1- El logotipo
Como no podía ser de otra forma, una de las primeras cosas que debes considerar es el logotipo, ya que ocupará un lugar muy importante en tu tienda online y es conveniente que se vea lo suficientemente bien como para que tus clientes reconozcan rápidamente la marca.
Puedes aprovechar los servicios de logotipo gratuitos, que como podrás comprobar son capaces de hacer auténticas maravillas para que no tengas que delegar la tarea de crear un logo a un diseñador que lógicamente cobrará por su trabajo. Un generador de logos DIY, un concurso de logos para que tengas dónde elegir… Hoy en día hay muchas posibilidades, así que se trata de aprovechar todo el potencial que hay en Internet para sacar el máximo partido a algo tan trascendental como el logotipo.
2- La tipografía
Parece una tontería, pero no lo es en absoluto. La tipografía dice mucho de tu página web, de lo que son tus intenciones y del tono que vas a utilizar. Tiene que ir en consonancia de lo que quieres transmitir, así que si tienes una tienda online en la que vendes productos para bebés, trata de huir de una tipografía que sea demasiado recta y seria para apostar por una tipografía que sea redondeada y divertida. Justo todo lo contrario de lo que sería ideal en una tienda online en la que se venden productos dirigidos a un público más adulto y que busca confiar en esa tienda online por encima de todo.
3- Las categorías
Las categorías y la navegación, porque el usuario lo que quiere es moverse por la tienda online sin problemas, encontrando todo lo que busca en muy poco tiempo. Eso significa que hay que pensar en la usabilidad, en la capacidad para crear apartados lo suficientemente claros y visibles como para que el cliente los encuentre a la primera. En ese sentido, no está de más fijarse en los mapas de calor, que siempre ayudan a la hora de saber hacia dónde solemos fijar la vista nada más acceder a una página web. En función de ello, puede que quieras mover los distintos módulos de la tienda para que los usuarios vayan a parar fácilmente a las categorías que más te interesan.
4- Los métodos de pago
Como no podía ser de otra forma, en una página web debe haber más de un método de pago para que el cliente tenga la sensación de que puede elegir el método que más le conviene. Lo habitual suele ser apostar por la transferencia bancaria, las tarjetas de crédito o débito y PayPal. Además, también hay comercios que ofrecen la posibilidad de pagar contra reembolso, algo que siempre suele tener un coste extra para el comprador que lo solicita.
5- Los métodos de envío
Por un lado están los métodos de pago, y por el otro nos encontramos con los métodos de envío. Dependiendo de la empresa de transporte con la que trabajes, podrás ofrecer más o menos opciones, ya que hay agencias que permiten pasar a recoger los paquetes por determinados puntos y eso es algo que da mucha flexibilidad a los compradores, que no se sienten con la obligación de estar en casa cuando el pedido está en reparto. Además, dentro de un mismo proveedor de transportes también suele haber distintas opciones de envío, pudiendo elegir entre las que son exprés (24 horas o menos) y las que tienen un plazo de duración más largo, que evidentemente son las que tienen un precio más económico para el comprador (e incluso gratuito).
Con todo esto, no hay que descuidar otros aspectos fundamentales para lograr que el diseño de un sitio web sea atractivo y funcional, que al fin y al cabo es el objetivo que siempre se persigue. Por ello, también hay que prestar atención a la jerarquía visual, a la legibilidad, a la rapidez de carga, a la cantidad de contenido, al color de los links ya visitados, al scroll, al tamaño de los botones… Es todo una suma que puede llevarte hacia la tienda online perfecta.
FUENTE: | A TRAVES DE empresariados
VER + EN: https://empresariados.com/5-consejos-para-disenar-una-tienda-de-comercio-electronico/