Muchas personas ven el autoempleo como una salida viable ante la falta de trabajo. Aquellos que buscan su oportunidad en un negocio de autoempleo, aunque se trate de un negocio low cost, siempre tropiezan con el obstáculo más importante: la financiación.

Pero no solamente ellos. Pymes, empresarios y emprendedores también tienen problemas para acceder a estas fuentes de financiación. Existen múltiples formas de financiar un nuevo proyecto. Diferentes formas de conseguir dinero para invertir en la creación o puesta en marcha de un negocio. En este artículo te daremos información práctica para poder financiar tu proyecto sin importar si es como empresa o como autónomo.

fuentes de financiación
Crea tu empresa conociendo las mejores fuentes de financiación para un nuevo negocio

Fuentes de financiación

1) Financiación bancaria: La primera y la más obvia de todas las formas es pedir financiación bancaria, habitualmente en forma de préstamo. Lo más seguro es que te pase como a todos los que empiezan un negocio: sales del banco y te preguntas a qué fuiste exactamente. Tendrás que demostrar que eres solvente o, de lo contrario, tener un aval. En este caso sólo te lo recomiendo si la inversión es elevada y pueden avalarte o te puedes avalar tú mismo.

Otra opción es pedir una póliza de crédito. El tipo de interés es un poco alto y sólo te lo recomiendo en caso de que no tengas liquidez pero que sepas que la generarás pronto. Es decir, si ahora mismo no puedes hacer frente a pagar nóminas o proveedores pero tus clientes no te pagan hasta dentro de unos meses, eso puede hacer que entres en números rojos momentáneamente o bien ir un poco más ajustado. Para esto realmente son las pólizas de crédito.

2) Microcréditos: Para casos puntuales y de monto inferior existen los microcréditos, que también te puede ofrecer tu banco. Aunque muchas personas optan por pedir el crédito que sale por televisión o que has visto anunciado, donde dicen que te aprueban el crédito al momento o en 48h. Es importante que sepas que el monto máximo de la mayoría de ellos es de 3.000€.
Es buena idea considerar el tipo de interés, porque podrías terminar pagando más del doble de la cifra que hayas solicitado.

3) Business Angel: Aunque mucha gente piensa que tener un Business Angel es lo mejor que te puede pasar ya que es una persona que te dará financiación para tu empresa, no sólo son realmente difíciles de encontrar, sino que también es muy probable que te pidan más avales que los que te pediría un banco. Piensa que ellos están acostumbrados a financiar empresas nacientes, que además les aporten beneficios al menos de 10 veces la inversión inicial y en poco tiempo. Eso en términos económicos sería un retorno de la inversión rápido y rentable. Después de todo no dejan de ser socios capitalistas de tu empresa, con lo que puede ser que te aconsejen, te orienten, además de prestarte el dinero.

Antes eran más difíciles de encontrar, de hecho eran todo un misterio. Ahora, sólo necesitas escribir en el buscador de google: Business Angel y evaluar toda la oferta del mercado.

4) La franquicia: Es una modalidad mediante la cual puedes capitalizarte a través de franquiciar tu negocio. Puede ser que en estos momentos creas que es muy complicado de hacer. Si lo que ofreces es un producto, sólo tendrías que preocuparte por tener el primer negocio montado.

Entre ejemplos de empresa te destacaría por ejemplo la empresa llaollao, una empresa que se dedica principalmente a la venta de yogurth helado como producto principal. Esta empresa empezó en 2009 y ahora supera los 100 establecimientos. ¿Cómo se ha expandido en tan poco tiempo? La respuesta es la franquicia.

Ahora bien, ¿cómo funciona una franquicia? En términos sencillos es cuando una persona (franquiciado) se interesa por replicar tu empresa; sin embargo, esta nueva empresa llevará el nombre de la tuya, y el franquiciado hará o distribuirá tus productos y/o servicios como tú le indiques.

En este caso cobrarás un canon de entrada, que es el cobrar dinero a fondo perdido, solo por llevar tu marca. Y lo segundo que puedes cobrarle es un royalty, que es un pago ya sea mensual, o del tanto porciento de las ventas para utilizarlo por ejemplo en publicidad. En este caso te recomiendo que si optas por esta alternativa sea un negocio sencillo, principalmente. Sencillo no quiere decir que no sea bueno, ni que no le hayas puesto trabajo, quiere decir que el concepto lo entienda todo el mundo, por ejemplo una tienda de ropa, restauración, complementos, etc.. También te recomiendo que te pases por las revistas especializadas en franquicia para darte una idea de cómo hacerlo.

5) Crowdfunding: Otra fuente de financiación es el crowdfunding o micromecenazgo. Se trata de una cooperación colectiva, llevada a cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos, se suele realizar en Internet y sirve para financiar esfuerzos e iniciativas de personas u organizaciones. Esto quiere decir que no necesitas una persona que te deje 10.000€, ya que puedes conseguir que 200 personas te dejen 50€.

Si te das cuenta he usado el verbo “dejar” porque existen varios tipos de crowfunding como Donaciones, Inversiones, Préstamos, etc…

Dentro de las plataformas que existen para este fin puedes visitar: Creoentuproyecto.com, Crowd2B, bestaker.com etc..

Todo estos ejemplos, son sólo algunas fuentes de financiación que he probado y otras que he aplicado en varias empresas. Es por ello que me he atrevido a presentártelas, con sus beneficios y sus riesgos. Pero, al final, sólo tú puedes decidir cuál es la opción que más te interesa.

Artículo creado con la colaboración de Irma Rodríguez:
Asesora para la creación y crecimiento de empresas. Coach experta en empleabilidad y emprendimiento. Directora de Marketing del instituto Kimmon y colaboradora de buscandountrabajo.net – perfil linkedin
FUENTE: http://www.buscandountrabajo.net/