Hace ya 8 años que Roberto Araoz se dio cuenta de que su futuro estaba en la fotografía. Hasta entonces, había hecho de todo: desde poner cócteles en Madrid hasta pintar en Barcelona. Incluso pasó unos años en la Universidad Carlos III de Madrid estudiando Periodismo y Comunicación Audiovisual, pero un viaje a Mongolia le cambió la vida. Estando allí se dio cuenta de que tenía que perseguir sus sueños y que esos sueños pasaban por mostrar, a través de instantáneas, lo que veía. Después de trabajar unos años como freelance, montó junto a su socio LeChuck Studio, un estudio que ya cuenta con 10 empleados fijos y muchos más colaboradores esporádicos.

¿Cuándo supiste que querías dedicarte a la fotografía?

Cuando tenía 18 años comencé a viajar por Europa junto a un amigo de la infancia de Argentina. Me llevé una cámara muy sencilla, la que había en mi casa en aquel momento, pero en ese viaje me di cuenta de lo que me gustaba poder mostrar lo que veía desde mi propio punto de vista. Poco a poco fui avanzando hasta que, en el año 2009, a raíz de otro viaje (esta vez a Mongolia) decidí dedicarme de pleno a la fotografía.

Hasta entonces, ¿en qué habías trabajado?

He hecho de todo, desde pintor en Barcelona a coctelero en Madrid pasando por asador, conductor, reclutador para ONGs y un largo etc.

Y llegó un momento en que te lanzaste a emprender… ¿Te dio miedo meterte en esta aventura?

Emprender siempre implica vivir con un cierto porcentaje de miedo. Creo que también forma parte de la gracia de todo esto. Es un miedo bueno, de los que te empujan hacia delante y de los que te hacen dar lo mejor de ti para sacar adelante tu proyecto. Afortunadamente, pude compartir este miedo junto a mi socio, Juanma Coderch. Tener un socio con el que poder compartir tanto lo bueno como lo malo es muy gratificante y facilita mucho las cosas.

Ahora que LeChuck ya es una realidad, ¿qué ha sido lo más complicado de este proceso de convertir una idea en algo que funcione?

Quizás el tiempo invertido en los primeros dos años haya sido de lo más complicado. Fueron un par de años de no tener vacaciones, de trabajar muchísimas horas y muchísimos fines de semana. Poder invertir esta cantidad de tiempo muchas veces es fundamental para que todo salga adelante. En mi caso, tengo la suerte de haber contado siempre con el apoyo de mi mujer Elena, que me ha apoyado en este tiempo y ha invertido conmigo para, a día de hoy, comenzar a recoger lo sembrado y poder disfrutar más de lo realmente importante para mí, que es mi familia.

¿Y lo más satisfactorio?

Lo más satisfactorio ha sido vivir este crecimiento día a día. Cada persona nueva que se incorpora a nuestro equipo de trabajo es una alegría tremenda, ya que tiene muchas implicaciones muy positivas en todos los sentidos. Ver cómo nuestros proyectos son cada vez más grandes y la implicación de todo el equipo es cada vez mayor es enormemente satisfactorio. Lo mejor de LeChuck, sin lugar a dudas, es el equipo humano que tiene detrás.

¿Cómo ha cambiado LeChuck en estos años? ¿Y Roberto?

En un principio, LeChuck éramos tan sólo Juanma y yo, teníamos una oficina muy pequeña a la que nuestros clientes llamaban cariñosamente “el zulito”. A día de hoy, somos más de 10 personas fijas y un número mucho mayor de colaboradores habituales y trabajamos en un espacio completamente nuevo y muy cómodo. Lo que sí que no ha cambiado es el buen ambiente y la buena onda en el equipo. Y en mi caso, a día de hoy puedo centrarme más en lo que realmente me interesa, la dirección y la dirección de fotografía, ya que el hecho de tener un equipo detrás te ayuda a poder dedicarte de lleno en lo que uno realmente quiere hacer. Antes, entre dos teníamos que hacer todo, desde la administración hasta la dirección de actores en rodaje. Y antes de todo esto, trabajaba como freelance, con mi oficina en casa. Esto tenía muchas cosas buenas, pero otras tantas malas. El cambio ha sido realmente enorme.

¿Cómo es el lugar donde trabajas? ¿Qué es lo que más te gusta de él?

Nuestra oficina es un espacio que a mí personalmente me gusta mucho. Luz natural, muchas plantas y un barrio con vida propia. Lo que más me gusta es que trabajamos todos juntos, casi sin separaciones.

¿Y tu día a día?

Mi día a día es muy variado. Tenemos días de oficina como en cualquier oficina y días rodando a Marta Sánchez subida en un ring en una pelea al estilo pressing catch con Vicky Larraz, otros rodando escenas de dron de un Volkswagen en algún rincón de Castilla o un shooting de moda en estudio. Es una de las mejores cosas de este trabajo, que ningún día es igual que el anterior.

¿Te gustaría volver a trabajar por cuenta ajena?

No. Trabajar en equipo me ha permitido crecer muchísimo, tanto a nivel personal como a nivel profesional.


ENTREVISTADO: Nombre: Roberto Castelli | Edad: 31 | Residencia: Madrid | Empleo actual: cofundador de LeChuck Studio | Empleo anterior: Fotógrafo Freelance

FUENTE: ADECCO ORIENTA EMPLEO – @adecco_es

VER + EN: http://www.adeccorientaempleo.com/emprender-siempre-implica-vivir-cierto-porcentaje-miedo/