Nuevos retos piden nuevas ideas y Sofía Esteves tiene algunos consejos importantes para aquellos que quieren ser más innovadores.
Estoy seguro de que, en los últimos tiempos, se ha oído mucho hablar de la necesidad de innovación.
Esto ha sucedido porque innovar es encontrar soluciones estratégicas para la empresa antes de que los problemas aparezcan, así el negocio se mantiene competitivo.
En la práctica, la acción de innovar representa un aumento de facturación, acceso a nuevos mercados, ampliación de los márgenes de ganancias, entre otros beneficios.
La necesidad de que las empresas se encuentren en búsqueda de la innovación no es un tema de actualidad, el co-fundador de Sony Corporation, Akio Morita, ya decía que “la innovación es hacer mejor lo que hacemos hoy en día, de forma que se convierta en obsoleto“.
La gran pregunta, sin embargo, es cómo esa acción fue vista en el pasado y como ha sido vista hoy en día. Anteriormente, la innovación se centró sólo fuera: nuevos productos, nuevos negocios.
En los tiempos actuales, sin embargo, la innovación se enfoca cada vez más hacia dentro: más que una disciplina, innovar es un modo de actuar, pensar y estar en las empresas.
Una habilidad para la innovación que es esencial en los días de hoy es tener la capacidad de navegar en la incertidumbre.
Por mucho tiempo, organizaciones y gobiernos operaron con una falsa ilusión de control y predictibilidad de sus acciones.
Hoy en día, no tenemos el control total del resultado y la consecuencia de que una acción pueda generar algo nuevo, y por lo tanto, se propone innovar es precisamente una invitación para ocupar un lugar de vulnerabilidad, el lugar donde se puede dar todo mal, pero también el lugar donde se puede dar todo correcto. Probar, ajustar y probar forman parte del proceso de innovar.
Sugerencias para quien quiera ser un profesional innovador
Para quien desea ser un profesional innovador, tengo algunas sugerencias:
- No tengas prisa. La maduración de una idea puede llevar tiempo.
- El nacimiento de una nueva idea pasa cuando rechazamos o reaprovechamos ideas antiguas en nuevas combinaciones.
- Participa de proyectos en grupos. Quien se aísla, corre el riesgo de quedarse atascado a ciertos conceptos.
- Permítete perder el foco de atención de vez en cuando y reserva un tiempo en tu agenda para innovar. Las ideas disfrutan de una dosis de dispersión.
- Las buenas ideas son flexibles y se adaptan a los nuevos retos.
- Aprende que un error sirve para “fertilizar el terreno” en el que nuevas ideas surgirán.
- Es importante anotar todo lo que puede inspirarte “sin compromiso”.
- No te conformes con la “primera respuesta”, trata de encontrar más de una solución para cada pregunta.
- No es necesario que la innovación sea una “súper idea”, muchas veces puede ser una nueva aplicación para algo que ya existe.
- Busca siempre hacer parte de la solución y no del problema.
FUENTE: TRABAJO Y PERSONAL
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