Durante toda la vida peleamos con nuestros propios pensamientos en inagotable búsqueda del equilibrio y serenidad mental, porque todos identificamos esas palabras y frases que se repiten en nuestra mente en círculos viciosos, creando estados de angustia que son difíciles de sacudirse, y tanto mal pueden provocar en nuestras reacciones.
En Recursos Humanos la mayoría de veces ante un conflicto solo hay que mediar entre personas que generan los enfrentamientos para que vuelvan a la calma en si mismas y encuentren el camino de la relajación y desde ahí el control de las emociones y reacciones.
Aunque haya varios implicados, es una sola la persona que desde unos pensamientos tóxicos desencadena circunstancias de tensión y enrarece los ambientes. Una vez que identificamos el foco de “intoxicación” lo aislamos y trabajamos en la causa de los pensamientos, hasta aquí es la parte fácil, pues los individuos son reiterativos en su carácter nocivo y conocen los problemas personales que les hacen pensar en negativo y buscando solo el fallo en los demás, centrando el pensamiento pesimista y en general se reconocen a si mismos como “estrellados” o con mala suerte…etc
Una vez aislada la entrada de pensamientos negativos hay varias técnicas para limpiar la mente y el alma de la negatividad y veneno de los pensamientos tóxicos.
Respirar, dedicar varios minutos al día a respiraciones profundas, ayuda a fluir la sangre y el oxígeno por el sistema respiratorio y circulatorio que según los científicos son los transmisores mas importantes de emociones en función de su pureza. Incluso para estudiar y aprobar un examen puede ser decisivo una sesión de respiración y relajación por aire.
Gústate en el espejo al despertar, no cuesta nada parar un minuto antes de asearnos, solo un minuto cada día, contemplar la imagen reflejada en el espejo y sonreirnos, decirnos que somos buenos , que somos capaces de todo, mirarnos a los ojos, y descubrir la belleza de nuestros rasgos. Sonreir genera endorfinas que se reflejaran inmediatamente en nuestra mente para el resto del día.
Repasa y aisla las preocupaciones, en un archivo en tu mente, dales un momento y lugar en el día a cada una en el que pensaras en ellas, pero hasta ese momento no vuelvas a pensarlas. Lava tu cara y cuello para despejar la energía, el agua puede ser terapéutico en la mente por la sensación de purificación de la negatividad. Al ducharte los gestos hacia afuera de las extremidades, ver caer el agua desde nuestro cuerpo, acariciarnos con suavidad para sentir calma en la piel, son efectos muy relajantes que ayudan a disipar las malas vibraciones de la mente y a relajar también los pensamientos, se hace mas fácil conectar con imágenes agradables.
Acepta tus sentimientos, no bloquees las cosas que sientes, tendrás emociones negativas y positivas, debes aislar primero las negativas, darles un valor y orden de prioridad, ver si no puedes solucionar para dejar de desgastarte en ello, y si crees que puedes solucionar, dale su lugar, un momento en el día, no puedes estar todo el día con todos los pensamientos y emociones a la vez mezclados y enredados. Eso es muy estresante y termina germinando en los peores pensamientos tóxicos. Trabaja unos minutos 10 o 15 al día para ordenar los sentimientos, y deja los positivos sueltos, para que sean los que se desarrollen, crezcan o multipliquen a lo largo del día.
Identifica los sentimientos positivos y recréate en ellos, siéntelos despacio. Deja que fluyan sin freno. No tengas miedo, nunca se es demasiado positivo y el que diga lo contrario esta equivocado.
Se creativo, cuando alguien se acerque en negativo busca una imagen tierna, gatitos, plantas o flores y ponla delante de tu interlocutor, te ayudara a separarte del ataque negativo, desenfocando el sentimiento vulnerable con la imaginación, como lo de imaginar a los asistentes a una conferencia desnudos….algo así. Piensa en la vida de la otra persona, y empatiza con sus malestares para entender que no es nada personal, y escucha sin reaccionar.
Habla a tu mente, la verbalización es una herramienta muy potente para encauzar los pensamientos, porque pensamos en lenguaje vocal, en letras y palabras, lo que te digas es lo que vas a sentir. Solo háblate de lo bello y lindo de tu ser, de cuanto te gusta hacer esto o lo otro, de lo bien que te has sentido en un momento del día, repite que el futuro sera como tu quieres, repite en alto si es necesario lo que quieres que pase y como quieres que pase, no es magia, es energía en movimiento y es real. Así como podemos enfermar con el veneno de los pensamientos tóxicos demostrado científicamente, también podemos cambiar nuestro destino con éxito y sanar el alma.
Y no te pares, muévete por la vida, busca naturaleza y personas, haz deporte y actividades que te gusten mucho, viaja siempre que puedas, cambia de ambientes continuamente, eso renueva las ideas de manera muy profunda y amplia la capacidad de la mente. Estudia, crece, fórmate en continua expansión profesional o solo personal, aprende todo lo que puedas, enriquece tu CV con cosas grandes o diminutas, no pares tu cuerpo ni tu mente.
Comprueba que tus pensamientos cambian tu mundo, para bien y para mal, decide vivir mejor, pensando mejor, esta solo en tu mano y nadie lo hará por ti.
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AUTOR: Mónica Fernández , experta en Liderazgo y Coaching
FUENTE: imf-formacion.com
http://www.imf-formacion.com/blog/recursos-humanos/formacion/como-combatir-pensamientos-toxicos/