Nuestra META LABORAL es también nuestro camino. Hacia donde debemos dirigirnos. Tu objetivo. Pero, ¿cuáles son los puntos cardinales?
La imagen que presento encaja con los tres aspectos que suelo destacar en cualquier proceso de orientación, utilizando y adaptando las ideas de Ken Robinson:
- PASIÓN. Es la parte más emocional y la solemos llamar vocación. Responde a las preguntas ¿qué me gusta? o ¿con qué disfruto? Se encuentran aquí los intereses, inclinaciones, atracciones, preferencias personales,… En ella reside la motivación intrínseca.
- TALENTO. Todos somos buenos en algo, lo solemos llamar aptitud. Responde a las preguntas ¿qué se me da bien? o ¿qué soy capaz de hacer? En gran parte es natural, aunque se puede desarrollar y potenciar. En sentido general, se corresponde con las propias capacidades, competencias, habilidades, destrezas,…
- OPORTUNIDADES. Son las posibilidades que ofrece el mundo externo, tu realidad, el contexto y sociedad. Responde a las preguntas ¿en qué me he formado? o ¿en qué puedo trabajar? Se refiere a la oportunidades de formación, oferta de estudios, mercados de trabajo, yacimientos de empleo, necesidades laborales,… En ocasiones, nos vienen dadas y disfrutamos de ellas, aunque en otras tenemos que buscarlas nosotros mismos e incluso crearlas de alguna forma.
La autoconfianza y tu ACTITUD conformaría la “cuarta pata” para conseguir nuestra verdadera META LABORAL. Responde a las preguntas ¿lo puedo conseguir? o ¿hasta dónde estoy dispuesto a luchar? Me refiero a tu autoestima, la confianza en uno mismo, a la creencia en nuestras posibilidades, a una actitud de trabajo y esfuerzo, a la búsqueda del cambio y mejora, a la energía positiva, a la capacidad de superación, a la capacidad de lucha por lo que quieres, a la perseverancia,…
Te lo explica mejor este vídeo:
Actualización:
- ¿Debo estudiar lo que me gusta, lo que se me da bien, lo que tiene más “salidas profesionales” o con lo que ganaré más dinero en un futuro? (por Alberto del Mazo vía Uveni).