Hoy en día, el pensamiento positivo tiene sus detractores, por razones de efectividad a largo plazo, acercamiento comparativo con “La Ley de la Atracción”, etc., algo que entiendo pueda ir en detrimento de la tendencia para teorías científicas y menes rígidas. Pero ¿qué es el pensamiento positivo?
¿Qué es el pensamiento positivo?
Es una de las tendencias (proviene de canales como el mindfulness y la psicología positiva) que considera la “mente” un músculo a ejercitar, siendo un buen hábito al que ceñirnos cuyos efectos (positivos) son reales, la mejor estrategia que podemos aplicar con casi la totalidad del éxito.
Me gusta referenciar a dichos y expresiones, en el que nuestro País es tan rico. “Sonríe a la vida y la vida te sonreirá“, cuando se considera a alguien o algo “la manzana podrida”, … Al final es sabido, quizá no tanto practicado, y desde antaño que la energía atrae más energía de la misma polaridad (+/-).
Con esto quiero decir, considero que deberíamos ser más grises, versus blanco o negro, y ser capaces de flexibilizar sacando el mayor partido al pensamiento positivo.
Las emociones se contagian, así que evitar estar en contacto prolongado (o nulo si se puede) con personas tóxicas, ser una persona que emane positividad, que piense en mejorar sin frustrarse o fustigarse, sino buscando otra vía y salida hacia sus objetivos, ser una persona sonriente, empática, etc., es lo que te va a atraer más de lo mismo. ¡¿O no deseamos todos estar cerca de personas (compañeros, superiores…) positivas, que nos respeten, nos sonrían, o nos asesoren, y nos soporten!? ¡Sé una!
Por qué desarrollar el pensamiento positivo en el trabajo
Al final esa creencia, esa alegría o ilusión por las cosas, esa buena energía, hará que mediante una vía u otra te vayas acercando a tu objetivo: atrayendo personas y circunstancias que sean más favorables y positivas para ti, y alejando las que no lo sean (aquí hago referencia al apego, el que hace que no soltemos esas circunstancias que no nos convienen)
Para ello, se fiel a tus valores y ten claro que deseas, y sin ser menos importante: que no deseas. Saquemos provecho a el pensamiento positivo, empezando por pequeños gestos: sonríe más, se más amable escucha más, y muy importante valora tu propia persona.
Lograrás por ende ser más amigable, disponer de más retroalimentación o atención positiva por parte de los demás, consideración a tus propuestas, apoyo a las mismas y soporte de tu entorno laboral. Todo eso es genial y bueno para tu día a día, para tus metas y las de la compañía, y un ambiente en el que te MOTIVARÁ MÁS TRABAJAR. Os invito a que hagáis la prueba. Yo pude comprobarlo ya en primera persona.
¿La buena noticia? ¡Se puede ejercitar!
Salir de esa zona de confort, darte valor y creerte capaz de ser quién y como quieras. A veces perdemos la fe, exigimos al entorno, nos quejamos… ¡es lo fácil! Lo que más cuesta es entrenar ese músculo que es la mente, arma de doble filo, y que podemos utilizar mucho más de lo que creemos a nuestro favor si perseveramos.
Tarea fácil o rápida desde luego no es, pero con un buen trabajo e insistir en disponer de un pensamiento más positivo cada día, desde luego obtendrás lo máximo de ti, y también de tu entorno, así como con respecto a tus metas.
Te invito a que empieces poquito a poco, por lo que pienses sea más insignificante, como disfrutar de un baño con un gel que te guste, la sonrisa que te devuelvan a lo largo del día, o la que te regalen, el viento que te refresca… pequeñas cosas que irán cambiando tu humor, tu predisposición, e irás contagiando a otros y a otras conductas: de que manera me tomo que no me saluden, o de qué manera me hablo y que reflejo a los demás al cometer un fallo en un informe, etc.
Tener buenos hábitos de alimentación, de salud física, y también de esa salud mental es algo que se reflejará positivamente en nuestra calidad de vida. En ir, simplemente, disponiendo cada vez de más momentos de alegría. Muchos expertos psicólogos (véase Oscar Wilde), psiquiatras, coaches, determinan ya la felicidad como inexistente, sino la mayor acumulación posible de momentos de alegría y confort.
FUENTE Y AGRADECIMIENTOS: Xandra Bañuelos, a través de @IMFFORMACION