Recurrir a la gamificación, nombrar un ‘coprofesor’ entre los estudiantes que ayude en lo que sea necesario y emplear recursos multimedia como vídeos y música son algunas de las recomendaciones de Ignacio Olavarría, profesor de Secundaria en el Colegio Villa de Móstoles (Madrid) para que las clases online sean más dinámicas y atractivas.

Si eres de esos profesores que nunca antes había dado una clase online, y todo esto del eLearning te parece una pesadilla, quizá estas dinámicas te resulten sencillas para ponerlas en práctica en tu próxima clase online.

Comunicación estudiante-docente

Antes de empezar, es importante asegurarse de que la herramienta de videollamada que se utilice, sea la que sea, tenga un chat y la posibilidad de que los estudiantes hablen.

Busca aliados

Un alumno puede llegar a ser un gran profesor ayudante. Otorgar una responsabilidad a un alumno, a menudo resulta ser muy beneficioso, porque se esforzará al máximo para corresponder esa confianza. Este ‘coprofesor’ llenará esos silencios incómodos de una clase online, mientras que compruebas o buscas algo; avisará si algún comentario o pregunta se ha quedado en el chat sin contestar; escogerá a los ‘voluntarios’ para responder preguntas o corregir,  y sobre todo, hará que la monotonía de escuchar durante tanto tiempo la misma voz se rompa con sus intervenciones. Por último, es importante cambiar de ‘coprofesor’ de una en cada ocasión, porque hará cada clase distinta.

El chat sirve para algo más que para chatear

Es una herramienta básica pero fundamental. Para evitar una orquesta de ruidos, lo mejor es que todos los alumnos tengan cerrado el micrófono y que sea el profesor el que les de paso. Pero… ¿cómo comprobar rápidamente si alguien no está siguiendo la explicación? El chat es dinámico para preguntas de respuesta rápida. Por ejemplo, se puede preguntar si se ha entendido un apartado y pedir a los alumnos, que contesten con un ‘sí’ o un ‘no’ en el chat.  En el momento que alguien diga ‘no’ hay tres opciones: dar paso a ese alumno que no ha entendido un apartado para que pregunte; repetir la explicación desde otro enfoque o, invitar a los que tengan preguntas a que se queden cinco minutos al final de la videoconferencia para resolver dudas.

Un clásico: los vídeos

¿Si se usan en clases presenciales por qué en una online, no? Por un lado, son una herramienta didáctica muy valiosa y por otro, sirven para evitar que los alumnos se aburran de escuchar siempre la misma voz. Ahora bien, como siempre es fundamental que ese visionado tenga un propósito y vaya asociado a una actividad planificada.

Combinar la videollamada con aplicaciones colaborativas

Las metodologías que promueven un aprendizaje más participativo también tienen cabida en una clase online. Para poder implicar a los alumnos en su aprendizaje y que este sea más activo, es posible recurrir a múltiples herramientas colaborativas como Jamboard. Esta aplicación del entorno de G-Suite fue diseñada para empresas, pero tiene funciones muy valiosas para el mundo educativo online. Permite que los usuarios actúen, tanto in situ como en remoto, sobre la misma dispositiva. Se puede dibujar, escribir a mano, incorporar notas de colores o reproducir vídeos desde un portátil, móvil y pizarra digital.

¿Cómo utilizar esta aplicación en una clase online? Dependerá de la imaginación del docente. Manteniendo la conferencia abierta se puede hacer un brainstorming. Se plantea una pregunta  y los alumnos, añaden sus ideas a una misma diapositiva en forma de posits de distintos colores. A continuación, el profesor puede analizar el resultado con toda la clase en silencio y dar paso de forma ordenada a los alumnos. Otra posibilidad es la de establecer debates, en los que los  alumnos aportan sus ideas mediante imágenes que luego tienen que explicar.

Compartir documentos con los alumnos

Las grandes plataformas de eLearning permiten al profesor dividir su clase en pequeños grupos cerrados, en los que los alumnos interactúan de manera independiente a la del resto de la clase. Sin embargo, no es una posibilidad tan extendida entre los programas de videollamada más utilizados y gratuitos. Ese trabajo en grupos pequeños se puede llevar a cabo durante una clase online, creando y compartiendo documentos con nuestros alumnos. Se divide la clase en grupos, se  comparte con cada uno de de estos grupos un documento distinto y de esta forma, cada grupo puede trabajar simultáneamente de forma online. A continuación, cada grupo colabora en ese documento de manera independiente y durante su elaboración, el profesor puede ir comprobando cómo trabajan mientras que comparte pantalla con toda la clase. Una vez que todos hayan acabado, se puede enseñar el trabajo de cada grupo al resto de la clase compartiendo pantalla.

Gamificación online

La gamificación se han convertido en una técnica didáctica cada vez más presente en las aulas. Los juegos son  especialmente válidos para el aprendizaje de conceptos cerrados como los elementos de la tabla periódica, fechas históricas, nombres de obras literarias, participios pasados de verbos ingleses etc. Estos conceptos cerrados son fundamentales para articular las asignaturas, pero a menudo su aprendizaje supone un quebradero de cabeza. Los juegos pueden servir en las clases online para el aprendizaje de estos conceptos cerrados y también; para asegurar la motivación y atención constante del alumnado. Existen muchas fórmulas para aplicar la gamificación en una clase online, pero una muy sencilla es usando el chat. El profesor lanza preguntas durante la clase sobre aspectos que ya se han visto, y el primer alumno que conteste en el chat gana un punto.

Usar adecuadamente las presentaciones para dinamizar las clases online

A estas alturas todo el profesorado sabe que una presentación atractiva es fundamental, pero en ocasiones, se usan las mismas presentaciones que para las clases presenciales. Esto es un error. En una clase online las distracciones para el alumnado están, si cabe, mucho más presentes que una clase presencial.Por este motivo se deben hacer la presentaciones más atractivas; invitar a los alumnos a que lean una diapositiva; hacer que se conviertan en profesores explicando una diapositiva con título pero en blanco y; ‘esconder’ pistas en algunas diapositivas. Sí, es muy útil esconder pistas en algunas diapositivas  para mantener la atención del alumnado y repasar. Lo ideal es incluir aspectos que se tengan que estudiar, como imágenes muy pequeñas de obras en una clase de Historia del Arte; operaciones de cálculo en una clase de Matemáticas; vocabulario en una clase inglés, etc. Como último recurso siempre se pueden incluir emojis para mantener la atención…

Música y sonidos

En muchas ocasiones mientras que todos los alumnos de una clase se incorporan a una videoconferencia, pueden pasar unos valiosísimos minutos. Es un tiempo que se puede emplear para dinamizar las clases online poniendo canciones, que aporten algo a la cultura musical de los alumnos. Hay muchos criterios para configurar esta playlist, pero uno muy recurrente, es el de celebrar efemérides de grandes músicos. Además, no se debe menospreciar el uso de diferentes sonidos para hacer las clases más entretenidas y dinámicas. Los sonidos de una bocina, de una cuenta atrás o de un reloj,  aportan un toque distinto a las clases.

¿Qué tal una masterclass?

Colaborar con profesionales de fuera del centro educativo, siempre es problemático por los desplazamientos y la dificultad de compaginar horarios Sin embargo, gracias a las videollamada y las clases online,  existe la posibilidad de invitar a especialistas que quieran colaborar en las clases pero no puedan acudir de manera presencial. No es necesario que sean figuras muy relevantes, ya que dentro de la propia red del centro, siempre hay algún miembro de interés para las clases por sus experiencias personales o por su desempeño profesional.

Una locución entusiasta

Sean o no conscientes de ello, las personas comunican gran parte de sus mensajes por medio de la comunicación no verbal. De alguna manera los profesores son actores que, en su desempeño en el aula, atraen la atención de unos espectadores muy especiales, sus alumnos. Aunque se pueda contar con una  videollamada, las barreras a la comunicación no verbal son evidentes. ¿Si en una clase presencial el símil se establece con el mundo de los actores, en una clase online el símil será con? Efectivamente. Los profesores en una clase online se asemejan a los locutores de radio. Por lo tanto, es el momento de derrochar entusiasmo con la voz, para que los estudiantes sientan pese a la distancia que estamos más cerca que nunca.

 


FUENTE:    vía @educacion3_0

VER + EN:   https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/consejos-para-dinamizar-las-clases-online/ 

Imagen de Wokandapix en Pixabay


 


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