Solo hay que surfear un poco en Google para comprobar que cada vez hay más artículos y blogs que hablan sobre emprendimiento y cómo emprender con éxito. ¿Es que emprender está de moda? No lo creo. Más bien se debe a un cambio de paradigma.

El mundo occidental ha atravesado en los últimos 10 años la peor crisis económica de su historia, y aparte de todas las cosas malas que ha traído consigo (que han sido muchas) la crisis (como ocurre en todas las crisis) también ha supuesto un momento de grandes cambios.

Cambios de mentalidad, de perspectiva, de formas de entender el mundo… y cambios en el panorama profesional.

Y aquí es donde entra en escena el concepto “emprender”.

De forma paralela a la destrucción masiva de puestos de trabajo, el entorno online ha cobrado una fuerza extraordinaria. Tanto que internet se ha convertido en un ecosistema en constante evolución y en el que han surgido nuevas oportunidades abiertas para quien las quiera y sepa aprovechar.

¿Estás pensando en emprender?

Antes de embarcarte en esta aventura tan estimulante, te animo a que leas estos 35 consejos para que descubras cuáles son las claves que te llevarán a buen puerto.

QUÉ ES EMPRENDER

Antes de hablar de cómo emprender, conviene tener claro qué significa emprender y ser emprendedor.

Como te decía, la crisis ha revolucionado el sistema laboral tal y como lo conocíamos y entendíamos hace 10 años.

En toda revolución se produce evolución y transformación, y en este sentido internet ha sido una pieza clave en el nuevo puzzle laboral.

¿Por qué?

Porque el cada vez mayor desarrollo del canal digital ha abierto nuevas puertas y oportunidades: facilita la comunicación entre personas, permite analizar más y mejor las posibilidades de negocio y se pueden diseñar soluciones específicas y concretas para (casi) todas las necesidades que tienen los diferentes grupos de usuarios y consumidores.

Entonces, ¿qué es emprender?

Para empezar, diré que emprender no es montar una página web, emprender no es tener un blog y escribir artículos y emprender no es tener una página en Facebook.

Estas cosas (y muchas otras relacionadas) son herramientas que necesitarás como emprendedor, pero no definen el concepto.

Emprender significa tener un negocio y poner tu talento al servicio de los demás.

Por lo tanto, como emprendedor en ciernes mentalízate de que serás empresario y estarás al frente de tu propia empresa. Serás tu propio jefe y tu propio trabajador.

Con página web, sí. Y con redes sociales. Pero, sobre todo, con un negocio o idea de negocio a tus espaldas.

Entender esto es clave, porque levantar y mantener un negocio no siempre es fácil y vas a necesitar trabajar tu mentalidad, tus habilidades y tus destrezas como nunca habías imaginado.

Pero tranquilo, no te asustes.

Emprender y tener éxito es posible. Tras años como emprendedores, hemos seleccionado los mejores consejos que podemos darte para que sepas cómo emprender con buen pie desde el primer momento.

CÓMO EMPRENDER: 35 ASPECTOS QUE NECESITAS TRABAJAR ANTES DE INICIAR TU NEGOCIO

Ten claro que no existe una fórmula mágica que puedas aplicar para despertarte al día siguiente nadando en el éxito.

Cada persona es un mundo, cada modelo de negocio tiene sus propias características y cada mercado tiene su propio mecanismo de funcionamiento.

Ahora bien, sí podemos recopilar las habilidades y necesidades que conviene tener en cuenta para lanzar y hacer crecer un negocio.

En este artículo no encontrarás cómo ganar dinero con un blog, cómo montar una web, ni cuánto dinero necesitas invertir para montar un negocio ni qué estrategias de marketing debes aplicar.

Vamos a ir al fondo de lo que significa emprender. Nos vamos a centrarnos en la construcción de los cimientos; es decir, en ti y en qué necesitas para convertirte en el pilar sólido sobre el que se levantará tu proyecto.

1. Fuerza de Voluntad

Empezamos fuerte. 😀

Para emprender hace falta fuerza de voluntad.

Sí.

Que sí…

No insistas. Lo de “yo no tengo de eso” no es una excusa válida si quieres emprender.

Estoy de acuerdo: estar motivado es genial para empezar. Pero ¿sabes lo que pasa con la motivación? Que es inconstante y volátil. No dura. Se pierde. Va y viene.

¿Crees que un negocio próspero se sustenta en una emoción caprichosa?

No, claro que no.

Si vas en serio y quieres emprender de verdad, necesitas mejores cimientos que la motivación. Y por eso es requisito trabajar y mejorar tu fuerza de voluntad y el control sobre tu mente.

Esta es la cualidad que caracteriza a las personas de mayor éxito. Así que si eres capaz de vencer las tentaciones inmediatas y hacer lo correcto en cada momento sin importar las dificultades o el estado de ánimo, estarás abonando el terreno para después crear sobre él tu negocio.

Emprender es una experiencia diaria, por lo que tendrás que enfrentarte a días muy buenos y a otros en los que la pereza se imponga o te cueste no sucumbir a las tentaciones.

¿Eres un vago redomado y crees que tú no puedes mejorar tu fuerza de voluntad? Te equivocas. Lee este artículo y compruébalo:

Y si quieres saber más sobre la fuerza de voluntad te aconsejamos que te des un paseo por esa categoría en nuestro blog.

2. Autodisciplina

La fuerza de voluntad es como las cerezas o los mirlos: tiene pareja. 🙂

¿Cuál? La autodisciplina.

Emprender requiere de autocontrol diario y disciplina en el trabajo. Tú estarás al frente del proyecto, serás tu propio jefe y tendrás que rendirte cuentas a ti mismo.

Como hemos dicho, para conseguir tus objetivos necesitas fuerza de voluntad. Pero la fuerza de voluntad no aparece de la noche a la mañana ni se presenta por medio de conjuros o invocaciones a las fuerzas del más allá.

Es una cuestión de hábitos. Y para adquirir un hábito hace falta práctica. Y para practicar, además de tiempo, necesitas autodisciplina.

De modo que, para emprender con buen pie, empieza a trabajar esta capacidad. 😉

Pero antes ten en cuenta una cosa: no aspires a conseguir grandes logros en poco tiempo. Cada día, oblígate a hacer algo que te cuesta mucho o no te gusta durante 10 minutos. Ese esfuerzo por vencer el “uf” que todos sentimos alguna vez, será un paso más para mejorar tu autodisciplina.

3. Pensamientos Positivos

Emprender es como vivir en una montaña rusa.

Hay días buenos, días eufóricos, días regulares y días terribles. Y días en los que las emociones suben y bajan dependiendo del momento.

Cuando estás en la subida, no hay problema. Sientes que puedes con todo, estás motivado y tu ilusión está intacta.

Pero ¿y cuando llegan los bajones, los problemas y los imprevistos?

Es fácil dejarse vencer por el desánimo y dejar la puerta abierta a pensamientos como:

“Esto me supera”.

“Yo no valgo para emprender”.

“Menuda…”.

También puede que te invadan pensamientos catastrofistas o que, ante un obstáculo, busques responsabilidades en el exterior.

Adoptar el papel de víctima es siempre la actitud más sencilla.

“Oh, pobrecito de mí”.

¡No!

Los pensamientos negativos no te ayudan a avanzar ni a mejorar ni a buscar soluciones. Solo sirven para aumentar el desánimo, la frustración y meterte en un círculo vicioso que se retroalimenta a sí mismo.

En su lugar, procura ser consciente de cómo enfrentas los problemas y las dificultades y adopta una actitud positiva.

Sí, hablamos de ACTITUD, porque los pensamientos están muy relacionados con la actitud que uno DECIDE tomar.

Tu mente verá lo que tú quieres que vea. ¿Botella medio vacía o medio llena? De ti depende.

Y de tus pensamientos dependerán tus acciones y tus resultados, así que no subestimes el gran poder de los pensamientos positivos cuando decides emprender.

Además, ¿sabes qué? Los pensamientos positivos potencian las cualidades. 🙂

4. Viva la Imperfección  

Uno de los principales enemigos a los que te enfrentas cuando emprendes es el perfeccionismo.

Querer hacer las cosas bien es fantástico, pero es peligroso perseguir el perfeccionismo en todo lo que haces.

No hace falta que algo sea perfecto para mostrarlo al mundo. Basta con que esté hecho. Siempre puedes mejorarlo en el futuro.

¿Por qué es tan peligroso caer en el perfeccionismo?

Porque bloquea y paraliza. Y todo buen emprendedor debe estar en constante movimiento, avanzando y progresando.

Dedicar horas y más horas a una tarea y esperar a que sea “perfecta” para lanzarla es un gran error.

Además, en realidad el perfeccionismo es una excusa para no afrontar dos emociones típicas en toda persona que decide emprender: el miedo y la inseguridad, ambas emociones normales cuando hacemos algo nuevo.

Para no caer en el perfeccionismo, convéncete de que, para lanzar tu primer servicio, tu primer producto o tu primer curso, no hace falta que esté al 100% acabado y perfecto.

Es mejor estrategia apostar por el producto mínimo viable, es decir lo mínimo necesario.

5. Sacrificio

Hemos hablado de la fuerza de voluntad y de la autodisciplina como cualidades necesarias de los emprendedores.

Vamos a añadir un tercer elemento a la ecuación: el sacrificio.

Emprender es duro y requiere espíritu de sacrificio.

  • Sacrificio para no dejarte tentar por la pereza.
  • Sacrificio para abordar tareas que no te apetece hacer.
  • Sacrificio para dejar de lado deseos inmediatos y centrarte en lanzar tu proyecto.

Sobre todo en los inicios, tendrás que sacrificarte si de verdad quieres conseguir resultados.

El esfuerzo, el tesón y el espíritu de sacrificio hoy para alcanzar tu meta mañana será tu pan de cada día.

6. Valora tu Tiempo

El tiempo es oro. Tempus fugit. Elige la expresión que más te guste; el caso es que el tiempo es el único bien finito que tenemos y que es imposible recuperar una vez perdido.

Emprender requiere esfuerzo… y tiempo. Mucho tiempo.

Sabiendo que vas a tener que invertir bastantes horas en tu proyecto, empieza a valorar tu tiempo desde hoy y preocúpate por aprender a gestionarlo.

Uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos los emprendedores es a la falta de tiempo.

Parece que nuestros días fueran más cortos que los del resto de mortales. Pero no.

Lo que nos falla es cómo nos organizamos y manejamos las horas de trabajo.

Hablando en plata: perdemos el tiempo en cosas que no son verdaderamente relevantes.

Una mejor gestión del tiempo no solo te ayudará a avanzar más y mejor en tus tareas, sino que te ayudará a tener más foco en cada cosa que hagas, a ser más productivo y a mejorar tu rendimiento.

 

7. No Procrastinar

“No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. ¿Cuántas veces te repetía esto tu madre de pequeño?

Es uno de los primeros dichos populares que aprendemos de niños. 😀

¿Por qué? Porque el ser humano tiende de forma natural a dejar de lado lo que sabe que debe hacer, pero no le apetece hacer.

A ese arte de posponer tareas que requieren nuestra atención se la denomina procrastinar.

Meses para terminar un ebook.

Cursos abandonados a la mitad.

Gimnasios que cobran la cuota, pero que no pisamos…

Procrastinación, amigo mío.

¿Cómo se vence este terrible mal?

Para empezar, con autodisciplina, determinación y fuerza de voluntad.

Cogiendo al toro por los cuernos, como se suele decir, y poniéndote manos a la obra.

Superar la procrastinación es también una cuestión de adquirir buenos hábitos, por lo que es algo que tendrás que trabajar cada día cuando comiences a emprender.

El libro los 7 hábitos de la gente altamente efectiva nos cambió radicalmente la vida. Así que te lo recomendamos como uno de los imprescindibles.

Para empezar a practicar, te propongo 2 cosas:

  • Empieza cada día haciendo la tarea más compleja, difícil o costosa. A partir de ahí, todo lo que hagas el resto del día será más sencillo.
  • Cuando te dé pereza ponerte con algo, dedícale 5 minutos de reloj. Pasados esos 5 minutos, decide si continúas o lo dejas. Seguramente continúes y le habrás dado una patada a la procrastinación.

 

8. Minimalismo

¿Has oído hablar de la vida minimalista?

A diferencia de lo que mucha gente cree, no consiste en tirar todo lo que tienes y vivir debajo de un puente con 4 cosas.

Es una filosofía. Un estilo de vida.

¿Qué tiene que ver esto con emprender?

Mucho.

Te interesa saber cómo emprender en condiciones, ¿no? Pues entonces, debes saber que a medida que tu negocio ruede, avance y crezca, aumentará tu lista de tareas.

Con el tiempo, es muy fácil tener la sensación de tener mil cosas en la cabeza, de tener demasiadas ocupaciones y una barbaridad de cosas que abordar.

La solución (o parte de ella) es adoptar una vida minimalista, en la que solo tienes lo que necesitas.

El minimalismo te ayuda a tener más foco, claridad y orden, por lo que te resulta más sencillo centrarte en lo que de verdad es importante para ti.

Es decir, tener menos cosas tiene beneficios tanto en tu vida personal como en la profesional, porque influye en el estado mental.

 

9. Aprovecha tu Experiencia

Emprender y dirigir un negocio va a requerir que saques todo el arsenal de habilidades, destrezas y conocimientos que tengas en tu interior.

Aunque vayas a iniciar un proyecto nuevo y tengas que formarte o investigar sobre ciertos temas que no dominas (luego hablaremos de esto), ten en cuenta que toda la experiencia vivida y el bagaje que ya tienes a la espalda te resultará muy útil.

Por lo tanto, rescata de tu interior todo lo que ya has aprendido hasta llegar ahora.

Por ejemplo, hay profesiones que son muy útiles cuando decides emprender por las cualidades que implican.

¿Has trabajado de comercial alguna vez?

Pues como emprendedor te vendrá de perlas. No para ir de puerta en puerta ofreciendo tus servicios o productos, sino porque para sacar adelante tu negocio necesitarás dotes comerciales importantes.

¿Tienes experiencia trabajando con niños?

Pues es muy útil para darte cuenta de que hay que adaptarse a cada cliente, aprender a liderar y a gestionar equipos de personas.

¿Te has dedicado a la atención al cliente en un call center o en una empresa?

Esta experiencia es muy útil para salir airoso de conflictos, aprender a ponerse en la piel del cliente y encontrar soluciones a problemas que no sabemos resolver.

Conclusión: aunque tengas por delante una nueva aventura, aprovecha todo lo que ya llevas en la mochila, que seguro que es mucho. 🙂

10. Céntrate en tus Habilidades y con lo que disfrutas

Este consejo puede parecer una obviedad, pero ni te imaginas la de emprendedores novatos que lo pasan por alto.

Si lo tuyo es el diseño (por ejemplo), ¿tiene sentido montar un negocio relacionado con la física cuántica?

No.

Cuando tu nuevo proyecto vea la luz, se te presupone cierta experiencia y conocimientos sobre la materia en la que te vas a especializar y lo servicios o productos que vas a vender.

Así que céntrate en lo que sabes hacer y no inicies un negocio sobre una temática que no controlas.

Además, antes de emprender, reflexiona sobre tu pasión y con lo que disfrutas haciendo. Ten en cuenta que vas a entregarte en cuerpo y alma a tu negocio, así que siempre será más llevadero si lo que haces te gusta.

Habrá clientes que se contagien de tu entusiasmo y eso les guste, pero no lo digo tanto por eso como por el hecho de que dedicar años de tu vida a algo con lo que disfrutas, hará que te despiertes cada día con una sonrisa.

Lo contrario puede quemarte, desmotivarte y hacerte sentir insatisfecho.

11. Sé Realista

Emprender tiene algo de magia, porque conviertes en realidad un sueño.

Así que, sí, soñar está bien y debes hacerlo (luego nos detendremos en este aspecto), pero no levantes demasiado los pies del suelo cuando empieces a emprender.

Por ejemplo, ten en cuenta tu circunstancia familiar. Emprender no solo te afectará a ti, sino a todo tu entorno más cercano y debes considerar las opciones realistas de tu situación.

Ser realista también significa proponerte objetivos concretos y alcanzables.

Por otro lado, ser realista implica aceptar que el camino no siempre será agradable y divertido. Cometerás errores, habrá épocas duras y días jodidos. Debes saber afrontarlos y estar preparado para afrontar el fracaso.

No importa cuántas veces te caigas. Lo importante es cuántas veces te levantas.

Para esto, la clave está en el siguiente consejo.

12. Fortaleza y Superación

¿Sabes cuántos bocetos de bombilla diseñó Edison hasta que consiguió la bombilla definitiva? Unas 3000.

¿Crees que habría conseguido éxito si al tercer intento hubiera tirado la toalla?

No, claro que no.

Cuando emprendes, la fortaleza mental y el espíritu de superación son cualidades básicas y necesarias para superar los momentos en los que las cosas no salen como tú las habías planeado.

En tu cabeza tienes una idea, pero lo cierto es que hasta que no la llevas a la práctica no sabes qué resultado tendrá, si funcionará ni cómo.

Por eso, trabaja la fortaleza interna y echa mano de tu espíritu de superación para vencer los momentos de desánimo y que no te falte combustible para seguir avanzando en tu proyecto.

13. Inconformismo

Un buen emprendedor que se precie debe ser inconformista.

Diseñas tu plan de negocio, planificas una estrategia, pones todo en marcha, funciona y… ¿ahora qué?

Si funciona, ¡ya está! Objetivo conseguido, ¿no? Puedes sentarte tranquilamente a disfrutar el resto de tu vida de este logro.

¡Error!

Si quieres emprender a largo plazo y tener ingresos recurrentes de forma constante, no puedes quedarte quieto. Y menos si eres emprendedor online.

Internet es un entorno en constante evolución, en el que solo sobreviven los que se adaptan a los cambios.

El conformismo y el inmovilismo paralizan y la parálisis es un enemigo del crecimiento de cualquier negocio.

Aspira a más y no te conformes.

14. Espíritu Crítico

El ego.

El ego propio es necesario; nos protege. Pero tiende a dominar la mente, a alimentar el orgullo y a cegarnos.

Para emprender, deberás mantenerlo a raya y bajo control.

¿Por qué? Porque si no lo haces, puedes matar tu espíritu crítico; y sin espíritu crítico serás incapaz de reconocer tus propios errores y los puntos que debes mejorar, tanto de tu negocio como de tu gestión.

Celebra tus éxitos (todos) para alimentar la motivación, pero también sé consciente de lo que puedes mejorar, de lo que tu competencia hace bien y de los éxitos ajenos, porque pueden servirte de inspiración para desarrollar nuevas ideas en tu negocio.

¿Nuevas ideas? Si, lo sé. Seguro que tienes una nueva idea cada día, es normal. Para darle forma y empezar a criticarla tu mismo podrás usar los mapas mentales. Te aseguro que son una herramienta imprescindible en nuestro día a día.

Ojo, no caigas en el extremo contrario y te fustigues cada vez que algo no sale como esperabas o cometes un error.

La culpa es tan poderosa como el ego. Torturarte no sirve para nada.

Aprende y avanza.

15. Visionario

Hombre, si eres capaz de anticiparte y vislumbrar cuál va a ser el próximo eureka que puede hacerte millonario, genial. 😀

Pero no me refiero a eso.

Cuando digo que para emprender conviene ser un poco visionario me refiero a que tienes que tener la mente en estado de alerta, buscando nuevas posibles oportunidades o enfoques que nadie aún ha explorado.

Estudia tu sector, escucha al mercado e intenta anticiparte al futuro.

Esto puede ser el detonante para diferenciarte y destacar o quedarte en el montón.

16. Empatía y humildad

La empatía es fundamental para gestionar bien un negocio.

Ten claro que puede haber un abismo entre lo que tú quieres vender y lo que tus potenciales clientes quieren comprar.

No cierres en banda y te obceques en ofrecer a tu audiencia una solución que no necesita, ni demanda ni le interesa.

¿Tu idea es original y buena? Vale, pero igual solo te interesa a ti.

Para emprender con éxito tienes que tener una idea de negocio rentable. Y para tener una idea de negocio rentable, debes ponerte en la piel de tus clientes, pensar como ellos y sentir como ellos.

Así es como se identifican las verdaderas necesidades y puedes preparar una oferta realmente útil para tus clientes.

En definitiva, sé empático.

¿Y la humildad?

Importante también. Debes estar dispuesto y preparado a aceptar críticas y recibir feedback constructivo de tus clientes.

Si te dicen que hay algo que mejorar, no lo tomes como un ataque personal. Escucha y aprende.

Sé humilde, ten empatía y déjate asesorar.

17. Espíritu Comercial

Un negocio lo componen muchas patas. Todas son importantes, pero sobre todo una: los clientes.

Sin clientes, no hay negocio ni hay ná.

Y para tener clientes, primero tienen que comprar (o contratar). Para lo cual, tienes que vender.

“Ay, es que a mí me da no sé qué vender”.

“Uy, yo no valgo para vender”.

“Vender me resulta violento”.

¿Se te pasan por la cabeza estos pensamientos? Mal asunto.

Convéncete a ti mismo: necesitas vender si quieres un negocio próspero, así que tienes que perderle miedo a vender y desterrar el famoso síndrome del impostor.

Desde luego, quien tiene experiencia de comercial, en departamentos de ventas o en marketing, tiene mucho ganado, porque sabrá relacionarse mejor, comunicarse mejor y transmitir el valor de lo que vende.

18. Piensa en Grande

¿Recuerdas que antes hablamos de la importancia de tener los pies en el suelo?

Pues si quieres saber cómo emprender con buen pie, ahora te digo que pienses en grande y que te atrevas a soñar.

¿Suena contradictorio?

En realidad, no lo es.

Como emprendedor, conviene que tengas amplitud de miras, que apuntes alto y que seas ambicioso. Puede que esos objetivos ideales no los consigas (al menos, no a corto plazo), pero visualizarlos hará que tus acciones tomen la dirección correcta.

19. Amor por uno mismo

Quererte a ti mismo es otra cualidad que te vendrá muy bien para emprender.

El amor por uno mismo implica respetarse y cuidarse.

Por lo tanto, sé siempre fiel a tus valores, respeta tus principios y cuida tu salud.

 Me atrevo a decir que el 100% de los emprendedores intentan superar los picos altos de trabajo a costa de su salud.

Para emprender con buen pie, recuerda siempre estos tres principios saludables:

  • Cuida tu alimentación: el esfuerzo intelectual consume mucha energía y tu cerebro necesita buenos alimentos para reponerse y rendir mejor. Echa un vistazo a los superalimentos y a los nootropicos. A estos últimos con cautela.
  • Descansa: no sacrifiques horas de sueño por terminar una tarea. Es un mal hábito que perjudica tu productividad y tu rendimiento. Aprende a levantarte temprano. Del mismo modo, durante la jornada de trabajo, haz descansos cada 50 minutos, levántate, estira las piernas y oxigena la mente.
  • Haz ejercicio: el deporte te vendrá bien para el cuerpo y también para la mente.

En definitiva, cuídate.

20. Reflexión y análisis

Observar, medir, reflexionar y analizar deben ser compañeros de viaje de todo emprendedor.

Debes tener la suficiente capacidad de reflexión para sacar conclusiones objetivas y constructivas sobre tu proyecto, que te ayuden a tomar buenas decisiones.

Y esas decisiones pueden ir en tres direcciones:

  • Detectar oportunidades de negocio.
  • Ser consciente de cuándo hay que pivotar y cambiar el rumbo.
  • Identificar puntos de mejora y optimización, tanto de gestión como de desarrollo de negocio.

21. Asertividad

O tener la capacidad para decir “no”.

¿Crees que todas las opciones y propuestas que recibas serán interesantes para tu negocio? Aunque se trate de una posible venta, plantéate si realmente está alineado con lo que haces.

En España existe la costumbre de primero decir que sí y luego, “ya veremos”, pero no es la actitud adecuada.

Del mismo modo, si te cuesta decir que no porque sientes la necesidad de complacer a todo el mundo, te harás un flaco favor.

Aprende a decir no, libérate de lastres emocionales subjetivos y céntrate solo en lo que a ti te interesa como jefe de tu negocio.

22. No busques el dinero

Decir que al emprender no debes preocuparte por el dinero igual suena raro.

Negocios = dinero.

¿O no?

Sí…. Y no. Depende del momento en el que te encuentres.

Me explico.

Cuando ya tienes un rodaje, la rentabilidad debe ser una prioridad, claro que sí. Pero cuando acabas de arrancar o todavía no has colocado ni el primer ladrillo, no te recomiendo que pongas el foco en la facturación ni en los beneficios.

Al empezar es más importante lo que aprenderás de los clientes que el dinero que te puedan proporcionar.

¿Estoy diciendo que trabajes gratis?

No necesariamente, aunque podrías, al menos con un número de clientes limitado.

Por ejemplo, para darte a conocer, conseguir los primeros testimonios de clientes satisfechos (que podrás usar en tu web y servirán como reclamo para otros clientes) y mejorar tu oferta, puedes ofrecer de forma gratuita tus productos o servicios.

Esta colaboración es un win-win: tú consigues un feedback muy útil y tu cliente consigue una solución.

Ofrecer valor gratuito es una buena forma de hacerte un hueco en la blogosfera. Si aportas valor y calidad, será más fácil generar confianza (la base de toda venta).

23. Dotes comunicativas

Vas a liderar un negocio, así que tendrás que tratar con los clientes a diario.

Potenciar o mejorar tus dotes comunicativas será de gran ayuda para negociar, persuadir y convencer.

En esto de la capacidad comunicativa, acostúmbrate a olvidar el “qué” y pensar en el “cómo”.

Es decir, tienes que ser capaz de explicar lo que haces (parece fácil, pero conseguirlo en 30 segundos tiene su miga), pero sobre todo, cómo lo haces.

El “cómo” te ayuda a explicar la manera de solucionar un problema o una necesidad. Y ten por seguro que si no eres capaz de explicar qué resuelves con tu solución, no tienes nada que hacer.

24. Networking

Hay mil y una estrategias que te servirán para acelerar el crecimiento de tu negocio. Pero ¿sabes cuál es, sin duda alguna, una de las más efectivas?  El networking.

Es bueno que te relaciones desde el principio con otros emprendedores y te muevas en grupos y círculos donde esté tu cliente potencial.

Las redes sociales son un buen lugar para buscar y empezar, sobre todo los grupos de Facebook y los de LinkedIn.

Pero no te quedes solo en la parte online y acude a eventos presenciales. Nosotros lo practicamos desde los orígenes de Más y Mejor y de hecho, organizamos quedadas cada cierto tiempo para fomentar las relaciones entre los lectores de nuestra comunidad.

Además de llevarte alguna que otra oportunidad de trabajo, te sentará genial compartir con otras personas que sienten las mismas inquietudes que tú.

Cuando vayas a un evento de este tipo, no olvides dos cosas:

  • Tarjetas de visita.
  • Tu mejor sonrisa.

25. Paciencia

Emprender es como un buen guiso: necesita tiempo.

Sé paciente y no tengas prisa por conseguir los primeros resultados, porque estos seguramente tarden unos meses (o un par de años) en llegar.

Si eres impaciente y fuerzas la máquina más allá de las posibilidades reales, ¿sabes qué pasará? Que te frustrarás y te desanimarás.

La paciencia es la madre de la ciencia… y del emprendimiento. 😉

26. Priorizar

¿Estás retrasando tu emprendimiento por falta de tiempo?

Mmm, no. Me temo que no.

El problema no es que a tus días les falten horas, sino que no tienes claras tus prioridades.

Si quieres emprender, pero al mismo tiempo quieres pasarte 3 horas al día viendo la tele o mirando las musarañas, pues, qué quieres que te diga. ¡No puede ser!

Antes de emprender, siéntate y sincérate contigo mismo. ¿Cuáles son tus prioridades? ¿Qué quieres hacer? ¿Qué quieres conseguir?

A partir de ahí, prioriza y toma decisiones.

Del mismo modo, cuando emprendas, no te embarques en siete mil proyectos y tareas a la vez o te sentirás desbordado y saturado.

Prioriza acciones.

Céntrate solo en 2 o 3 objetivos y cuando los termines, piensa en el resto; pero no antes.

27. Creatividad

Para emprender necesitarás también una buena dosis de creatividad.

Te servirá tanto para ser original, como para encontrar nuevas perspectivas o campos inexplorados en los que podría haber una interesante oportunidad.

Además, la creatividad favorecerá tu faceta innovadora.

28. Innovación

Emprender también es innovación.

Como hemos dicho, un negocio estático apalancado en el inmovilismo tiene fecha de caducidad.

Debes preocuparte por desarrollar nuevas estrategias de negocio, inspeccionar nuevas vías…, para lo cual tendrás que tener una mente innovadora.

Eso sí, sin perder la precaución. En el siguiente punto verás por qué lo digo.

29. Elige bien la idea de negocio

Tienes claro que quieres emprender.

¿Has pensado a qué te dedicarás en tu negocio?

¿Has analizado a fondo el nicho de mercado?

¿Has estudiado la viabilidad de la idea y su rentabilidad?

Estas cuestiones son fundamentales antes de ponerte manos a obra. Y es que lo importante no es tener una idea muy original, sino una idea con la que puedas generar ingresos.

Y hay ideas muy chulas, pero poco rentables.

O con perseguir la originalidad y acabar en ideas que más bien son disparates.

Por cierto, cuidado con las ideas originales que nadie ha explorado.

Cuando compruebes si una idea tiene mercado y merece la pena apostar por ella, si no encuentras nada, ni siquiera en inglés, plantéate la posibilidad de que realmente no sea una buena idea.

El mercado de habla inglesa suele ir por delante, así que de él puedes extraer conclusiones interesantes.

Si ves que la idea tiene desarrollo en el mercado inglés, pero no en el hispanohablante, investiga si se debe a que aún no es el momento adecuado para traer esa idea aquí.

Y si lo ves claro… ¡lánzate! Nosotros lo hicimos con Coobis y nos salió bien. Eso sí, antes de lanzarte asegúrate de tener un colchón económico para poder emprender tranquilo.

30. Monitoriza tus finanzas

La parte administrativa y contable de un negocio es un pilar básico, pero son áreas que a los emprendedores nos suelen costar.

Así que para evitar caer en el caos incluso antes de empezar, prepara los documentos donde harás el registro y el seguimiento de los gastos e ingresos de tu negocio.

 

31. Rodéate de gente mejor que tú

Si quieres evolucionar y progresar, nada mejor que hacerlo de personas que sientes que te aporta. Acércate a las figuras a las que admiras (sean de tu sector o no), de las que aprendes y que te inspiran.

En definitiva, rodéate de la gente correcta.

Además, puesto que emprender es una actividad bastante solitaria, te recomiendo entrar en contacto con otros emprendedores y formar grupos de mastermind, en los que por medio de reuniones periódicas, compartís avances, éxitos, bloqueos y objetivos.

Nada mejor que comprometerte con otra persona para ponerte las pilas y seguir avanzando.

De verdad, los mastermind son muy enriquecedores y te aportan nuevas ideas y puntos de vista.

 32. Actúa

O lo que es lo mismo: no pares nunca.

Avanza y permanece en constante evolución.

Cuando alcances una meta, celébralo y persigue tu próxima cima.

Mira siempre hacia adelante y, pese a las dificultades que se presenten, camina.

33. Formación y Aprendizaje

Aprender y emprender van de la mano.

No solo porque a medida que avanzas te das cuenta de todo lo que te falta por aprender (“solo sé que no sé nada”, decía Sócrates).

Formarte, leer libros y hacer cursos te enriquecen en todos los niveles.

34. Aprende a Delegar

Como antes de emprender no tienes clientes, puedes encargarte tú de todo, ¿verdad?

Este es un error de manual.

¿Recuerdas que hemos hablado de la gestión del tiempo y de valorar tu tiempo?

Pues delegar tareas es una forma de hacerlo.

Tu mente debe apuntar al desarrollo del negocio y aunque al principio estés tu solo y te encargues de muchas cosas, hay algunas áreas que te recomiendo delegar desde el principio:

  • Administración y finanzas: busca un buen gestor y asesor financiero que se encargue del papeleo, presentar los impuestos y hacer este tipo de tareas. Quaderno será una app imprescindible en este área.
  • Cuestiones técnicas: en lugar de pelearte con plugins, temas y problemas tecnológicos, contrata a un profesional que lo haga por ti.

El objetivo es liberar horas para que tú puedas dedicar tiempo a otras acciones que generen ingresos o te acerquen a ello.

35. Perseverancia

Todo lo anterior no sirve de nada si a la primera de cambio desistes.

El 99% de los emprendedores no sobreviven el primer año de vida.

¿Quieres estar en el otro 1%?

Pues además de seguir los consejos que acabas de leer, debes ser constante, perseverar y luchar.

Los resultados van a tardar en llegar y habrá ocasiones en las que falles y tengas que volver a intentarlo.

La clave del éxito se resume en una palabra: persevera.

CONCLUSIÓN

  • Antes de emprender e iniciar un negocio, hay cuestiones anímicas y mentales que conviene cultivar para que el esfuerzo posterior germine con más facilidad.
  • En este sentido, el único secreto del buen emprendedor es la mentalidad y la adquisición de buenos hábitos.
  • Recuerda que emprender no es un sprint, sino una carrera de fondo en la que será necesario demostrar constancia, tesón y perseverancia.
  • Emprender y hacerlo bien es posible si sigues los pasos adecuados. Te espera una experiencia enriquecedora y muy estimulante, en la que habrá caídas y obstáculos que superar. Pero eso no significa que no sea posible o que sea algo reservado para unos pocos.
  • ¡Tu oportunidad está ahí, esperándote! Aprovecha las facilidades que internet pone a tu alcance, sigue los pasos que acabas de leer y, sobre todo, no te olvides ningún día de disfrutar del camino

 

AUTOR:  olivaresmerlos –  Emprendedor de Alto Rendimiento en masymejor.com 

FUENTE Y AGRADECIMIENTOS:  MAS Y MEJOR @MasyMejorCom 

VER + EN: https://masymejor.com/emprender/