Fatiga, estrés laboral, falta de energía y motivación, agotamiento mental, si estos síntomas te resultan familiares en los últimos meses es muy probable que puedas estar padeciendo el denominado Síndrome del Burnout, también conocido como el síndrome de estar quemado.
Esta patología es característica del siglo XX y sucede a nivel profesional, especialmente en pacientes que están largos periodos de tiempo expuestos a clientes y usuarios. En 1969 se acuñó por primera vez como staff burnout y se presentó en oficiales de policía de libertad condicional de la época. Fue en 1974 cuando el psicólogo estadounidense Herbert Freudenberger dio a conocer esta patología, después de una investigación en el ámbito sanitario donde se describen en profundidad los síntomas de este síndrome.
La población más proclive a sufrir este tipo de síntomas son profesionales que en su día a día están en continua interacción con otras personas, por ejemplo profesionales del ámbito sanitario, como psicólogos, nutricionistas, médicos, enfermeros, etc. También del tipo docentes y personal administrativo, deportistas, ingenieros, etc. En cuanto a géneros, este cuadro se presenta en un amplio porcentaje en mujeres.
Consecuencias y síntomas del Síndrome del Burnout
El Síndrome de Burnout se manifiesta tanto física como mentalmente y se define a través de tres dimensiones:
- Agotamiento de no ser capaz de dar más de sí mismo a nivel emocional.
- Suspicacia/escepticismo: se manifiesta como una actitud de distancia hacia el trabajo en sí, hacia los clientes y hacia los compañeros de trabajo.
- Ineficacia: sentimiento de incompetencia en las tareas y funciones a desarrollar en el trabajo.
El síndrome del burnout aparece como un tipo de estrés laboral a gran escala debido en gran parte a la sobrecarga de trabajo, horarios de trabajo excesivos y cuando laremuneración no es la adecuada. Aparece también muy frecuentemente ante climas laborales viciados, esto es cuando se produce un trato con la persona de manera incorrecta por parte de compañeros y superiores, provocando aislamiento laboral en quien lo padece.
Es la sensación y sentimiento de que el trabajo «nunca acaba», de hecho, el tener siempre tareas pendientes origina una sensación de ansiedad y estrés continua que impide desarrollar nuestras responsabilidades de manera productiva y eficaz. Lo que antes era una motivación, se convierte en una lacra para el empleado que la vive.
En cuanto a síntomas corporales, el paciente suele sufrir dolores de cabeza ymusculares, insomnio y/o mareos, trastornos digestivos, infecciones, manchas en la piel, trastornos respiratorios y circulatorios.
En cuanto a los síntomas mentales se manifiesta depresión, insatisfacción, irritacióny sensibilidad. Algunas pruebas evidentes de que el trabajador padece burnout son cambios en el humor, en el estado de ánimo, pérdida de la ilusión por trabajar, etc.
Claves para prevenirlo y evitarlo
Lo esencial es ser capaz de detectarlo en las primeras fases para poder tenerlo bajo control. En este síndrome tanto el paciente que la sufre como la empresa deben actuar para minimizarlo y evitarlo.
- La práctica de técnicas de relajación y meditación como el mindfulness y la atención plena han demostrado sus beneficios positivos en las personas con burnout. Ya que estas prácticas actúan precisamente sobre las zonas cerebrales de mayor estrés convirtiendo estas emociones en positivas y en consecuencia, siendo más productivos.
- El deporte y la actividad física nos ayudarán a relajar las posibles contracturas musculares, hernias discales o cualquier otro tipo de lesiones producidas a causa del estrés, cuya tensión se suele aglutinar en el cuello y en los hombros. Por lo tanto, una rutina diaria de ejercicios de estiramiento y antiestrés soltará nuestros músculos.
- Tener algún hobby y renovar contactos sociales, as llevar un estilo de vida saludable impactará sobre nuestro bienestar ya que tener una afición se convertirá en una distracción y motivación para nosotros. Una alimentación adecuada también beneficiará a nuestro organismo.
- Podemos recurrir también a ayuda profesional como terapias psicológicas grupales o individuales, las cuales nos permitirá detectar los orígenes de este estrés laboral, aprender a gestionar nuestras emociones negativas convirtiéndolas en positivas, aumentar nuestra autoestima, etc.
En cuanto a su prevención en el trabajo resulta muy útil.
- Realizar reuniones periódicas con otros departamentos y compañeros de trabajo. Estas nos ayudarán a aclarar ciertos problemas que puedan originarse del día a día y encontrar soluciones, a sentir que no estás tú solo haciendo todo el trabajo ni a sentirte aislado laboralmente. Es muy importante que en este tipo de reuniones se hagan feedbacks positivos que promuevan el rendimiento de las personas.
- Aprende a decir NO sin sentirte culpable con métodos asertivos te permitirá marcarte objetivos reales y objetivos, hay que poner ciertos límites para no sacrificar los alicientes de la vida.
- Entrenamiento de la percepción, es decir, ser capaz de detectar aquello que nos está provocando estrés tanto en uno mismo como en nuestro entorno y actuar sobre ello. Puedes tratar de delegar tareas y no ser tan perfeccionista.