Cuando una persona ha de vender su candidatura al mercado laboral tiene muchas preguntas que resolver y un solo objetivo: encontrar a la empresa adecuada para su perfil, generando valor mutuo en la relación con ella

 

 

¿Soy yo un mero producto laboral?, ¿debo omitir, dulcificar o engañar para venderme?, ¿soy la persona adecuada para las empresas en los tiempos que corren?, ¿por dónde empiezo?, ¿sentiré miedo al fracaso?…
La pregunta principal es qué puedo aportar y qué necesito de la empresa que estoy buscando. Como en cualquier relación, es fundamental que cada una de las partes ofrezca y reciba recíprocamente el valor añadido necesario.
Siempre hay que elaborar un DAFO personal (debilidades, amenazas, fuerzas y oportunidades) de nuestra situación profesional para, lo primero, saber el punto de partida, si estamos más o menos capacitados que la media, si hay más o menos competencia, si las empresas están carentes de perfiles como el mío o si alguien como yo es más o menos fácilmente sustituible.
Crear el documento DAFO y escribirlo es un paso importante. Ya sé que a veces da pereza escribir sobre nosotros mismos y autoanalizarse, pero hay que tomar el tiempo necesario a entender ese punto de partida que nos llevará de forma evidente a la estrategia que hemos de seguir para vender y potenciar nuestra candidatura.
A partir de ese DAFO sabremos la situación actual y comenzaremos con nuestra estrategia, resolviendo los siguientes puntos:
  1. Sondeo: Adquirir información sobre qué empresas son las que cuadran mejor con mi perfil y sus necesidades.
  2. Análisis: Pensar el acercamiento, las vías de entrada, la manera de destacar los puntos fuertes o débiles y el “casamiento” entre nuestro perfil y lo que buscan esas compañías.
  3. Prospección: Determinar qué empresas son las más adecuadas por orden de prioridad: las que más nos motiven, las que más necesidades tengan, las de mejor acceso, las que tienen trabajando a una persona de nuestro entorno…
  4. Canales de acceso: Decir, ahora sí en detalle, si accederemos mediante el uso de redes sociales, a través del departamento de RRHH, mediante un headhunter, a puerta fría, o por su propia web. En el siglo XXI lo que es difícil no es el acceso, sino utilizar el canal que mejor nos posicione y cumpla nuestro objetivo.
Y de aquí a la entrevista personal. A veces se conseguirá y otras no, pero es fundamentalretroalimentar nuestro proceso: ver si realizamos la propuesta en el momento adecuado, si el canal era el apropiado o si nos comunicamos correctamente.
No es fácil acertar a la primera y cuanto más críticos seamos con nuestro proceso y candidatura, menos difícil será que nos escuchen y que nos «compren» como candidatos. Las emociones desempeñan un papel importante y hay que tener en cuenta lo siguiente:
  • Entender cuáles son nuestras zonas de confort y de expansión. Saber las líneas divisorias para entender cómo nos sentimos.
  • Saber soportar el no. Como cualquier vendedor, lo normal es escuchar más negativas que aceptaciones, no debemos venirnos abajo.
  • Tolerancia a la frustración por el tiempo. Si el tiempo pasa y nos acucia no hay que desistir, sino reorganizar nuestro proceso y ver en qué nos podemos estar equivocando, por qué se demora y si el problema es de oportunidad o personal.
  • Racionalizar dónde está la dificultad. Muy importante, llevarlo todo al terreno menos emocional posible y encontrar soluciones racionales a los porqués del rechazo y al frío análisis de nuestro DAFO y de nuestro acercamiento a las empresas.
  • Fundamental: Creer en uno mismo. Eso sí, ¡trabajando el autoconcepto! No hay que ser ni condescendientes ni eufóricos, debemos entender nuestra situación profesional y del entorno para ser objetivos.
¡Zamora no se conquistó en una hora! Buscamos un empleo adecuado con valor añadido mutuo. Si el objetivo es salir del paso caben otras estrategias, pero si realmente queremos obtener el empleo, no soñado, pero que nos satisfaga y nos aporte una estabilidad y crecimiento, en el análisis está la clave.
Seguro que el empleo adecuado nos está esperando.

AUTOR: Javier Fuentes Merino es director general de Grupo Venta Proactiva, profesor de marketing y autor del libro Top chef sales de LID Editorial
FUENTE: INFOJOBS @Infojobs