recogido por la Comisión Europea. Según este, España es el segundo país de la Unión Europea donde los usuarios experimentan más presiones por parte de los comerciantes, desde condiciones engañosas a coacciones para que adquieran un determinado producto. Solo Croacia supera el 34,5% de españoles que dicen haber sufrido prácticas comerciales “desleales” en 2016.

Las situaciones más frecuentes suelen ir desde llamadas telefónicas que rondan el acoso o mensajes para comprar o contratar algún paquete o servicio. Están también las ofertas que dicen estar en vigor un tiempo limitado pero que engañan de manera evidente o los anuncios que señalan que la compra no implica gastos adicionales pero que en la práctica sí que los acarrean y se incluyen en la factura.

En lo que respecta a las adquisiciones que se realizan a otros Estados miembros, los españoles son los que dicen encontrar menos obstáculos, con un 12,2% de problemas frente al 24,2% de media que se declara en la UE.

El comercio online va ganándose la confianza del comprador. En una década se han duplicado las cifras y a día de hoy seis de cada diez europeos confían en distribuidores de otros países europeos para hacer algún tipo de adquisición. ¿La clave? “El ofrecer un procedimiento rápido para recuperar su dinero en caso de que algo vaya mal, incluso si compran en otro país”, explica Vera Jourova, comisario de Justicia y Protección del Consumidor durante la presentación del reporte.

La pelota está ahora en el campo de los comerciantes, según Jourova. Estos han de ganarse la confianza de manera “urgente” en el comercio transfronterizo para responder a una demanda creciente y es por ello que ha abogado por centrar esfuerzos en allanar el camino de los distribuidores que aspiran a abrirse camino en otros países.

FUENTE: MUY PYMES

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