¿Por qué está hoy aquí?
Es una consulta muy abierta, pero cuando la realiza Gordon Wilson, CEO de Travelport, una firma de software británica que cotiza en el Nasdaq, espera una respuesta muy específica. “Me sorprende cuántas veces la gente habla más de los beneficios del puesto para él que de los beneficios que él le traerá a la compañía”, cuenta Wilson, que así puede juzgar el perfil del candidato, si se trata de alguien que busca sumarse a un equipo o es más egoísta.
¿Usted prefiere ser respetado o temido?
Michael Gregoire, CEO de CA Technologies, admite que su pregunta favorita es un poco maquiavélica. Nunca falla para encontrar al postulante con la guardia baja. No hay una respuesta que sirva en todos los casos y depende del tipo de trabajo. En un ambiente colaborativo, es mejor ser respetado que temido, pero en una unidad de negocios, el palo suele ser más útil que la zanahoria.
¿Cuál es su mayor sueño en la vida?
Para Zhang Xin, cofundadora de SOHO China, una desarolladora comercial de China, no hay una respuesta demasiado ambiciosa a su consulta favorita. A esta mujer, que comenzó ahorrando monedas de su salario de costurera en una fábrica textil de Hong Kong y hoy es una billonaria que maneja la mayor desarrolladora de oficinas de China, le gustan las personas con un “espíritu libre” que se atreven a soñar.
Cuénteme de cuando falló
“Saber cómo se comportan las personas ante sus fracasos es una obsesión de los CEOs para conocer la resistencia, creatividad y humildad de los candidatos. Que una persona pueda hablar honesta y abiertamente sobre sus errores y fallas puede ser atractivo pero sólo si puede explicar cómo esos errores lo hicieron cambiar y modificar sus conductas de liderazgo”, cuenta Roger Crandall, CEO de la aseguradora MassMutual.
¿Cuál fue su mayor error y qué aprendió de eso?
En la misma línea, Davide Serra, fundador y CEO de Algebris, un fondo de inversión con sede en Londres, busca gerentes que no tengan miedo cuando las cosas salen mal y puedan reconocer que se equivocaron. Las respuestas vagas, en las que las personas se muestran como simples víctimas de errores causados por fuerzas externas, no sirven para crear confianza.
Cuénteme de cuando tenía siete u ocho años. ¿Quién quería ser?
Barbara Byrne, vicedirectora del banco de inversión Barclays, admite que ella no es una “entrevistadora técnica”. Para ella es importante que puedan pasar el “test del avión”: ¿Puedo sentarme al lado tuyo en un vuelo de Nueva York a Los Angeles y no aburrirme? Los sueños de niño son un buen punto de inicio para una buena conversación y ver si esa persona es capaz de conectarte con su historia.
FUENTE: MI CARRERA LABORAL
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